En Mérida, Rafael Romo y Rafael Dudamel se conocieron en 2007. El primero estaba concentrado con la selección Sub 17, mientras que el segundo se alistaba con la Vinotinto de adultos para la Copa América de ese año.
Desde entonces, Dudamel ha sido un frecuente consejero del joven guardameta y lo ha llamado o contactado en momentos importantes de su carrera. Ahora, de nuevo en Mérida, se encontrarán como técnico y jugador. “Siempre hemos estado en contacto. Tener minutos de juego y trabajar con Dudamel fueron las razones que me convencieron para ir con Estudiantes”, dijo Romo desde Italia, donde ya prepara sus maletas.
Hoy regresará al país para iniciar una nueva etapa. Udinese aceptó cederlo por seis meses para devolverle el ritmo de competencia que ha perdido en el último año, con solo un partido jugado en la serie A italiana.
“Este acuerdo es lo que yo esperaba, porque quiero salir a jugar, tener continuidad. Estudiantes es un equipo histórico, con tradición. Estoy muy contento”, dijo Romo.
El ex guardameta de Llaneros conoce bien la crisis que atraviesa Estudiantes, pero confía en que sus objetivos y los del club puedan unirse en un buen semestre: “A pesar de ser un equipo joven y que ha tenido problemas, hay mucho talento aún. En Estudiantes debemos pensar que lo principal es mantenernos en primera división y luego entrar en el octogonal final para la Copa Sudamericana”.
Sobre su decisión, agregó: “Sabemos que no es la mejor situación, pero para mí era una apuesta deportiva, no económica. Soy joven y debo pensar en otros factores, y en este momento necesito jugar”.
Buen pupilo. Romo creció en Turén admirando al ídolo local Gilberto Angelucci. En las selecciones creó un lazo estrecho con el preparador César “Guacharaca” Baena. Y ahora será dirigido por otro ídolo y consejero. “Dudamel es uno de los grandes porteros de la historia de Venezuela, junto a Angelucci, ‘Guacharaca’ y Renny Vega, además de haber sido una referencia en el exterior. Espero aprovechar al máximo esta oportunidad de trabajar a diario con él y aprender de uno de los mejores”, aseguró Romo.
Durante el Suramericano Sub 20, cuando Romo se convirtió en figura nacional con el penal que le tapó a Colombia y su buen desempeño general, Dudamel lo llamó. “Y hablamos también antes del Mundial en Egipto y en el partido contra Bolivia en La Paz en el premundial. Usualmente me contacta por correo, y siempre me ha dado mensajes de apoyo, me dice cómo estar tranquilo y manejar la presión”, relató.
Romo espera volver a ser el portero de aquellos momentos estelares. Y en esa ilusión, entra la selección. Le tocará competir por un puesto no solo con Vega, sino con Dani Hernández y Manuel Sanhouse, entre otros, y lo sabe bien: “Mis circunstancias acá me hicieron salir de las convocatorias de la selección, por eso quiero volver a jugar con regularidad para entrar en esa lucha de los porteros. Sé que será difícil y que tengo que trabajar, porque aparecen cada vez más jugadores para la posición, pero me encantaría regresar y optar por un puesto".
(Nota escrita para la edición 21/1 de El Nacional)