Jesús Gómez ha disfrutado todo en Egipto hasta ahora, en esta nueva aventura en el exterior, excepto por algo muy importante: su salud. Una lesión que arrastra desde el final del año pasado, cuando enfrentó a País Vasco en Bilbao con la Vinotinto, no le ha permitido desempeñarse como quería y lo mantendrá inactivo por tres semanas.
Con el Wadi Degla, su nuevo club, pudo debutar la semana pasada, pero su intervención le produjo más dolor. “La verdad es que me ha ido muy bien, el recibimiento ha sido excelente, entre más conozco el club, el fútbol de aquí y la vida aquí, más me gusta todo. Lo lamentable ha sido mi lesión, porque llegué lastimado desde que jugué el partido con la selección en España y por eso no pude hacer la pretemporada con el equipo. Y ahora, cuando me estaba sintiendo bien, me vuelvo a lesionar en el primer juego oficial del equipo”, contó desde El Cairo.
El volante ofensivo se sometió a exámenes médicos para revelar la gravedad de su lesión y consiguió noticias agridulces “Me hicieron una resonancia y salió que tengo una inflamación en la zona del músculo posterior derecho (pierna derecha). Pero gracias a Dios no hubo ruptura. Estaré sin jugar por tres semanas”, informó Gómez.
Estreno forzado. El ex jugador del Caracas aprecia el cambio: “El club es impresionante y estoy en una liga muy buena, ya pude ver el nivel de juego de los rivales”. “Pulga” contó en detalle cómo fue su debut en la liga egipcia y la razón por la que entró sin estar a tope en su estado físico: “Jugué solo siete minutos. El técnico me había dicho que me iba a meter solo si hacía falta porque sabía que estaba un poco resentido todavía. Creyó necesario meterme porque estábamos empatados 2-2 en el juego. Pero en el primer pique fuerte que hice sentí el pinchazo”.
Sin embargo, a pesar de este inicio complicado y su ausencia en los próximos encuentros, Gómez se siente a gusto con su nueva experiencia, luego de jugar en las ligas de Marruecos y Siria en años anteriores.
“Estoy agradecido con el técnico, sobre todo por la confianza que me da”, afirmó. Nada más incluirlo en ese debut fue una muestra de eso. “Incluso al verme triste por la lesión, cuando supe que se agravó, se me acercó y habló mucho conmigo, trató de animarme. Mandó también al traductor y a otros jugadores a conversar conmigo para levantarme el ánimo”, contó.
“Eso me deja muy tranquilo. Ojalá pueda volver a jugar pronto y en buena forma para poder responder a toda esa confianza”, dijo.
(Nota escrita para la edición 25/1 de El Nacional)
