jueves, 28 de abril de 2011

Qué Lío armó Messi

José Mourinho y Josep Guardiola se encargaron de aumentar la tensión el día anterior y dijeron más de lo que debían decir antes de que sus equipos salieran al campo. Pero una vez comenzado el partido, le tocaba hablar a otros.
Durante buena parte del encuentro, lo hizo Pepe, el nuevo símbolo del equipo blanco cuando activa su funcionamiento anti Barcelona. Y en esa etapa, era difícil pensar en que el juego terminaría con un triunfo 2-0 para los catalanes, entre tantos golpes, reclamos y tensión.
A esta versión del Real Madrid la llegaron a bautizar en la prensa madrileña como el "Pepe Team" (en contraposición al Pep Team azulgrana) al iniciar la cadena de cuatro clásicos que ya cumplió su tercer capítulo. Y en las condiciones de Mourinho y de Pepe se volvió a producir el encuentro al inicio, al cumplir con una idea común: es más fácil destruir que construir. Apegados al plan que les dio ánimos en el empate 1-1 de la liga y el título en la Copa del Rey, los jugadores blancos volvieron a demostrar pleno convencimiento en que esa es la vía para desarmar al fútbol ofensivo del Barcelona. Pero jugar al límite, como lo hace Pepe, implica un riesgo. Un gol deshace el plan, una expulsión multiplica la dificultad. Lo segundo ocurrió, para generar la nueva queja de Mourinho de quedarse con 10 hombres (¿no sería más fácil entender que es consecuencia de ese estilo en lugar de pensar en una conspiración?).
Y así, tanto Pepe como su entrenador se tuvieron que marchar y dejar el encargo en manos de otros. Entonces le tocó responder a Lionel Messi, como lo había hecho antes su técnico con Mourinho.
"Lio", como le dicen sus compañeros en el Barcelona, originó el caos necesario para romper la muralla blanca. En el primer gol contó con una ayuda sorpresiva, otro tan callado como él, Ibrahim Afellay, hizo su primera gran contribución al equipo culé con un desborde por el costado derecho y un centro medido para que Messi pudiera vencer a Iker Casillas, como hace falta contra este gran portero: a menos de un metro de distancia para que ni siquiera mueva las manos.
Y el segundo tanto, el que representa el verdadero mazazo a la ilusión de Mourinho y sus muchachos, fue una obra con la rúbrica del rosarino, en plena carrera contra todo y contra todos, para dejarlos regados y asombrados por lo que acababa de ocurrir.
La última palabra en esta ida la tuvo Messi, uno de los que menos habla. En la vuelta, sin la posibilidad de replegarse y esperar por la obligación de la desventaja, Mourinho tendrá que cambiar su discurso al grupo. No estarán tampoco Pepe ni Sergio Ramos. Aquellos artistas sacrificados como Mesut Özil o Kaká, o los relegados a un rol incómodo como Cristiano Ronaldo o Xabi Alonso, tendrán que decir presente. Esta vez no tendrán mordaza.

(Nota escrita para la edición 28/4 de El Nacional)

Ahora el duelo es personal

El orgullo de José Mourinho había quedado tocado con la goleada 5-0 del año pasado. Su naciente proyecto con el Real Madrid sería un fracaso, según su propia medida, si se limitaba al mismo papel de Juande Ramos o Manuel Pellegrini: excelentes números y la recompensa de ser el segundo detrás del Barcelona, sin título alguno.
Para Josep Guardiola, todo iba bien. Si alguien le recordaba cómo el Inter de Mourinho lo había eliminado en 2010, pues esta "manita" bien podía ser su respuesta, sin tener que decir más.
El destino quiso poner una seguidilla de cuatro partidos entre los dos que definiría la temporada de cada equipo. Y ese mano a mano es ideal para Mourinho, especialista en planificar para una circunstancia y para un rival específico, a diferencia del idealista Guardiola.
Los dos primeros choques le dieron al lusitano una victoria moral y otro triunfo real. Con la Copa del Rey en la mano, le trasladó la presión al catalán y al Barcelona. Y aquí el juego cambió para los dos siguientes encuentros, que empezarán hoy con la ida de la semifinal de la Liga de Campeones en Madrid.
Si bien Guardiola puede decir que está al nivel de Mourinho entre los grandes técnicos del mundo, a pesar de su corta experiencia, hay un terreno en el que el portugués le saca una ventaja inmensa; a él y a cualquiera. Es la guerra dialéctica.
En ese campo se empezó a jugar esta semifinal, cuando Guardiola dejó su actitud casi monástica para intentar equiparar fuerzas con Mourinho. Quiso evitar que le colocaran a un árbitro portugués en la semifinal, como ocurrió el año pasado contra Inter, y tuvo suerte. Pero cuando se le ocurrió mencionar cuán ajustado fue el fuera de juego que anuló el gol de Pedro en la Copa del Rey, le dio la munición correcta a Mou, y confirmó que aunque en la táctica pueda enfrentarse con el técnico del Madrid, en este aspecto en particular, en la provocación y el discurso mediático, Mourinho es el mejor del mundo de lejos.
El portugués lo reafirmó con gusto al ser capaz de sacar de sus casillas a Guardiola, hasta ahora ejemplo de mesura y cortesía. Lo hirió con la bala que el propio Pep le dio.
"Hasta ahora teníamos dos grupos de entrenadores, uno muy pequeñito que no habla de árbitros y otro grande en el que estoy yo, que critica cuando tienen errores importantes. Con las declaraciones de Pep entramos en una nueva era, es el tercer grupo que sólo tiene una persona, que es él, y que critica el acierto del árbitro. Nunca lo había visto en el mundo del fútbol", dijo el portugués en rueda de prensa.
Guardiola, en la misma escena, respondió: "Como él me ha tuteado yo también lo voy a hacer. Mañana (hoy) nos enfrentamos en el campo a las 20:45; fuera del campo ya me ha ganado. Le regalo su Champions particular fuera del campo, que la disfrute y se la lleve a casa. En esta sala, él es el puto jefe, el puto amo y no quiero competir en ningún instante".
Guardiola evidenció algo: esto ya es personal y sólo se resolverá en el terreno. El que vaya a Wembley, tendrá la última palabra.

Málaga mejorará contrato de Rondón como recompensa

Los representantes de Salomón Rondón se reunieron con la directiva del Málaga para conversar sobre el futuro del delantero. Ante el gran interés que ha despertado el goleador en otros clubes, Málaga decidió proteger su inversión.
Según reportó el diario Marca , el club decidió mejorar el salario de Rondón y del portugués Duda una vez se consiga asegurar la permanencia del equipo en primera división. El venezolano tiene un contrato que lo ata hasta 2015, pero para mantener contento a su mejor anotador y evitar que busque una salida pronto, Málaga se reunió con sus agentes en España y le comunicó el incremento que tendrá el caraqueño en sus ingresos y la certeza de solo venderlo bajo una condición: que el equipo interesado pague la claúsula de rescisión: 20 millones de euros.
"Ellos están muy contentos y quieren extenderle el contrato y mejorar sus ingresos. Salomón pasaría a ser uno de los mejores pagados del equipo", explicó Pablo Martínez, agente del delantero, via telefónica.
Y Juan Mata, socio de Martínez, declaró en Marca: "Es un futbolista muy apetecible, por la edad, por la temporada que está haciendo y por la progresión que tiene. Málaga quiere reconocerle eso. Ahora, primero hay que lograr la permanencia y se hablará de todo".
(Nota escrita para la edición 28/4 de El Nacional)

miércoles, 27 de abril de 2011

Camilo Ramírez dijo adiós al Clausura

Camilo Ramírez quiso imponer su voluntad sobre una lesión. Por un rato pudo más él que el menisco y así se mantuvo jugando con Real Esppor, esperando un diagnóstico final. La mala noticia es que también se lastimó el ligamento cruzado anterior en la rodilla derecha y esas dos roturas lo obligarán a estar de 4 a 6 meses fuera de acción.
“En 2005 me rompí el mismo ligamento en esa rodilla y a los 4 meses volví a jugar. Con el menisco así podía seguir, pero nunca pensé que podía ser también el ligamento, porque la vez anterior me dolía muchísimo y ahora no ocurrió. Al saberlo ahora, imagínate, fue una gran tristeza”, dijo ayer el volante colombiano.
El técnico Noel Sanvicente lamentó la baja. “Con los problemas que teníamos, él quiso aportar. Yo nunca le he pedido a un jugador que entre lesionado, era su decisión y él quiso seguir hasta que no pudo más”, dijo el DT. Ramírez podría perderse casi todo el Apertura que viene, pero “Chita” es optimista: “Creo que podría volver un mes después de comenzar. Hay que ser positivos”.

Mal momento. A Sanvicente también le dolió la última derrota contra Caracas. “Tuvimos muchas dificultades. En los primeros 30 segundos ya nos habían llegado al arco dos veces”, dijo.
“Estamos preocupados. Esperábamos hacer más, porque veníamos de perder el título del Apertura por un gol. Pero no hemos tenido una sola racha buena”, afirmó.
Admitió que espera que Caracas gane el Clausura para que el Esppor pueda ir al repechaje de Libertadores: “Dependemos de otro. Hay que ligar, pero no hacemos nada si no ganamos nuestros partidos”.
(Nota escrita para la edición 27/4 de El Nacional)

martes, 26 de abril de 2011

Alejandro Cichero: "Con el bombo me sacaba el estrés"


Alejandro Cichero no dejó que una suspensión le evitara disfrutar del clásico entre Millonarios y Nacional en Colombia. El central apareció en el estadio El Campín con un bombo, bajó al campo para animar y luego vio el encuentro entre los aficionados.
“Quería estar, así que se me ocurrió pedirle el bombo a una de las barras de Millonarios, en la que conozco a algunos de sus integrantes, y me monté en el autobús del equipo así y fuimos todo el camino armando la fiesta hasta el estadio. Ese es el buen ambiente que hay en el equipo”, contó Cichero, vía telefónica.
“Al llegar, la gente se sorprendió cuando me vio en el terreno. Luego subí a la tribuna a ver el partido entre las barras y así poder disfrutar el clásico. Los fanáticos estaban encantados, me decían que nunca habían tenido a un jugador con ellos ahí”, relató.
La sensación fue distinta al ver el partido así. “Uno se angustia más, pero para eso tenía el bombo, le pegaba cuando quería sacarme el estrés”, dijo entre risas. Nacional venció 2-1 a Millonarios, pero eso no hizo mella en el ánimo del central. “La gente igual se fue contenta porque se jugó bien y de no ser por el portero de ellos, el resultado era otro”, afirmó.
Ayer, su hermano Gabriel (Newell’s, Argentina), cumplió años y eso fue también motivo de alegría. “El domingo esperé hasta las 12 para llamarlo. Ya lo felicité”, dijo.

Páez sin reproches. En declaraciones a la prensa colombiana, el técnico de Millonarios, Richard Páez, tomó con calma la derrota: “Lo mínimo que debió haber sido el encuentro era empate, porque el que tuvo las oportunidades fue Millonarios, solo que desperdiciamos unas y otras las sacó el portero de Nacional, que fue la figura. Lo mejor que nos llevamos es la continuidad del grupo y la alegría y apoyo de la hinchada. Millonarios demostró que le tocaba ganar y salió perdiendo”.
(Nota escrita para la edición 25/4 de El Nacional)

domingo, 24 de abril de 2011

Con el fresco recuerdo del UAM

Hoy, sus aficionados intentan revivirlo. Unión Atlético Maracaibo marcó una época entre 2003 y 2008, incluyendo una estrella y cinco títulos de torneos, tres de ellos consecutivos. Y aunque el conjunto quedó marginado de la actividad, luego de ser relegado y no reconocer deudas con jugadores que terminaron en reclamos en la FIFA, muchos de los que hicieron grande al UAM guardan bonitos recuerdos de su paso por el club. "Ojalá volvieran esos tiempos", dijo en broma Cristian Cásseres, aunque con un dejo de nostalgia.
Así que luego de una práctica del Real Esppor, a Cásseres, Darío Figueroa y Rafael Castellín se les extendió eso: una invitación al recuerdo.

­- ¿Qué es lo que más aprecian de aquella etapa en el Maracaibo?

DF: Los momentos lindos, los campeonatos que se ganaron ahí. Se había armado un grupo bárbaro y esa continuidad hizo que tuviésemos varios años de éxitos. Estábamos en una ciudad en la que nos sentíamos a gusto y el crecimiento de la fanaticada hizo que el equipo trascendiera. En su momento, mientras estuvo activo, el UAM fue considerado un grande.

RC: Fue una etapa muy buena para mí, porque hice una gran amistad con gente como Darío o el profe Carlos Maldonado y el "Lobo" Caraballo, que fueron quienes me llevaron. Quedaron momentos bonitos, el título que ganamos en diciembre, la manera de festejar, el trato de la afición y también los encuentros de Copa Libertadores que jugamos fueron muy emocionantes. Todo eso me queda para el recuerdo. Ojalá vuelva a existir un equipo así, con un presidente como (Gian Carlo) Di Martino, quedé muy agradecido con él. Además, la afición allá creció. Claro, fue con entrada gratis, pero luego se valoró ese apoyo.

CC: Se dieron cosas muy importantes: tantos títulos en poco tiempo, la afición, la ciudad. Yo pensé durante un tiempo en quedarme a vivir allá. También la gran persona que era Di Martino, como dice "Castelo". Él se entregó al equipo y a la ciudad. No sólo estaba dedicado al fútbol, sino que te podía ayudar en cualquier cosa que necesitaras. Fue importante para todos, ojalá hubiese cinco personas más como él en el país, porque el fútbol estaría en otro nivel. La gente piensa que los jugadores fuimos solo por la plata, pero la verdad es que también deben ver que así como uno pone esmero porque quiere ganar partidos y títulos, también lo hace porque espera ganar cierto dinero en eso. Es lamentable que el equipo haya desaparecido, porque incluso después de haberme ido, me habría gustado que siguiera existiendo. UAM tenía una cancha propia, La Granja, y eso es algo que muchos no tienen. Petare o Esppor, por ejemplo, deben trabajar en canchas públicas. En Venezuela se sufre mucho para tener las cosas y luego las perdemos muy pronto.

- ­A Di Martino se le conoció por ser un apasionado por el fútbol, tanto que se fracturó jugando una vez. ¿Cómo era el trato con ustedes?

CC: Di Martino era así, todos los días jugaba fútbol. En las noches, armaba partidos con el cuerpo técnico y sus amigos. Cuando se fracturó el tobillo fue jugando contra la selección Sub 17. Siempre estuvo entregado al fútbol.

DF: Es muy humano, ama el fútbol. También ayudó a que se valorizara el trabajo de los futbolistas.

­- Por esa razón también se le culpó luego de "inflar" los sueldos

DF: Bueno, muchos se quejaron porque parecía que pagaba sueldos exorbitantes, pero lo que pasa es que en ese momento fue cuando el jugador empezó a poder vivir realmente del fútbol. Antes no creo que se podía. Sé que muchos lo criticaron, pero hizo bien, porque esto es un trabajo y si te dedicas a esto, te debe alcanzar para vivir y para poder ir creando un futuro para ti y eso lo dejó también él.

­- Tenía por costumbre ofrecer premios sorpresa en algunos partidos. ¿Recuerdan alguno en especial?

RC: En México contra Pumas. Fue especial para mí porque además anoté un gol y se ganó. Antes del partido bajó al camerino, dio palabras de motivación y dijo: "Tienen tanto por ganar hoy". Esa era una manera de motivar que tenía.

- ­¿Alguna cantidad que se pueda mencionar?

RC: No me acuerdo.

DF: (risas) Yo tampoco.

CC: Pero no era el único, otros equipos también lo hacen. Di Martino lo hacía en partidos clave. En San Cristóbal lo hizo para ganar un título. A veces eran 2 o 3 millones (miles de bolívares fuertes) más para cada uno por ganar un partido. Y ojo, está bien, muchos dicen que cobrábamos buenos sueldos, pero también es que había muchos jugadores importantes. Yo venía de jugar en México, y a jugadores así, hoy en día, en otros equipos los valoran igual.

RC: El premio por el juego ese del título en San Cristóbal, creo que fueron 10 palos.

DF: Ese día ganamos el campeonato, tres fechas antes de terminar. Es que ese chiste siempre le salía mal a Di Martino, porque bajaba y ofrecía el premio y nosotros ganábamos, así que tenía que pagar. Pero era parte de sus ganas de motivar.

CC: Era su manera de vivir el fútbol. A la selección también la ayudó. En Maracaibo una vez, no se iba a jugar por un dinero que debían y él dio la cara.

DF: Contra Colombia (marzo de 2006). Iba a ser un grave problema si no jugaban ese partido.

CC: Él era el dueño del Maracaibo, no tenía nada que ver con la FVF. Y cumplió.

­- También hay un cuento de una camioneta que le regaló a Giancarlo Maldonado como premio. ¿Cómo fue eso?

DF: (risas) No te digo que le salía mal siempre. A Giancarlo le ofreció una camioneta que era propiedad suya si le hacía un gol a Uruguay en la eliminatoria. Y resulta que Giancarlo no tocó la pelota en todo el partido, pero cuando tuvo una la metió en el ángulo. Y Di Martino cumplió con su palabra, le dio la camioneta.

- ­¿No le echaron broma a Giancarlo Maldonado con eso?

DF: A Giancarlo no, a Di Martino sí. Después de eso, todos le decíamos que si hacíamos un gol, nos tenía que regalar un carro (risas) RC: Él era bueno con el grupo, compartía, estaba con uno. Hacíamos parrillas y él venía.

CC: Siempre que hables del Maracaibo con alguien que estuvo ahí, va a recordar cosas como éstas, te va a hablar bien de Di Martino y de Carlos (Maldonado) y de lo bien que la pasamos.

- ­¿Cómo eran esas parrillas?

CC: Eran con la familia.

RC: Esas parrillas nos unieron. Es difícil juntar tantos jugadores de experiencia, pero por cosas así siempre nos llevábamos bien. Era un grupo sano, todos teníamos formas distintas de manejar las cosas, pero por esa unión seguimos ganando. Se cumplieron muchos objetivos.

DF: Es así, no era sólo el dinero.

­- También eran muy unidos a Carlos Maldonado. ¿Se mantienen en contacto con él todavía?

CC: Sí, yo constantemente hablo con él, somos amigos. Mantengo una muy buena relación con él y con Giancarlo también, es casi familiar.

DF: Yo también, hablamos mucho. Hay respeto y admiración hacia alguien que supo llevar muy bien a un grupo. Más allá de lo que ganó como jugador y como entrenador, es un tipo muy sencillo y tranquilo.

­- ¿Quiénes eran los más alegres del grupo?

DF: Lo que pasa es que era un grupo complicado (risas). Eran "Patón" González, Diony Guerra, Gregory Luzardo, "Borolo" Yori. Crearon un ambiente y una alegría importantísima. Eso ayudaba a mantenernos unidos.

CC: Yo también era uno, le echaba broma a todo el mundo.

DF: Eran super conocidos bromistas del fútbol y tener a todos en el mismo equipo no era fácil (risas). Lo recordamos con alegría y hasta nostalgia, eso llevó a una amistad que todavía perdura. Cuando nos enfrentamos hoy en día o cuando nos volvemos a ver, recordamos estas cosas.

­- ¿Se reúnen en ocasiones o se llaman?

DF: Sí. Yo lo hago, sobre todo con los argentinos, aunque no sea tan frecuente. Y aquí en la liga mantengo el contacto con los que siguen jugando. Hay otros que se acercan a los partidos. Cuando estamos en Puerto La Cruz, Diony siempre va a saludar.

- ­ ¿Una característica del equipo?

CC: Como ganábamos los partidos, siempre por un gol y muchas veces remontando. Eso nos motivó luego, porque en todos lados peleábamos y ganábamos. Recuerdo esa etapa en la que pasamos torneo y medio sin perder (27 encuentros, a uno del récord de 28 del Deportivo Portugués).

DF: Ese equipo tenía una gran confianza en el compañero. Uno sentía esa mística, sabíamos que le íbamos a dar vuelta a los partidos, siempre. Eso se reflejaba en la unión del grupo.

- ­¿Dejaron cosas en Maracaibo? ¿Propiedades, negocios, amigos?

CC: Amigos.

DF: Amigos, muchos. Deudas... (risas) ­¿Pero son deudas en las que te deben a ti, no? DF: Sí, claro (risas). Por suerte, yo puedo seguir mirando a la cara a la gente allá.

(Nota escrita para la edición 24/4 de El Nacional)

Emilio Rentería: "Es una curiosidad cuando yo marco un gol de cabeza"

Emilio Rentería celebró con euforia su primer gol de la campaña con el Crew de Columbus. "Fue importante para poder empatar de visita y sacar un punto. Y en lo personal era necesario, porque ya me estaba preocupando por no poder marcar ese primer tanto del año", dijo el atacante, via telefónica.
En la igualada 1-1 con Toronto, el tanto de Rentería llegó al minuto 49, con un cabezazo tras recibir un centro desde la banda derecha. "Estoy muy contento. Siempre es importante para un delantero poder aportar goles y ahora espero que lleguen más", dijo.
Admitió que este gol es una rareza en su usual repertorio de remates. "Sí, es una curiosidad que yo anote de cabeza, no es mi especialidad, no voy muy bien a esos balones. Pero bueno, de vez en cuando me sale uno", confesó con humor.
En el triunfo 2-1 de Chivas USA sobre San José, Alejandro Moreno también anotó de cabeza. Al saberlo, Rentería dijo: "Qué bien. Me alegra eso, porque así seguimos abriendo puertas al talento venezolano en la MLS" Moreno sumó su segundo gol de la campaña al peinar un centro en tiro libre. El delantero declaró al departamento de prensa de Chivas USA: "Tuvimos chances y metimos dos, fue un buen resultado y debemos trabajar duro para que sigamos así".
(Nota escrita para la edición 24/4 de El Nacional)

miércoles, 20 de abril de 2011

Jonathan Copete: "Los goles espectaculares son momentos de inspiración"


A pesar de tener solo 23 años de edad, el nombre de Jonathan Copete ha sonado desde hace varias campañas en el fútbol venezolano, aunque nunca con tanta fuerza como ahora. El goleador del Zamora llegó al país en 2005, procedente del Almagro de Argentina, y vivió una época de triunfos y sufrimientos con Trujillanos, con descensos a la segunda división y retornos a primera, e incluso una pasantía en la categoría de plata con otro cuadro, Atlético Trujillo.
Ahora, sin embargo, goza del reconocimiento por sus goles, tanto por la cantidad (9, colíder artillero del Clausura) como por la calidad, pues ha deslumbrado con un tanto de mediacancha al Mineros y varios globitos cortos por encima del portero.
“Se me están dando las oportunidades de conseguir goles importantes. Ojalá sigan llegando”, dijo con entusiasmo el atacante colombiano, que no se atreve a calificar a este Clausura como el mejor torneo de su carrera: “Creo que todavía puedo tener un mejor torneo, puedo dar más”.
Sobre su habilidad para lograr goles espectaculares, prefiere explicarlos como un pintor describiría el origen de una gran obra: “Son momentos de inspiración”.
Acerca de los tantos en los que pica el balón, acotó: “Lo decido en plena jugada. Pero sí, ya me han salido varios así”.
Sorpresivamente, no considera al gol de mediacancha contra Mineros como el más impresionante de su portafolio: “Ese de Cachamay fue un golazo que disfruté mucho, pero lo curioso es que hice uno así en segunda división, contra Centro Italo, y fue casi desde el mismo lugar pero más hacia el ángulo y con el arquero volando a buscar el balón, así que por eso creo que ése fue mejor. Pero igual son dos grandes goles. Me dio mucha alegría poder anotarlos”.

Dupla con pasado. Su compatriota Juan Vélez es el socio en el ataque zamorano, y la dupla le ha sacado provecho al pasado que comparten. “Con Vélez coincidí en segunda división en el Atlético Trujillo. Eso ayudó a conocernos mejor y por eso, al trabajar juntos otra vez en Zamora, ha sido una ventaja. La diferencia es que en aquella época yo era un volante por la banda y él sí estaba en el área”, contó Copete.
Para su explosión definitiva en esta campaña, el caleño también ha contado con la ayuda de un gran goleador. Ruberth Morán, asistente del técnico Chuy Vera, le ha dado consejos valiosos. “El cuerpo técnico me pide manejo de balón y toque, también que a veces me abra más hacia la banda izquierda para crear espacios y llegadas por ahí. Lo principal es que me piden que juegue con alegría”, dijo.
“Con Ruberth he trabajado el control y la orientación, me insiste en que me perfile bien al recibir para quedar bien ubicado para encarar el arco, y eso me ha ayudado mucho”, explicó Copete.
Después de seis años en Venezuela, su relación con el país es fuerte: “Cada seis meses voy a Cali, pero aquí me identifico y hay un sentimiento venezolano. No tengo la nacionalidad, pero mi esposa y mi hija son de aquí, de Valera. Tengo un gran agradecimiento hacia el país porque me abrieron las puertas”.
Y como ha quedado demostrado en el Clausura, Copete sigue pateando bien ante cada puerta que le abren.
(Nota escrita para la edición 20/4 de El Nacional)

martes, 19 de abril de 2011

Meza y Copete esperan la ayuda del Real Esppor

El partido entre Caracas y Real Esppor tendrá a un grupo de observadores atentos en Barinas, con una clara inclinación hacia uno de los bandos. “Esperamos una ayudita del Esppor”, afirmó entre risas Jesús Meza, enganche y cerebro ofensivo del Zamora, puntero del torneo Clausura.
“Andamos enrachaditos y estamos cada vez más cerca de ser campeones. Es el sueño de todos los jugadores en el equipo. Estamos jugando buen fútbol y esperamos poder continuar así”, agregó.
El deseo del enganche para el partido de hoy tiene que ver con los resultados de la jornada: “Anzoátegui dio un paso en falso y si Caracas no gana, nos alejamos. Pero igual dependemos de nosotros mismos”, aseguró.
Para Jonathan Copete, goleador del Zamora y colíder artillero del torneo con 9 tantos, la ilusión es grande y no depende de sus anotaciones nada más: “Es importante lo que estamos haciendo. No hemos llegado aquí por mis goles nada más, sino por la labor del grupo. La derrota de Anzoátegui es interesante para nosotros y ahora esperamos que se den otros resultados”.
En esta temporada de ensueño, si le llega también un título como goleador, no lo despreciará. “Sería importante para mí, pero lo principal es que Zamora siga ganando y seamos campeones. Si lo otro se da para mí, mejor todavía”.

La “final” con Caracas. El calendario presenta la posibilidad de ver un gran partido en la última fecha: Caracas-Zamora. Si los dos equipos se mantienen en una pelea cerrada, en ese encuentro del 15 de mayo en el estadio Olímpico se decidirá el título.
“Por ahora, no hemos pensado mucho en eso. Primero nos toca jugar contra Caroní y después encarar lo demás para buscar el título. Si nos toca hacerlo contra Caracas, lo enfrentaremos”, expresó Copete.
 “De seguir así, ese sería un bonito partido, una final. Pero la verdad es que nos gustaría poder ganar el campeonato antes. Ojalá podamos lograrlo en la jornada anterior a esa, contra Atlético Venezuela, para poder celebrar con nuestra afición en Barinas”, confesó Meza.
(Nota escrita para la edición 19/4 de El Nacional)

domingo, 17 de abril de 2011

El segundo round tendrá menos morbo

El 14 de noviembre del año pasado, en el estadio Brígido Iriarte, el encuentro entre Real Esppor y Caracas respondió a las expectativas creadas meses antes por ser el primer enfrentamiento del cuadro rojo contra su ex técnico, Noel Sanvicente. La afición caraquista rindió tributo a su antiguo ídolo apenas lo vio salir al campo, pero luego disfrutó la victoria tan necesaria para que su equipo se mantuviera en la lucha por el título. El Esppor, en cambio, sufrió la derrota por algo más que el orgullo herido, porque en ese instante se empezó a tambalear en su posición privilegiada en la tabla y eventualmente terminaría cediendo ante Táchira en esa pelea por el primer lugar en las últimas dos jornadas.
Hoy la situación antes del encuentro es al revés, como no duda en acotar Sanvicente: “Hoy por hoy, ellos están por encima de nosotros. En el Apertura pasado, nosotros estábamos encima de ellos. Ellos vienen en mejor momento, con la tristeza de quedar eliminados en la Copa Libertadores, pero van a querer recuperarse para lo que viene. Y nosotros somos nuestros peores enemigos, por las lesiones que tenemos”.
Aquel fue también el primer choque entre Sanvicente y su compadre, José Manuel Rey, pero el central salió del Caracas en diciembre en medio del proceso de renovación que llevó a cabo la directiva y el cuerpo técnico, y cuando volvió a enfrentar a “Chita” en este Clausura lo hizo con el uniforme de Mineros.
En esa tarde de noviembre, el otro motivo por el cual se creó morbo fue el primer duelo entre Sanvicente y su sucesor en el cargo en el conjunto rojo, Ceferino Bencomo.
La popularidad del ex lateral derecho no era grande entre las barras caraquistas, que todavía le cantaban en esos días a su antiguo técnico, con el que vivieron gloriosas jornadas.
Pero eso también ha cambiado. El excelente desempeño en el torneo Clausura y la buena actuación en la Copa Libertadores, en la que se quedó a un punto de los octavos de final tras caer en la última fecha, tuvo un efecto. Contra Vélez ya no se vio la leyenda contra Bencomo, tampoco se repitieron los cánticos nostálgicos para Sanvicente o los agresivos contra la directiva. Las aguas volvieron a su cauce y las barras acogieron al nuevo Caracas y a su timonel.
Este martes, habrá un segundo round entre las dos escuadras capitalinas, esta vez en el Olímpico. La situación, como recordó “Chita”, es totalmente diferente. Caracas necesita repetir la victoria contra los blancos para poder seguirle el paso al sorprendente Zamora. Al Esppor se le irá la vida en superar a los rojos, más por utilidad que por honor o revancha. Un triunfo les permitiría seguir aspirando a destronar a este mismo rival del tope de la tabla acumulada e intentar conseguir el cupo al repechaje de la Copa Libertadores 2012, tomando en cuenta que la posibilidad de ganar el Clausura para los blancos es realmente remota.
No quedan rastros de animosidad entre bandos. Sanvicente lo dejó claro. “El roce que hubo en un momento ya pasó. Tengo amigos en la directiva, en el equipo, entre los técnicos, jugadores y la afición. Por eso no veo como algo especial enfrentarme al Caracas una o dos veces al año. Para mí es especial cuando me encuentro a los aficionados en la calle o a otros amigos del Caracas. Ese cariño por el equipo y el recuerdo de lo que se logró allí se da día a día, no solo en un partido”. Para Bencomo, igualmente, no habrá tiempo para pensar en el morbo del entorno. Sacarse el duro golpe de la eliminación copera y poder superar el difícil tramo final del Clausura será suficiente motivación.
Sí, habrá menos morbo, pero también es cierto que habrá mayor urgencia por un resultado.
(Columna escrita para la edición 17/4 de El Nacional)

viernes, 15 de abril de 2011

La gran depresión

El coro se escuchó con fuerza en todo el partido y, sobre todo, al culminar: "Dale ro, dale ro, dale, dale rooo". Para cualquiera que no supiera el marcador, esos gritos de 18 mil personas en el estadio Olímpico al finalizar el encuentro serían la señal de un gran éxito. Pero lo cierto es que resultó el tributo de la afición al esfuerzo que realizó Caracas en una Copa Libertadores en la que superó las expectativas de los demás, pero en la que, en la última fecha, no pudo cumplir las propias.
Este último partido fue un golpe muy duro al ánimo caraquista. Era el momento de dar un gran paso, al llegar a la última jornada como líder de grupo y con la posibilidad de asegurar el boleto en casa. Pero Vélez Sarsfield no quiso cooperar y venció 3-0. Tampoco quiso hacerlo Unión Española en Santiago de Chile, al caer derrotado ante Universidad Católica y negarle el milagro al Caracas, que aún podía avanzar si era Unión el ganador.
Mucho menos quiso cooperar el árbitro colombiano José Buitrago, que falló en una jugada que ha podido cambiar por completo el partido. Al minuto 11, Josef Martínez se dirigió al arco sin más enemigos al frente que el portero, pero Fabián Cubero trabó al juvenil desde atrás y lo empujó antes de que entrara al área, y por ello solo se ganó una amonestación, cuando la acción claramente ameritaba la tarjeta roja.
Sin embargo, la derrota no se explica solo con este error arbitral. Caracas comenzó muy bien el desafío, y quizás fue víctima de su propia ambición, porque por momentos planteó el partido con un ida y vuelta abierto, con espacios, contra un Vélez más avezado y contundente.
Así, cuando los rojos se veían con más ganas, llegó el tanto de Maxi Moralez y cambió el rumbo de la historia. Si Caracas mantenía el cero, clasificaba. Los jugadores y el técnico habían dejado claro que les convenía contragolpear y aprovechar la necesidad de los argentinos, sin que esto significara encerrarse o especular. Pero este tanto cambió la urgencia: ahora era Caracas el que debía buscar al menos el empate para pasar.

El calvario. Apenas al iniciar el segundo tiempo, Santiago Silva lanzó un centro muy cerrado desde la banda izquierda y el roce con una pierna caraquista mandó un globo por encima de Renny Vega a las mallas, en un incomprensible y desmoralizador gol. Los brazos en las cinturas fueron el primer indicio de la gran decepción que sufrió Caracas y que padeció en el resto del juego. En las gradas, el silencio sepulcral duró muchos segundos.
Era tiempo de arriesgar todo, pero antes de que el técnico Ceferino Bencomo hiciera el primer cambio con esa intención, ya llegaba el 3-0 lapidario, con un cabezazo de Silva.
Vega expresó toda su molestia, y apenas Juan Guerra reaccionó: recogió el balón, lo llevó a la mitad, y le gritó a sus compañeros que debían buscar el milagro.
No sucedió. Dos derrotas en casa sellaron el adiós y le quitaron el brillo a los dos triunfos en Santiago. El mayor dolor del Caracas y de Bencomo es que probaron que podían hacerlo. Pero como dijo el DT justo antes del partido: "El fútbol es extremo, o estás triste o estás alegre". Hoy toca estar triste.
(Nota escrita para la edición 15/4 de El Nacional)

jueves, 14 de abril de 2011

Ruberth Morán: "Sigo sintiéndome como un jugador más"

Ruberth Morán fue el símbolo de gol del mejor Estudiantes de Mérida y de la época de mayor brillo de la Vinotinto. Aunque las lesiones en una rodilla forzaron su retiro en marzo de 2009, el ex delantero encontró una manera de seguir disfrutando del fútbol, casi sin pausa.
Se unió al cuerpo técnico de Chuy Vera en Estudiantes y luego lo siguió hasta Barinas. Hoy, junto al asistente Juan Carlos Babío, comandan a un Zamora que no solo es el puntero del torneo Clausura, sino que enamora con su juego. Un fútbol que sigue emocionando a Morán como si todavía estuviera en el campo.
"Yo me sigo sintiendo futbolista, no me he quitado la camiseta. Sigo sintiéndome como un jugador más. Incluso a veces lo hago, cuando tengo que mostrar alguna corrección a los muchachos y ejecuto el ejemplo directamente", admite sin pena el merideño.
Su corazón sigue allí, pero tras casi dos años como asistente técnico, ya se ha obligado a pensar como entrenador. "La principal diferencia es la impotencia de no poder resolver las cosas dentro de la cancha.
Por eso tratamos de solventar cualquier problema en la semana, les damos los consejos e instrucciones necesarias para que ellos resuelvan los partidos. A la final, terminamos disfrutándolo y aplaudiendo, porque ellos nos deleitan con su fútbol. Juegan muy bien", dijo Morán.
A pesar de la modestia, buena parte del crédito es de Vera, Morán y Babío. "Buscamos el buen fútbol, y eso para nosotros significa hacerlo a base de toques, juego en conjunto y manejo. Eso da la vistosidad y la amplitud para hacerlo efectivo", afirmó.
Comenzó a prepararse como entrenador en el camino, justo después de su retiro. "Había empezado a estudiar por internet antes de tomar la oferta de Chuy, pero luego he ido haciendo los cursos y ya tengo las credenciales. Ahora estoy finiquitando algunos asuntos para ver si voy a hacer cursos y visitas a Europa".

Conexión merideña. Esa inspiración en un estilo de juego la comparten especialmente Vera y Morán, desde que brillaron con Estudiantes. "La mejor etapa de mi vida con clubes la tuve en Estudiantes con Richard Páez, especialmente en 1999. Los resultados así lo avalan, aparte de lo que disfruté en la cancha. Desde entonces, Chuy y yo estamos muy apegados a esa filosofía y aún mantenemos ciertos nexos con Richard y lo que nos enseñó. Si tomas en cuenta también la época que viví en la selección con él, que originó lo que es la selección hoy, es lógico que tengamos el estilo paecista, con la adición de nuestros toques personales", expresó.
Su buena relación con Vera, desde que eran jugadores, le ayuda hoy en día. "Antes de oficializar mi retiro, me hizo la oferta de acompañarlo en Estudiantes. Lo hice y luego, aunque estuve separado un tiempo por compromisos personales, me uní otra vez en Zamora. La conexión con él es la misma de cuando jugábamos. Y junto a Babío, compartimos una misma visión y hay consenso en cada decisión", aseguró.
También comparten la fe y otros valores. "Siempre anteponemos a cualquier circunstancia nuestra creencia en Dios. Nos hemos consolidado como grupo, porque buscamos que los muchachos tengan un liderazgo positivo, no solo en el campo, sino en su comunidad o su edificio. Y lo han logrado, hoy son ídolos de la ciudad, son respetados y queridos".

Aporte en las dos áreas. Como ex delantero, Morán puede ofrecer mucha ayuda a Juan Vélez, Jonathan Copete, Jesús Meza y demás piezas ofensivas del Zamora. Pero no es lo único: "Claro que hago aportes a la ofensiva, es mi especialidad, pero también a la defensa le doy instrucciones. Sé cuáles son los posibles errores que ellos pueden cometer, porque eran las cosas que yo aprovechaba de los rivales cuando jugaba. Pienso como un delantero y les digo cómo evitarlo".
(Nota escrita para la edición 14/4 de El Nacional)

El gran paso de Ceferino

Con parte de la afición en contra, con las dudas sobre la posibilidad inmediata de éxito del nuevo plan del Caracas y con la mirada de todos posada sobre él. Así ha tenido que vivir Ceferino Bencomo los últimos meses, desde que la directiva y el propio estratega decidieron en diciembre que era hora de decirle adiós a piezas fundamentales y experimentadas y hacer más drástica la renovación que había empezado unos cinco meses antes.
El proceso generó muchas inquietudes en la afición y la prensa. Caracas, siempre competidor, parecía comprometer seriamente la posibilidad de titularse o avanzar en la Copa Libertadores. Hoy, sin embargo, un empate o una victoria contra Vélez Sarsfield le dará a Bencomo y a este remozado Caracas el primer gran logro en esta nueva etapa: un puesto en los octavos de final de la copa.
"Haber llegado hasta la última fecha con la opción de ir a octavos y contra un equipo favorito como Vélez ya es una gran satisfacción. Ojalá se confirme en este partido esa clasificación", dijo Bencomo ayer, antes de iniciar la última práctica previa al importante encuentro.
La paciencia de Bencomo le ha permitido tolerar una gran exigencia. El ex lateral derecho no bajó la guardia, ni siquiera en los momentos más duros, y hoy puede decir que tuvo razón en no desesperar.
"Sabíamos que íbamos a ser blanco de crítica por todos los jugadores emblemáticos que salieron, pero estábamos convencidos de nuestro trabajo y contamos siempre con el respaldo de la directiva", afirmó.
"Cuando se hace una renovación o transición es difícil que pelees por un objetivo, es normal que ese primer año sea riesgoso, pero hemos tratado de combinar dos metas (Libertadores y liga) con el proceso y nos ha ido bastante bien", dijo.
Las expectativas han sido superadas, incluso si se produjera un desenlace negativo en el choque de hoy, y Bencomo está claro: "Hay que seguir, pase lo que pase, y fortalecernos".
El técnico mantiene la misma seguridad en obtener el éxito que sintió cuando hizo los cambios en la nómina: "Siempre pensé que podíamos ser campeones, en la liga y en la Libertadores. La mentalidad ganadora hay que tenerla, y eso siempre ha existido en el Caracas".
Esa mentalidad también la tiene la afición roja, que en los malos momentos empezó a exhibir una leyenda en las gradas: "CeferiNO". El DT hoy sonríe y acepta: "Entiendo al fanático. Ellos quieren ganar siempre. Yo también, aunque no todo el tiempo se pueda. Nunca lo tomé de manera personal. Cuando entro al campo a dirigir, me concentro, no miro pancartas. Esa sí me la comentaron, pero estoy tranquilo, igual que con las críticas que recibí. Son aceptables, pero no me han afectado".
Las derrotas, en cambio, sí surten efecto en el aparentemente impasible técnico. "Cuando los resultados no se dan, te pasa. El fútbol es así, extremo. O estás triste o estás alegre. Y cuando no salen, debes ser más fuerte", expresó.
Entre los mejores momentos de esta nueva etapa, Bencomo se resiste inicialmente a mencionar uno: "Aprecio todas las victorias, cada una tiene un sabor diferente". Pero tras una pausa y con una sonrisa, agregó: "Aunque cada vez que le ganamos al Táchira es una satisfacción aparte".
Para llegar a este punto, a estar al borde de los octavos, Bencomo afirmó que no existe una fórmula: "No hay una como tal, pero sí está el trabajo diario y la unión con los jugadores. Así lo hemos conseguido. Y esto no acaba aquí. Vamos a tener un Caracas para muchísimos años".
(Nota escrita para la edición 14/4 de El Nacional)

miércoles, 13 de abril de 2011

Richard Páez: "Estoy muy feliz, esta es una recompensa al trabajo"

Millonarios está ubicado en el tercer puesto, a solo dos puntos del líder Once Caldas, y con la ilusión de ir a los playoffs de la liga colombiana después de tanto altibajo. Para su técnico, Richard Páez, es un momento especial.
“Estoy muy feliz. Esta es la recompensa que da el fútbol a quien se traza objetivos y trabaja por ellos. La tarea ahora es seguir en esta línea, con esta convicción”, afirmó vía telefónica el estratega venezolano.
Páez, sin embargo, advierte que todavía queda mucho camino por delante. Por eso no habla de la posibilidad del título: “Siento orgullo por lo que estamos haciendo, claro, pero en este momento no pienso en eso. Lo importante es pasar a los cuadrangulares finales y ahí se verá”.
El pasado semestre, Páez sufrió para darle estabilidad al conjunto. Ahora, el cuadro azul muestra otra cara. “El año pasado tuve que adaptarme a lo que tenía, no era un equipo armado por mí y no pude aplicar el juego que a mí me gusta. Esta vez sí logré armar al conjunto y adecuarlo a mis características.”, explicó.
“La idea ahora es completa, Millonarios se va acercando a lo que en un momento fue la Vinotinto que manejé. En cuanto a esquemas he ido variando, apelé al 4-2-2-2 en ocasiones y ahora trato de establecer el 4-1-3-2”, dijo.
De aquella Vinotinto también puede repetir, al menos, a un integrante: Alejandro Cichero: “Es un jugador con personalidad, jerarquía y fiel a la idea y a lo que se pida. En su posición, nos da máxima garantía”.
Después de algunos sinsabores en Lima y Bogotá, Páez disfruta el momento, pero brevemente: “Hay que seguir por este camino”. 

Lo más difícil. Páez, pionero de los técnicos venezolanos en el exterior, confiesa que no ha sido fácil establecerse, tras su primera pasantía con Alianza Lima en Perú y su actual labor con el cuadro bogotano: “Lo complicado es cambiar el estereotipo que todavía tiene la gente del venezolano, más aun si eres técnico. A uno le toca romper con todo eso”. No obstante, aprecia la calidez de los vecinos: “La cultura del colombiano es parecida a la nuestra y eso ayuda. Es algo muy agradable”.
(Nota escrita para la edición 13/4 de El Nacional)

domingo, 10 de abril de 2011

Renny Vega y Edgar Jiménez: "Somos los más ratas del camerino"

Dos buenos amigos, Renny Vega y Edgar Jiménez, son los líderes del Caracas. Pero no solo comandan al grupo por experiencia o calidad. Son también los principales bromistas, los que ponen apodos, los que nunca están en silencio en las prácticas. Son, como dijo Renny, “los más ratas del camerino”.

- ¿Cuándo se conocieron ustedes?
RV: Cuando llegué al Caracas en 2005, mi primer año acá. Tenemos una linda amistad desde hace 6 años. Somos los compadres, por decirlo así. Ponemos la alegría dentro y fuera de la cancha. Es bueno tener un amigo como Edgar acá en el Caracas, que además es una institución en la que me siento muy bien.

- ¿Pero no son compadres de verdad?
EJ: No.
RV: No, estamos esperando a ver quien pare primero (risas)
EJ: (risas)

- ¿Comparten actividades fuera del Caracas?
EJ: Siempre que tenemos un tiempo compartimos, a veces a cenar o a la playa en grupo.
RV: También jugamos softball o hacemos parrilla con el equipo. En vacaciones la playa sí es algo fijo, me encanta. Vamos a Cata, en Aragua, que es mi zona. Edgar conoce a la familia allá.

- ¿Qué tal juega softball Edgar?
RV: Es bueno.
EJ: Center fielder titular.
RV: Sí, le dicen el Guti (risas).

- En todos los entrenamientos andan de buen humor.
EJ: Sí, creo que siempre he tenido eso. Esta es una profesión, pero también uno tiene que tener entusiasmo y alegría, y trato de transmitírsela a los muchachos.

- Ustedes hacen muchos chistes, ¿algunos de sus compañeros se molestan con frecuencia?
EJ: Sí, muchos. Rohel (Briceño) se molestó muchísimo hace un tiempo, se puso serio. Le dije que no lo iba a joder más, pero a los 5 minutos lo estaba volviendo a joder (risas). Si se molestan es peor, saben que es así.

- A Leo Bautista siempre parecen querer fastidiarlo.
RV: Sí, ése es el hijo.
EJ: Bautista es un tremendo amigo, nos llevamos muy bien con él. Siempre lo chalequeamos, es verdad, pero él es uno de los más alegres en el entrenamiento y el camerino.

- ¿Es porque se molesta menos que otros?
EJ: No, sí se molesta, pero es de los que más aguanta el chalequeo.
RV: Si me meto con la novia, se molesta, pero es que él inventa canciones y cosas así. Entonces siempre lo molesto a él.
EJ: Un día se iban a caer a golpes en el camerino.
RV: Sí, ese día fue así, pero le dije “si te arrechas, te voy a seguir matando”.

- Recuerdo que también bromeaban con Emilio Rentería. Supongo que no era tan fácil si se molestaba, ¿no?
RV: (risas) No, lo que pasa es que era bruto para escribir.
EJ: No, es tremenda persona. Lo que pasa es que un día fue al banco a escribir un cheque, iba a cobrar 5 mil bolívares, y puso “cin” y después “comil” pegado (risas)
RV: (risas)
EJ: No vale, pero es muy pana
RV: Está como Diony Guerra, que un día dijo: “Un saludo a todos los televisores” (risas)
EJ: (risas) A Rentería le echábamos broma porque le pegaba muy duro y la mandaba de jonrón, le decíamos Barry Bonds.

- ¿Igual se metían con los jugadores de experiencia?
RV: Sí, con Rey, con Castellín. El “Pájaro” es un poco más serio, no es tan abierto a eso, pero igualito. No importa que tengas más años, porque es nuestra personalidad, entonces es difícil de cambiar. En la selección también lo hago. A veces es complicado, por la cultura. Cuando jugaba en Turquía, chalequeaba y entonces los compañeros me veían y me decían que me calmara. Y yo les decía, “no, no puedo”.

- Ya va, pero ¿cómo chalequeabas? ¿En turco?
RV: No, chalequeaba en español, pero el traductor les explicaba. Claro, no es el mismo chiste.

- Supongo que han tenido muchos sobrenombres famosos en el equipo.
EJ: Un gran apodo es el de un buen amigo mío, “Bon Ice”: Ronald Vargas. Por lo delgado y chupi chupi (risas). A Juan Guerra le decimos “La merengada”, el hombre baila demasiado bien merengue y le pusimos así. A Julio Machado, “cabezón”, por la cabezota esa que tiene. Y Leo, bueno, ése no lo puedo decir porque se molesta (risas)
RV: En la selección también pegó eso de “Bon Ice” con Ronald. “La merengada” es bueno, porque suena medio raro. Ah, y faltó “El sometido”, Pablo Camacho (risas)
EJ: Ah verdad, no lo dejan ni salir (risas)

- ¿A los extranjeros tampoco los perdonan?
RV: Es que uno trata de hacerlos sentir parte del grupo. Fíjate, el panameño (Nelson Barahona) ya dice groserías venezolanas.
EJ: Claro, así tienen confianza con los demás y aportan más al equipo.
RV: Y así uno aprende groserías de otros países también.

- A Cabezas ya le asignaron su apodo
RV: Ah sí, los fanáticos le pusieron “Webin”, yo no sé por qué.
EJ: Será que lo vieron en el baño, no sé (risas). Había otros como Weymar Olivares. Le decíamos triple feo, era muy animado, muy buena persona. A él creo que le pusimos más apodos que a cualquier otro.

- Cuando juegan voleibol en las prácticas, ustedes parecen tener sus trucos para buscar ganar. El de Edgar es meterse con el rival, ¿no?
EJ: Claro, trato de hablarles y decirles que son malísimos a ver si los saco de concentración en el juego. Lo único malo es que nunca me ponen con Renny, porque si no, les ganamos a todos. Pero obvio, cuando pierdo, me quieren caer todos encima.

- ¿Y el de Renny? Bueno, aparte de cabecear bien
EJ: Claro, si no cabecea bien con ese “cocorón”
RV: (risas) Sí vale, si no cabeceo bien con esta topora, imagínate. No, tú me ves ahí, echando broma, tratando de meterme con el árbitro, mentándole la madre a los chamitos, pero no por mal, sino para pasarla bien. Son los únicos días de la semana que podemos jugar eso.

- ¿Han pagado apuestas? Porque veo que las hacen
EJ: Sí, he pagado desayunos. Grande nunca me apuestan, me tienen miedo, pero desayunos he pagado.
RV: Ahorita te deben una parrilla por el Táchira
EJ: Ah sí, pero esos son unos amigos que me apostaron en contra en el clásico. Y como gané, ahora me tienen que pagar. Cuando tengan un tiempo, ya saben.

- ¿En las concentraciones son iguales o peores las bromas?
RV: Si vemos a alguien dormido en el avión o en el autobús, ponemos su foto en el PIN del Blackberry o lo fregamos dormido.
EJ: Uno de los viajes más alegres que hemos tenido fue después de la final en Táchira. Fue un vuelo extraño, casi volteamos el avión ése, estábamos saltando y cantando. Fue uno de los momentos más felices del equipo, por ganarle así a nuestro principal rival. “Colorado” (Aristeguieta) se puso a cantar las canciones de la barra. Fue un momento inolvidable.

- ¿Alguna vez han tenido un motín o al menos alguien que se rebele?
RV: Es que somos los más ratas del camerino. Pero sí, nos buscan a veces.
EJ: Entre nosotros ha pasado. En los partidos, Renny y yo nos hemos dicho cosas fuertes. Claro, son cosas de partido.
RV: En Maracaibo nos íbamos a matar.
EJ: Sí. Con Castellín una vez me pasó, nos dijimos de todo en la cancha. Fue feo, por la adrenalina del juego, pero el gordo es tremenda persona y habló luego conmigo, y todo bien. Con este cabezón (Renny), es a cada rato. Le gusta tirar las pelotas largas y nos pone a correr demasiado.
RV: (risas)

- ¿Les ha tocado que se metan con ustedes por alguna jugada mala?
EJ: Sí, me pasó ahora cuando fallé el penal en Táchira. Imagínate el chalequeo.
RV: Estaba callado el hombre.
EJ: Es así. Recuerdo un gol que nos hicieron en Barinas, que el árbitro anuló. Te habían quitado el balón, ¿recuerdas? (se dirige a Renny). Entonces yo le estuve fregando la paciencia después del juego. “¿En qué estabas pensando?”, le decía. Él sabe en qué estaba pensando.
RV: La negra (risas)
EJ: Sí, estaba pensando en su negra -la novia-, entonces el hombre se desconcentra (risas).

- ¿En un partido también bromean en el camerino?
RV: Antes del partido, claro. Pero si pierdes es muy difícil que eso pase. Si ganas, entonces no hay rollo. Ahora en Táchira, al ganar, le echamos broma a (Carlos) Suárez, porque hizo una bicicleta y rompió la cancha.
EJ: Siempre antes del juego hay música, cinco minutos antes de salir. Incluso en el calentamiento seguimos echando broma. Eso ayuda a no estar tensos ni presionados, y así podemos rendir. Les digo a los muchachos que somos privilegiados por poder hacer lo que nos gusta. Así que lo tomamos con alegría y responsabilidad.
(Nota escrita para la edición 10/4 de El Nacional)

Mario Rondón: "Estoy listo para saltar a un club grande"


Mario Rondón trata de no preocuparse o al menos da esa impresión. Según el diario A Bola, hoy habrá personal técnico del Copenhague de Dinamarca en el partido de su club, Pazos de Ferreira contra Rio Ave. El seguimiento que le han hecho al delantero venezolano podría terminar en una oferta al final de la campaña.
“La verdad, no sé nada. Incluso hablé con mi representante hace poco y no me mencionó esa visita. Quizás también sea para no crearme más ansias para el partido”, afirmó Rondón desde Portugal.
Bien sea el Copenhague u otro club, Rondón piensa que ha demostrado que puede afrontar mayores retos. “He tenido una gran temporada y creo que puedo dar el salto ya a un club más grande. Pero eso lo veremos después”, dijo. Su actual contrato tiene efecto hasta 2013, pero el equipo ya piensa ofrecerle una renovación por dos años más; así lo podría retener o percibir mayores beneficios por una transacción futura.
Por el momento, Rondón se enfoca en ayudar a su club a mejorar. “Hemos perdido tres partidos seguidos, y en dos por lo menos hemos merecido mejor suerte. Así que en este juego esperamos cambiar eso, y ojalá pueda ayudar con más goles”, afirmó.
Con 6 goles en la liga y 4 en la copa, su meta individual es exigente, al tomar en cuenta que solo quedan 5 jornadas: “Quiero llegar a 10 tantos en la liga”. Si hoy aporta a ese objetivo, al Copenhague podrían no quedarle dudas sobre lo que debe hacer.
(Nota escrita para la edición 10/4 de El Nacional)