miércoles, 28 de diciembre de 2011

"Pájaro" Vera dejará de volar en 2012

"La última vez que fui a Amazonas fue en 1990, cuando me tocó jugar con Bolívar una eliminatoria zonal de los Juegos Nacionales, contra Monagas y Amazonas. Espero que haya cambiado en 21 años", confesó entre risas Luis "Pájaro" Vera, nuevo fichaje del conjunto de Puerto Ayacucho.
El experimentado volante de 38 años de edad admitió no saber si su último vuelo será entre Tucanes, pero sí pone un límite. "Acordé el contrato con ellos hasta mayo, pero la decisión depende de cómo termine con Tucanes y la motivación que tenga. Quizás juegue un semestre más hasta diciembre. Lo que sí tengo claro es que jugaré, máximo, un año más. Para 2013 no seguiría", aseguró.
En Amazonas lo recibirán viejos amigos. El técnico Gilberto Angelucci, quien fue el reclutador de turno, y los asistentes William Pacheco y Víctor Orozco. "A Gilberto lo llamé apenas tomó el cargo. Fui uno de los primeros que lo felicitó. Le dije que él y Pacheco eran gente que tenía que volver al fútbol, que no podían estar alejados tanto tiempo. El fútbol venezolano necesita gente así", contó Vera.
"Será toda una experiencia ser dirigido por ellos, con quienes coincidí tanto en mi carrera. Cuando llegué a Minervén eran ídolos. Es muy agradable poder volver a compartir con ellos, ahora como técnicos", admitió. "Gilberto me llamó para unirme al equipo. La intención de Tucanes es poder reforzarse para lograr el objetivo que tienen, que es la permanencia en primera división, y espero poder ayudarlos en eso".

Será director técnico.
Vera tiene claro su futuro después de colgar los botines. Desea ser director técnico. Ya ha realizados cursos y también se ha trazado una ruta. "No quiero asumir la dirección de un equipo en primera división de inmediato, apenas me retire. Me gustaría empezar siendo asistente o trabajar con categorías inferiores, quizás en un equipo en segunda división, pero creo que es necesario quemar etapas y me gustaría hacerlo de esa manera", explicó. "Claro, luego de un tiempo sí me gustaría tomar un equipo de primera división", acotó sobre sus ambiciones.
El destino para comenzar esa etapa como estratega también parece estar pensado. Al preguntarle por Caracas, el cuadro en el que brilló durante la mayor parte de su carrera, confesó: "Caracas me dejó las puertas abiertas. Hace poco hablé con Philip Valentiner (presidente del club), que es un gran amigo, y conversamos sobre eso. Él sabe que quiero ser técnico y me pidió que les diera a ellos la primera opción cuando decida hacerlo. Y la tiene, me gustaría estar con el Caracas. Pero bueno, vamos a ver cómo se dan las cosas".

La aventura
Vera tiene claro que esta parada en Amazonas será especial. "De Puerto Ayacucho, lo único que recuerdo de aquella vez (1990) es que almorcé en un mercado", afirmó. "Me iré solo, pero mis niñas y la familia me visitarán luego. Tengo buenas referencias. La afición respalda al equipo, asiste a los juegos y me han dicho que la cancha está muy buena".
"Pájaro" se anima con el reto de ser figura en un nuevo conjunto y dar su mejor esfuerzo en el ocaso de su carrera. "El último semestre en el Esppor fue desgastante. Necesitaba recargar pilas".
(Nota escrita para la edición 28/12 de El Nacional)

lunes, 26 de diciembre de 2011

Historias de una Copa América que marcó el camino

1 Maestrico y su bebé César González bailó al marcarle a Ecuador. Ese tanto significó el triunfo y, posteriormente, la clasificación para Venezuela. Fue también una oportunidad para soltar sus emociones. "El festejo va para mi bebé, que viene en camino. En el momento de anotar el tanto, me detuve un segundo y luego pensé en ir a buscar el balón para dedicárselo. Será mi primer hijo, un varoncito, va a ser futbolista", reveló entre risas. César Matías ya nació y para su padre, el recuerdo de aquel gol contra Ecuador siempre irá ligado a él. Maestrico casi no juega ese día por problemas estomacales y casi no hace el gol, porque justo antes de patear, se preparaba el cambio por él. Por eso cuando lo hizo, además de recordar a su bebé, cumplió con el baile planificado con sus compañeros.

2 El general Rincón Dos expulsiones. Ese dato podría indicarle a algún incauto que el torneo de Tomás Rincón fue negativo, pero nada más lejos de la verdad. El tachirense fue reconocido como pieza fundamental del buen quehacer de la Vinotinto y hasta fue premiado como el mejor jugador en una votación popular realizada por Adidas. Para Rincón fue un torneo de emociones. Aparte de la rabia por recibir dos tarjetas rojas (una injusta, en opinión de la mayoría), se conmovió en el día del triunfo contra Ecuador al pensar en un ser querido: "Recordé a mi mamá y casi se me salen las lágrimas, porque hace nueve años que falleció y quería darle esta alegría a ella".

3 El poste te da, el poste te quita Contra Chile, la Vinotinto agradeció que los postes rechazaran los disparos rivales. Esos momentos afortunados permitieron que Venezuela se mantuviera viva y luego liquidara al favorito en San Juan para cruzar por vez primera el umbral hacia las semifinales. "Tuvimos suerte, pero muchas veces nos ha tocado en contra", fue el comentario del grupo. Lo confirmarían en el siguiente partido, porque contra Paraguay, la suerte vino a cobrar esa cuenta. Los tiros venezolanos fueron los que se negaron a entrar y tocó decidir el pase en penales, con resultado negativo.

4 Farías, Brasil y el respeto Brasil, como primer reto de la Copa América 2011, era una carta de intención para César Farías. "Siempre es difícil jugar contra Brasil, pero esos son los retos que le gustan a quienes estamos en el fútbol. Si puedes sacarle un resultado a Brasil, mandas un mensaje sobre las pretensiones que tiene Venezuela en la copa", dijo el seleccionador antes de comenzar el torneo. Brasil es un rival especial para Farías. Consiguió el primer triunfo en aquel amistoso en Boston en 2008, le sacó el primer punto en eliminatorias y fue el primer y decisivo paso en la historia que desarrollarían en suelo argentino este año. Farías pidió a sus rivales respeto una y otra vez durante el torneo. Y lo consiguió de la forma más efectiva, con resultados.

5 La gran copa de Vega "El fútbol da revancha. Contra España me dieron hasta en la madre, la gente me dijo de todo, pero yo me preparé para esta copa sabiendo que podía ser mi última, y todo ha ido por buen camino. Igual tengo los pies sobre la tierra", dijo Renny Vega. El portero, criticado en aquel amistoso contra el campeón del mundo, hizo de todo en Argentina: salvó dos veces de forma milagrosa para defender la ventaja contra Ecuador, asistió de cabeza a Grenddy Perozo para el gol del empate con Paraguay, y jugó con un cuadro viral y vómitos contra Chile en cuartos de final.

martes, 13 de diciembre de 2011

Franklin Lucena: "Me recuperaré de esta lesión"

Franklin Lucena lo supo de inmediato. "Me di cuenta. Sabía que era grave", confesó ayer el volante del Caracas al conocer el alcance de la lesión en su rodilla izquierda: rotura de ligamento cruzado. El club informó que será baja por 4 meses, pero Lucena admitió que será más: "Entre 5 y 6 meses. Es un golpe, porque venía el reto de la Libertadores. Pero lo he dicho antes, tengo muchos objetivos pendientes. Me recuperaré". En poco más de seis meses, la Vinotinto volverá a jugar en la eliminatoria y Lucena probablemente no estará en forma. "Menos mal que el premundial es largo y me quedarán muchos partidos", dijo.
(Nota escrita para la edición 13/12 de El Nacional)

El presidente del Caracas, Philip Valentiner, afirma que no hay razones para decaer en el club

Como ocurrió en el pasado Clausura, Caracas tuvo que reconocer al final que hubo un equipo que lo hizo mejor. Esta vez fue Lara y no Zamora, pero en el ánimo de la afición pesa el tercer torneo consecutivo sin celebrar un título. Es una sensación extraña para el equipo más laureado de Venezuela.
La sequía coincide con la decisión de rejuvenecer al equipo y darle mayores oportunidades a la cantera. La medida podía tener un costo inmediato, y éste es. La directiva del club, sin embargo, mantiene sus argumentos porque confía en que dará frutos.
"Seguiremos con el mismo proyecto. Como es costumbre, nos reforzaremos para el Clausura y la Libertadores, porque el Caracas tiene que seguir participando en copas internacionales", afirmó el presidente Philip Valentiner, al ser consultado.
"Habrá pocas variantes, dos o tres refuerzos, porque los jóvenes han tenido continuidad y han ganado experiencia", acotó. Admitió que los extranjeros han sido un punto débil y que será parte del esfuerzo por reforzarse mejor en el segundo semestre.
Valentiner evaluó lo hecho por Caracas: "No me siento triste y no hay por qué decaer. Entiendo que van tres torneos sin un título, pero Caracas ha hecho grandes torneos, sólo que se ha encontrado con equipos como Zamora o Lara que lo han hecho mejor".
(Nota escrita para la edición 13/12 de El Nacional)

Richard Páez crea su equipo ideal en Millonarios

Millonarios tiene una sensación de deja vu. En las semifinales de la Copa Colombia, goleó 4-1 a Junior en Bogotá y luego empató 0-0 para ir a la final, que le dio el primer título en el exterior a Richard Páez.
En la liga, después de golear 3-0 en El Campín, jugarán mañana en Barranquilla por el boleto a la segunda final en este semestre.
"Estamos felices. Dichosos los que tienen fe", afirmó Páez, vía telefónica. La explicación de la segunda frase la dio a continuación: "En un momento me criticaron por los cambios que hice, pero este equipo se ha mantenido fiel a una idea. Se ha presentado el mismo patrón que tuve antes con Estudiantes o la selección, y es que si me dan tiempo para trabajar, encontramos los resultados. Esta es la recompensa por eso".
Páez recuerda que con Estudiantes perdió una serie en 1999 después de ganar 3-0, pero sabe cómo evitarlo. Por ahora, está muy satisfecho con el juego de sus dirigidos: "Este Millonarios se acerca al equipo que siempre quise tener: laterales de proyección, un volante mixto o de salida, un portero que puede manejarse bien desde el fondo, dos o tres volantes creativos que llevan el juego".
Poder ganar otro título en tan poco tiempo motiva a Páez. "Ya aseguramos el cupo en la Copa Sudamericana y queremos ir a la Libertadores. Si lográramos el doblete sería el colofón de este proyecto que ha ido en alza. Pero lo evaluaremos si sucede", afirmó.
El estratega disfruta el respaldo de los venezolanos: "Los que viven en Bogotá siempre están cerca. Van a los entrenamientos o me hablan en la calle. Es un gozo, una dicha poder tener el apoyo y el reconocimiento de la gente de mi país". Y si gana otro título, sumará más adeptos en el vecino país también.
(Nota escrita para la edición 13/12 de El Nacional)

domingo, 11 de diciembre de 2011

Rivales a pesar del otro

Que Táchira sea el actual campeón y Caracas no haya podido ganar un torneo en la temporada pasada no le resta a la rivalidad. Que los rojos estén en busca del título del Apertura y los aurinegros no salgan de una crisis que ni siquiera esa estrella pudo borrar, tampoco.
Cuando una rivalidad deportiva es grande, prácticamente anula la relevancia de la tabla de posiciones. Claro que es mejor ver a dos grandes enemigos enfrentarse cuando su rendimiento está en el tope, pero después de la motivación principal de un trofeo, aún quedan muchas razones para vencer al archirrival.
La que mueve al Táchira hoy en San Cristóbal, además del orgullo deportivo, es aguarle la fiesta al Caracas. "Independientemente de dónde estén en la tabla, los jugadores de Táchira van a querer mostrarse en el clásico. Hay una historia entre los dos equipos que hace que se jueguen todo en esos partidos", anticipó Alexander González, una de las referencias del rejuvenecido Caracas.
Si quedaba alguna duda del compromiso adicional que tiene el cuadro tachirense, bastó leer las declaraciones de Javier Villafraz en un comunicado de prensa del club: "Es obligatorio ganarle al Caracas, porque es un rival directo siempre, es el clásico y siempre hay que ganarlo, hay que dejar una buena presentación en nuestro último partido del año en San Cristóbal".
Agregó el mediocampista: "Es un partido con gran ambiente. Caracas necesita sacar un resultado porque pelea el campeonato, trataremos de tener una revancha por todos los compromisos que nos han sido adversos durante este semestre".
La grave situación del Táchira en 2011 resulta imposible de obviar. Un Clausura para el olvido bajo la conducción de Jorge Luis Pinto, que se pudo excusar con la victoria en la final contra Zamora, una instancia en la que estuvieron gracias al torneo anterior. El anuncio de un nuevo proyecto de la mano del entrenador derrotado en esa serie, Chuy Vera, fue abandonado por la directiva después de la victoria de la impaciencia en un Apertura que ahora termina en la misma tendencia negativa. Una señal de alerta para cualquier otro entrenador, algo que confirmó la decisión de Noel Sanvicente de no tomar el timón para 2012 bajo condiciones que no estimaba convenientes.
En el Caracas las alegrías han sido más frecuentes, una vez superada la complicada transición hacia la conformación de un equipo más joven. Pero el papel secundario en los dos últimos torneos no le sienta bien al cuadro rojo, y menos si por tercer torneo consecutivo le toca conformarse con pelear hasta el final y felicitar a otro. En la Copa Libertadores fue eliminado en la fase de grupos y ahora deberá jugar el repechaje contra el poderoso Peñarol. Así que también hay urgencias en el bando capitalino, aunque su situación sea distinta a la de su némesis.
Un clásico es una oportunidad para dejar de mirar la tabla. Pero una vez que el resultado queda en el marcador, la realidad golpea de nuevo. Para Táchira sería doloroso perder otro partido, pero mucho más si eso significa permitir que el rival siga teniendo opciones de levantar un trofeo. Para Caracas sería una pena volver a dejar pasar otro torneo sin ganar, pero mucho más si es su archirrival el que le niega la posibilidad.
Algo devaluado, menos atractivo, pero clásico al fin, con mucha motivación aún. Un enemigo no quiere a otro de compañía, a menos que sea en la miseria. Ese quizás sea el deseo de Navidad del Táchira para el Caracas. Y no lo van a negar. O si prefiere, pregúntele a alguien de los Leones si no desea algo similar para el Magallanes esta noche.
(Columna escrita para la edición 11/12 de El Nacional)


domingo, 4 de diciembre de 2011

El Juan Arango que sus amigos conocen

"Juan es un tipo al que si lo conoces, lo ves diferente a los demás". La frase es repetida por tres amigos que han aprendido a apreciar en distintas etapas de su carrera y de su vida a Juan Arango, el máximo representante del fútbol venezolano en los últimos diez años.
"Nos conocemos desde que éramos carajitos, desde que teníamos 5 o 6 años de edad. Vivíamos en el mismo barrio en Maracay, La Democracia, nos criamos allí", recordó Renny Vega con su usual desparpajo. "Jugamos juntos en el equipo de la UCV cuando éramos chamos, hasta que yo me fui a San Cristóbal y él a Cumaná a los 15 años", agregó el portero, que suele bromear con el capitán de la selección como lo hacía cuando eran niños.
"Nos conocemos de toda la vida, me tiene que aguantar el chalequeo. Pero él es un tipo tranquilo, así que es con respeto, nada pesado", aclaró Vega, que conoce al verdadero Arango. "Mucha gente tiene una imagen distinta de él. Por todo lo que ha logrado, la gente se intimida y cree que es agrandado, pero para nada, es un tipo humilde".
En La Democracia, Arango era bien conocido. "Lo recuerdo echando vaina en la casa y jugando fusilado. Pero siempre andaba con un balón pa’arriba y pa’abajo. Sus padres son colombianos y muy conocidos en el barrio por su educación y humildad. Él era muy casero, de familia, no era tan callejero como uno, lo tenían algo sometido, pero tratábamos de llevarlo por el carril del barrio", contó Vega entre risas. "Bueno, más mis hermanos que yo, ellos eran más malos y eran los que lo fregaban. Juan era muy tranquilo, no salía mucho a fiestas o a bailar, era un poco más cerrado. Lo que le gustaba era jugar fútbol y estar en su casa, pero nos juntábamos con frecuencia, teníamos un buen grupo. En mi casa jugábamos partidos de futbolito, pero Juan nos invitaba mucho a su hogar, porque era el único de la zona que tenía Nintendo. Se hacían colas para ir a jugar con él", relató divertido.
"Juan siempre fue un tipo que se comprometió con lo que quería, siempre quiso llegar a lo más alto y eso es algo de admirar. Su familia, además, es excelente e hizo que no descuidara sus estudios y los culminara. Juan ha sido el mismo desde entonces. Sí hay cosas que te cambian la vida, porque él es uno de los más famosos deportistas de Venezuela, pero Juan sigue siendo el mismo tipo tranquilo. No anda faranduleando ni es de salir de noche todo el tiempo, él sabe hacer sus cosas", afirmó Vega.
Cuando se encuentran en la selección, el guardameta pone al capitán al corriente de lo que pasa en el barrio: "En La Democracia se ponen muy contentos cuando Juan va, porque ahora no puede hacerlo a menudo. No es como a mí, que me ven casi que una vez al mes. Pero cuando ha ido en diciembre jugamos la caimanera de softbol que yo organizo. Y si no va, porque hay que entender que tiene la agenda más difícil que Chávez, igual me pregunta por el barrio y yo le cuento lo que ha pasado".

Un adiós que abre una puerta para Sanvicente

Noel Sanvicente acababa de romper su relación con el Real Esppor y, con el dolor de la separación en su voz todavía presente, no estaba muy animado para empezar a hablar de un nuevo pretendiente: Táchira. Pero en San Cristóbal, apenas al conocerse la noticia, la directiva del cuadro aurinegro ­que aún busca un nuevo técnico para el Clausura y la Copa Libertadores- confirmó su interés mientras ofrecía una rueda de prensa sobre el proyecto de la nueva sede del club. Es una situación favorable para ambas partes y difícil de obviar.
"El contacto con Táchira fue anterior al torneo. En este momento no hay ofertas, y no quiero pensar en eso. Si llegan, las analizaré", dijo Sanvicente al atender la llamada, después de conocerse su renuncia al cuadro blanco. "Ahora no tengo compromisos y quiero estar con mi familia. Si llega alguna propuesta, la revisaré. Veremos qué trae el Año Nuevo", dijo el estratega.

Camino con obstáculos. La decisión de separarse del Esppor, luego de una temporada y media al mando, llegó con pesar para "Chita". Este tercer torneo fue, sin duda, el más difícil para el laureado entrenador. "Es difícil estar así, los problemas económicos se iban agravando y no había ninguna solución. La directiva me dijo que antes de salir de vacaciones este mes van a poder pagar toda la deuda (de tres meses). Ojalá sea así, pero la razón para irme es que el proyecto inicial se desvió con tantos problemas. Había desgaste en el grupo por todos los problemas que hemos tenido: deudas, lesiones, multas. De todas maneras, Tomamos la decisión con la directiva del Esppor, de manera amigable", explicó.
Sanvicente habló antes con los jugadores: "Fue simple, porque ellos ya sabían. El desgaste era para todos, especialmente los jugadores. El presidente (Ricardo González) también, y él siempre fue sincero. También para él esto era una preocupación. Por eso y porque somos amigos, preferí tomar esta decisión antes de que termináramos como enemigos, que es algo que no quiero. Al Esppor le deseo lo mejor".

Pronta despedida. El lunes dirigirá el partido reprogramado contra Monagas y probablemente cederá de inmediato el timón a Charles López, su sucesor y hasta ayer coordinador de las categorías menores del club. "Lo decidí ahora porque no me parecía conveniente esperar hasta terminar diciembre. Así tendrán tiempo para planificar y armar el equipo para el próximo torneo", afirmó.
Su legado en el Esppor es positivo, pero exigente como es Sanvicente, era lógico que tuviera un lamento nada difícil de adivinar. "No haber podido conseguir un cupo internacional con el equipo de primera división, porque incluso estuvimos a un gol de un título de torneo. Pero en las divisiones menores el equipo ha sido muy exitoso y se encuentra muy fuerte para el futuro. Seguirá en crecimiento", confesó "Chita".
Ahora, le tocará pensar en su propio futuro. Y aunque no desea apurar el proceso para su retorno, ayer se convirtió, de inmediato, en el técnico más buscado por los equipos del país.
(Nota escrita para la edición 3/12 de El Nacional)