lunes, 31 de enero de 2011

Jesús Gómez vive de cerca el conflicto en El Cairo


Jesús Gómez debió recurrir al teléfono con línea extranjera de un directivo del Wadi Degla, el club con el que juega en Egipto, para poder llamar a su esposa y decirle que estaba bien, a pesar del caos en el que está sumido ese país.
“Por fortuna, la casa está a unos 40 minutos del centro del verdadero conflicto en El Cairo”, informó la esposa de Gómez, Reimar Mora.
“Apenas el sábado me pudo llamar de esa manera, gracias al directivo, porque no tenía teléfono, ni internet. La gente no tenía forma de comunicarse. De hecho, Jesús vino a saber exactamente lo que estaba pasando apenas ahora (ayer), cuando volví a hablar con él. Porque hasta los canales de noticias los habían bloqueado”, contó Mora.
“Jesús tenía mucha preocupación, pero estaba bien. Los entrenamientos los suspendieron y los directivos del club buscaron a los jugadores el sábado para llevarlos a un hotel como medida de seguridad. Te podrás imaginar cómo estaba yo de angustiada hasta que pude hablar con él”, afirmó.

Desafortunado inicio. Gómez no había podido disfrutar de este comienzo de campaña con el Wadi Degla debido a una lesión que sufrió en el amistoso de la selección contra País Vasco en diciembre, y que se agravó en su breve debut liguero con el club egipcio. Pero nada puede compararse con el infortunio de tener que vivir una crisis como ésta, así de cerca. El conflicto ha incluido numerosos saqueos y los organismos de seguridad no tienen forma de controlar el caos.
“Jesús me contó que vio cómo la gente estaba en las puertas de sus casas con palos, piedras y otros objetos. No hay policías ni seguridad, así que tienen que cuidar sus hogares así”, relató la esposa del jugador.

Espera el reencuentro. Para Reimar Mora han sido días de angustia: “Es diferente si hubiese estado con él allá, al menos estamos juntos. Ahora tengo que esperar, porque el plan era viajar a El Cairo en una semana para acompañarlo, así que tendremos que ver cómo siguen las cosas en Egipto. Lo que más importa es que está bien".
(Nota escrita para la edición 31/1 de El Nacional).