Zamora siempre está pensando en la próxima meta, como lo demuestra su costumbre de anotar el nombre del siguiente rival en la pizarra apenas termina un encuentro.
"Si no lo hemos puesto aún, ya lo voy a hacer yo", dijo "Chuy" Vera, técnico del cuadro llanero, minutos después de conquistar el torneo Clausura. "Quizás por la euforia no lo pusimos todavía, pero te aseguro que ya tenemos a Táchira en la mente. Estos momentos serán para celebrar, pero al día siguiente empezaremos a planificar la final. Vamos por la grandeza máxima: ser el mejor del país con una estrella en las manos", dijo Ruberth Morán, asistente técnico.
"Vamos a jugar contra Táchira como lo hicimos contra Caroní o contra Caracas, con el mismo compromiso, respeto y fe. Y la confianza la tenemos, no ahora que somos campeones, sino desde que decidimos jugar así y perdíamos 3-0 o estábamos en el puesto 17. Siempre la mantuvimos", afirmó Vera.
"Es una final. Nos toca aprovechar al máximo el momento que estamos viviendo, pero no desestimamos lo que puede hacer Táchira por sus últimos resultados, porque van a querer ganar igual. Son un gran rival", dijo Morán.
Jonathan Copete expresó: "Ojalá las cosas sigan así de bien, porque sabemos lo que viene ahora". Jesús Meza dijo: "Aunque le ganamos en su casa hace poco, estos serán partidos distintos. Va a ser una final bien disputada, pero nosotros tenemos la ilusión de seguir haciendo historia en Barinas. Queremos tener una estrella".
Juan Vélez coincidió: "Final es final, y como todas, va a ser complicada. Táchira es uno de los grandes del país, y aunque no pasa por su mejor momento futbolístico, no deja de ser Táchira".
Un título con sensación distinta
"Chuy" Vera y Ruberth Morán fueron jugadores laureados y vivieron con júbilo su gran época en Estudiantes de Mérida, pero en esta nueva etapa como técnicos, sienten este título de otra manera. "Es totalmente diferente la victoria en este rol. Como jugadores logramos muchas cosas y disfrutamos enormemente, pero como entrenador hay otro orgullo, es dirigir a este espectacular grupo de jóvenes, muchos de ellos desde Mérida, a una ciudad como Barinas, que creció también con nosotros", dijo Vera.
Para Morán, los nervios y la euforia cambiaron: "Se vive con mucha emoción, pero es muy diferente. Cuando estás en la cancha puedes decidir con tus piernas y tu esfuerzo.
Ahora, hay la impotencia de sólo poder hacerlo con instrucciones, palabras y consejos para que ellos hagan su mejor trabajo. Yo me siento como un novato, como un debutante, pero estoy muy alegre. Es uno de los días más felices de mi carrera".
(Nota escrita para la edición 17/5 de El Nacional)
martes, 17 de mayo de 2011
La euforia no evita pensar en el Táchira y en la estrella
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