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domingo, 8 de abril de 2012

Cantera de técnicos en la cancha

Son más y más cada vez. El futbolista venezolano, en su evolución como jugador y también en la mejoría que ha experimentado en su carrera, se ha animado cada vez más a prolongar su vida en el deporte a través de la dirección técnica.
Ha sido un camino para aquellos jugadores que desde temprano entendieron que su futuro tenía mayor sentido con una pizarra (como le ocurrió a César Farías y a Eduardo Saragó) y también para esos jugadores estelares que descubrieron que podían tener tanto o más éxito en ese nuevo rol (como Carlos Maldonado y Noel Sanvicente, entre otros).

Siempre ha sido una alternativa, pero la mejor preparación de los jugadores en la actualidad y el atractivo que presenta la nueva ruta a tomar, a pesar de los problemas siempre presentes del campeonato nacional, invita a aumentar el número. Lo que no cambia, según la opinión de varios entrenadores consultados, es el perfil que debe tener aquel jugador que decida empezar a dar órdenes.
Ves ese posible futuro en jugadores que valoran lo colectivo, no sólo lo individual. Notas un liderazgo que delega, que se preocupa por el bien general, no sólo el propio. Además, ese tipo de jugadores no son líderes de una línea nada más y tienen el carisma necesario, conducen al bien, tienden a unificar", afirmó Chuy Vera, técnico de Estudiantes.

"La gente tiene la concepción errónea de que un buen jugador debe ser un buen técnico. No necesariamente. Lo principal es que tiene que saber leer los partidos, manifestar conocimiento del rival que va a enfrentar, ser respetuoso con sus compañeros, con los rivales, con los dirigentes, aunque tenga temperamento, pero lo que no puede ser es volado", dijo Manuel Plasencia, estratega del Petare.
Para Vera, la habilidad para manejar la adversidad es esencial en ese futuro entrenador: "Más allá de los errores que cometas, el éxito de un entrenador se basará en buscar lo positivo en esos errores. Ahí notas si pueden ser técnicos, si saben canalizar las cosas".

Para Plasencia, la personalidad es importante: "Debe tener cualidades humanas, suficiente autoridad moral. La mayoría no habla tanto, son comedidos en lo que dicen. Ahora, si encima de eso jugaban bien, es un agregado para su experiencia".
La interacción entre esos jugadores aspirantes y sus técnicos se produce de forma natural, bien sea que ya esté formada en su mente la idea de ser entrenador al retirarse o simplemente porque su curiosidad y sus cualidades lo llevan a querer absorber esos conocimientos. "Con ese tipo de jugadores se da una comunicación natural y mutua. Ellos buscan ese contacto porque les nace también. Y no es que sea vea mal que el entrenador se la pase hablando con un jugador, es que sucede en los equipos. El técnico los ve como un apoyo, son una extensión en el campo", explicó Vera.

domingo, 1 de abril de 2012

Hacer la cama a un técnico, ¿mito o realidad?

"Le hicieron la cama". La frase se repite en el fútbol y aunque cambien las palabras en los distintos países, el significado es el mismo: los jugadores no querían más a un técnico y preferían que se fuera. Y aunque todos escuchan la frase, nunca se admite cuando ha ocurrido. ¿Que nadie lo confiese lo convierte en mito? ¿O es una realidad muy incómoda para aceptar? "Desgraciadamente no se puede obviar. Eso ocurre", afirmó tajante Raúl Cavalleri, entrenador del Aragua. "Para evitar que cosas como esa sucedan, los equipos deben tener claro cuál es el perfil del técnico que quieren y el estilo que desean que su equipo tenga para poder mantenerlo", opinó Chuy Vera, técnico de Estudiantes.

"Sé que ha sucedido que un grupo se ha puesto en contra de un entrenador, porque uno lo escucha y ha sabido de casos", aseguró Manuel Plasencia, estratega del Deportivo Petare. Ciertamente, resulta incómodo el tema, porque si bien las relaciones entre un entrenador y sus dirigidos pueden llegar a un punto conflictivo, nunca se espera que la ruptura se produzca de tal manera. Y la forma en la que sucede es un tema todavía más polémico. Puede empezar con declaraciones a la prensa, una reunión de jugadores sin la presencia del cuerpo técnico, una charla con la directiva o la influencia directa de sus acciones en el campo.

El caso Villas-Boas. En el fútbol mundial, la situación del portugués André Villas-Boas en el Chelsea inglés pareció encajar a la perfección en esta situación. Sólo que ninguna de las partes se atrevió a confirmarlo, una vez consumada la separación. El propio entrenador confesó, poco antes de ser despedido, que no contaba con el respaldo de todos sus jugadores. "Pero es normal, ellos no tienen que respaldar mi proyecto. Es el dueño quien respalda mi proyecto", afirmó Villas-Boas.

Los pésimos resultados obligaron a Roman Abramovich a tomar la decisión. Y a partir de entonces, el cuadro inglés ha experimentado un resurgir tan claro como sospechoso. Las dudas empezaron con una declaración de Frank Lampard a la prensa: "La relación con Villas-Boas no ha sido la ideal". El experimentado mediocampista se sentía relegado por el joven técnico, antiguo discípulo de José Mourinho. Luego Juan Mata apuntó que el vestuario era manejado por Lampard, John Terry y Didier Drogba. Y posteriormente Villas-Boas admitió lo mencionado anteriormente, que no sentía el respaldo de algunos. Los sospechosos habituales eran esos tres, aunque tras el despido del portugués lo negaron.

Para llegar a ese punto. "Todo empieza con un problema de orientación. Hay equipos que tienen claro qué quieren. Y si cosas como estas suceden, el error lo cometen todos, directivos, técnicos y jugadores", afirmó Vera.
"Creo que es un aprendizaje para los técnicos. En otra época, los entrenadores eran los protagonistas. Pero eso ya pasó, la autoridad se gana, no se impone. Y a los jugadores que caen en eso, también les ocurre porque se acostumbran a trabajar con reprimendas y eso está mal. Lo ideal es buscar integración. Si los jugadores no lo ven así, entonces se lo pierden ellos", agregó.

Cavalleri lo aprecia como una larga secuencia de hechos incorrectos: "Yo veo esos casos como una muerte anunciada. Antes de esa segunda parte hay una primera en la que las cosas no venían nada bien. Así que después no sorprende".
El argentino explicó: "Todo pasa por el manejo de grupo que tenga el entrenador, si no lo sabe hacer, le pueden echar la partida para atrás, claro que sí. Pero también hay algo claro, si el cuerpo técnico está fuerte con la directiva, eso no pasa, los jugadores no se atreven", dijo.

lunes, 13 de febrero de 2012

La difícil elección entre Arango y Rey en los tiros libres

La precisión de Juan Arango contra la potencia de José Manuel Rey. ¿Quién es el mejor cobrador de tiros libres de Venezuela? "Cada uno en su estilo, es un especialista", fue la primera afirmación del técnico Carlos Horacio Moreno.
El objetivo final de la consulta era escoger un ganador, pero ciertamente había que empezar la difícil comparación con los estilos y la técnica de los dos mejores especialistas del país.

Arango basa su éxito en la colocación de sus envíos, y en el efecto que logra darle a la pelota sin restarle velocidad al disparo. Es una virtud que ha exhibido desde los comienzos de su carrera profesional, pero que ha perfeccionado con la práctica.
De hecho durante uno de sus mejores momentos en el cobro de tiros libres, en los últimos meses que jugó en España con el Mallorca en 2009 y se convirtió en el principal especialista de la liga, ocupando el vacío que había dejado Ronaldinho, Arango confesó que no había un gran secreto para su éxito en estas jugadas.
"Es el momento de mi carrera en el que estoy pateando mejor los tiros libres. Me dieron confianza y al equipo también. No he cambiado la forma de patearlos, es práctica. Sigo quedándome un rato más en los entrenamientos para mejorarlos y así lo he logrado", afirmó en ese instante.


Una de las mejores frases que ha ofrecido el maracayero sobre su técnica, la dio a la prensa alemana a su llegada a la Bundesliga en 2009. Además, demostró gran humor ante la curiosa pregunta. El entrevistador le inquirió: "Dicen que usted le pega al balón tan fuerte como un caballo, ¿es cierto?". Y Arango se lució con su respuesta: "No, como un caballo no, porque los caballos patean para atrás. Lo cierto es que tengo un buen disparo y sé cómo pegarle a la pelota".
Una curiosidad que reveló fue que le incomodaban las lengüetas de los zapatos para patear, así que prefería cortarlas. Gilberto Angelucci, su ex compañero en la Vinotinto, contó esos simples secretos de Arango. "Juan y Rey siempre se quedaban a practicar los disparos con la selección. Lo de las lengüetas es cierto, Juan se las cortaba, aunque luego no tuvo necesidad porque empezó a usar zapatos de lengua muy corta. Pero lo más peculiar de los tiros libres de Juan es que, por su técnica supongo, hacía que la bola pesara. Cuando te llega el tiro te vence las manos. A pesar de que Rey le pega más duro, Juan logra que sus tiros sean pesados y difíciles de controlar", relató.

lunes, 6 de febrero de 2012

La magia de Stalin Rivas

En su brillante carrera, entre 1987 y 2006, Stalin Rivas dejó una certeza y dos grandes dudas. Fue uno de los mejores jugadores que dio Venezuela, quizás el de mayor talento natural. "Es el mejor jugador venezolano que he visto", afirma el técnico Carlos Horacio Moreno. "Era un súper talento", aseguró otro de sus entrenadores, Manuel Plasencia. Esa fue la certeza.

Sin embargo, en la mente de quienes se maravillaron por la habilidad del zurdo guayanés, quedaron dos dudas imposibles de disipar, dos preguntas condicionales: ¿Qué tan lejos podría haber llegado Stalin Rivas de haber prolongado su permanencia en Europa, limitada a menos de dos años en Bélgica entre 1991 y 1993? ¿Qué más podría haber conseguido la Vinotinto durante su despertar con Richard Páez si Rivas hubiese aceptado retornar? Moreno y Plasencia conocieron bien a Rivas, su pupilo tanto en selecciones como en equipos profesionales, y la visión de ambos tiene puntos coincidentes.

"Si él se hubiese mentalizado en lo que podía producir con su fútbol, habría llegado mucho más lejos que cualquier otro venezolano. Desde jovencito, cuando comenzó con Mineros, se veía que era un joven atrevido, con un desparpajo increíble, con gran desequilibrio y un talento innato. Él dejó de ser el absoluto crack de la historia de Venezuela por su personalidad. No se dio cuenta de qué tan lejos podía llegar. Quizás si jugara hoy en día habría sido distinto", aseguró Moreno.

"Era un jugador muy habilidoso, desequilibrante, influyente sobre los compañeros. Era muy completo, sobresaliente en todos los aspectos. Creo que él tuvo una forma distinta de ver su carrera, por su personalidad. Él fue feliz así, fueron sus decisiones. Llegó hasta donde quiso y no fue más allá, porque vio cumplida su ambición con lo que hizo. Y era además otra época, una en la que el fútbol no era una carrera tan rentable", opinó Plasencia.

El fuerte carácter de Rivas era un factor considerable, para bien y para mal. "Lo conocí en muchas facetas. Era un jugador rebelde. Si no le gustaba un técnico o un preparador físico, lo decía y trabajaba con enojo. Tampoco le gustaba mucho el trabajo físico, yo le advertía que un día se iba a desgarrar por no estirar adecuadamente, pero tenía una capacidad para hacer piques en el juego que nunca habrías adivinado que no se empleaba a fondo en esos trabajos de acondicionamiento. No era una papita, debías saber cómo tratarlo", contó Moreno.