martes, 4 de enero de 2011

Los refuerzos rojos llegaron con ganas

La clínica Vista Alegre fue el lugar de reunión de los nuevos refuerzos del Caracas, al tener que cumplir todos con la rutina de los exámenes médicos.
A las ocho de la mañana fue el turno del trío formado por el panameño Nelson Barahona, Rohel Briceño y el colombiano Edwards Jiménez. Tres horas más tarde, llegó Angelo Peña, que logró encontrarse todavía con Briceño en el lugar.
El elemento común en todos: el entusiasmo por su nueva aventura con el cuadro rojo. “Estoy bastante motivado, primero por la alegría de volver a jugar en Venezuela, y luego por estar en un club tan grande como el Caracas. Estoy muy comprometido con los objetivos del equipo”, dijo Peña al salir de la clínica.
Peña espera congeniar rápido con sus compañeros: “He compartido con varios en las oportunidades en que he estado en la selección, y eso te hace sentir mejor al llegar. Sé que es un buen grupo, por eso han logrado lo que han logrado, y espero que hagamos un gran trabajo”.
El merideño sabe que reemplaza a un favorito de la barra, Jesús “Pulga” Gómez, y por eso desea cumplir con las expectativas: “Sé lo que hizo Jesús, su gran trabajo, y de hecho hablé hace poco con él. Se compenetró mucho con el club y su afición, y eso me hace sentir el compromiso de tapar ese hueco que él dejó. Pero vengo con humildad y con ganas de que las cosas salgan bien”.
A Peña le agrada el proyecto joven del Caracas, pero recuerda que todo el peso no recaerá en ellos: “Un grupo se conforma con 25 jugadores al menos, no uno solo. Es importante tener esa calidad joven, pero también el aporte de algunos de mayor edad”.

Sus socios. Peña, como bien dijo, no estará solo. Barahona será su socio en la creación. “Mi primer objetivo es adaptarme rápido al Caracas y familiarizarme con los compañeros. A Angelo no lo conozco aún, pero espero que podamos hacer una buena dupla. Debemos ser talentosos, y ayudar y darles tranquilidad a los delanteros”, afirmó el panameño.
Barahona se define como un “10”, más que un jugador de banda: “No soy de ida y vuelta. Trato de mejorar en el quite y ayudar, pero a la ofensiva es cuando aporto más, como creativo, con mis pases de gol y en las jugadas con pelota quieta”.
Jiménez podría hacer pareja en el ataque con su compatriota Luis Cabezas. “Lo conozco bien, tenemos características similares, aunque yo puedo jugar más fuera del área y que él sea la referencia. Con ayuda, vamos a hacer goles y a ser un peligro constante”, afirmó.
Y Briceño, una promesa criolla en el lateral izquierdo, dijo: “Jugar la Libertadores será una alegría y ojalá pueda ganar aquí el campeonato”.
Con estos refuerzos, habrá posibilidades de alcanzar esos objetivos.

Empezaron a conocerse

Briceño, Jiménez y Barahona (en la foto, en ese orden) tuvieron tiempo de compartir historias. El panameño conoce bien al colombiano, tras jugar en la liga neogranadina. “Lo conozco como goleador, él sabe moverse para darle pases”, dijo. También a Franklin Lucena, a quien enfrentó en los choques entre Panamá y la Vinotinto: “Por él y otros del grupo sé que podemos hacer buenos partidos”. En la tarde, fue el turno de integrarse a la pretemporada del conjunto rojo, en Cocodrilos Sports Park, antes de emprender el viaje nocturno a Maturín, donde terminarán esta etapa.
Peña tuvo un día mucho más ajetreado en diligencias, pues debió tramitar papeles en el consulado de Portugal, y espera el finiquito de su préstamo anterior al Portimonense luso.

FOTO CORTESÍA WILLIAMS MARRERO 

(Nota escrita para la edición 4/1 de El Nacional)