En un clásico con equipos que querían recuperarse, Caracas demostró cuál de los dos había tenido un resbalón y cuál anda en mala forma. “La derrota en Copa Libertadores fue solamente un mal partido. Sabía que lo pasaríamos rápidamente y lo pudimos lograr contra un rival de talla copera también, como Táchira”, dijo Angelo Peña al concluir el triunfo 1-0 en Pueblo Nuevo.
Para el merideño, este choque tenía un sabor especial. Como seguidor y luego jugador de Estudiantes de Mérida, creció viendo al aurinegro como su enemigo, así que la rivalidad andina la unió a la de su nuevo equipo, Caracas. “Vencer a Táchira tiene algo de orgullo regionalista. Viví el clásico con un sentimiento doble, por ser ahora de Caracas y por tener el corazoncito de Estudiantes. Menos mal que nos salieron las cosas”, afirmó el volante ofensivo.
Fue la figura clave para que Caracas aprovechara los espacios e hiciera daño, pero Peña resaltó el plan de su técnico, Ceferino Bencomo: “Tuvimos el orden que el profe quiso y con el gol de la ventaja pudimos manejar el encuentro”.
El penal errado por Edgar Jiménez no desconcentró a los rojos. “Igual debíamos mantener la diferencia. Táchira al final nos hizo retroceder con su empuje, pero pudimos sacar la victoria, que nos ayuda a seguir peleando el título. Ahora tenemos que pensar en vencer también a Zulia”.
(Nota escrita para la edición 29/3 de El Nacional)
