La familia Añor, futbolera por excelencia, está disfrutando con las sorpresas que le ha traído este 2011. Bernardo Añor, hijo del gran futbolista del mismo nombre, fue firmado por el Crew de Columbus en la MLS estadounidense, el circuito en el que se desempeñan otras figuras vinotinto como Emilio Rentería (también en Columbus) y Alejandro Moreno (Chivas USA).
Aunada a esa alegría está la convocatoria a la selección Sub 17 de un miembro menor de la dinastía, Juan Pablo, quien juega en las divisiones juveniles del Málaga en España. El jovencito sueña ahora con la clasificación al Mundial de la categoría, que disputarán en el Suramericano de Ecuador a partir del 12 de marzo.
“Ojalá nos vaya bien en el Suramericano, hagamos un buen papel y clasifiquemos. Si es así, ¿qué más podemos pedir este año? Mi hermano ahora juega como profesional en la MLS y yo estoy escalando”, dijo “Juanpi” con entusiasmo.
“Estamos todos orgullosos por Bernardo y le deseo todo lo mejor, es un ejemplo para la familia y para mí. Consiguió estar en una liga a la que van estrellas como David Beckham o Thierry Henry. Estoy muy orgulloso de mi hermano”, expresó.
El joven del Málaga llegó a Venezuela este fin de semana para incorporarse hoy a la concentración de la selección Sub 17 en Mérida, la última parada del grupo antes de viajar a Ibarra, sede del grupo B.
Antes de venir, aprovechó para dejar un recuerdo en su club: anotó dos goles. “Me fui con un partido en el que me fue muy bien y contento por el llamado de la Vinotinto. Es lo que quería y ya estaba dudando si iba a poder estar en el Suramericano, porque veía los módulos y la gira por Argentina y yo no estaba. No pude. Antes me habían convocado, pero con Málaga era difícil obtener el permiso. Pero me llamaron y estoy feliz. Voy a estar en Mérida”, afirmó.
Pero “Juanpi” no será un extraño en el grupo. El ex jugador de las categorías juveniles del Real Esppor y el Caracas, ya había practicado con la selección antes de emigrar en agosto pasado. “Antes de venir a Málaga estuve en el cuadrangular en Perú y me había entrenado con la selección, pero en la etapa de preparación de este Suramericano, este de Mérida será apenas mi primer módulo de trabajo”, contó.
Añor consiguió que Málaga lo cediera por el tiempo necesario: “Desde ya quedo concentrado con la selección hasta cuando acabe el campeonato, si clasificamos y llegamos lejos, ojalá. Apenas termine con Venezuela, me debo reportar otra vez en España”.
Buen heredero. Muchos recuerdan a Bernardo Añor padre, pero el jovencito no tuvo la fortuna de verlo jugar. “Mi hermano mayor sí lo llegó a ver, pero yo nunca pude. Igual cuando estuve en el Caracas y el Esppor, todo el mundo me habló de mi papá, me decían que ojalá fuera como él. Lástima que no lo vi”, dijo.
Al pedirle a Añor que se describiera como jugador, respondió: “Mis características son la técnica, el golpeo del balón y la visión de juego. No soy veloz por encima del promedio, así que mi fuerte son otras cualidades. En el Málaga juego como mediapunta o delantero más retrasado”.
Aunque solo tiene ocho meses en España, ya se le nota un acento marcado. “Y más que el acento, algunas palabras que uso. Es que si no, no me entienden acá”, confesó entre risas.
En lo futbolístico, ha aprendido más: “Juego con el equipo del primer año juvenil y a veces me convocan al de segundo año. He mejorado mucho, lo siento así y me lo han dicho. Es un fútbol más táctico y trabajo cada día para ver si puedo llegar arriba”.
Ahora, Añor llega para unirse a una Vinotinto en la que puede aportar muchas cosas y en la que conoce a la mayoría. “Del grupo que estuvo en Perú están casi todos. A los que más conozco son Alejandro González, que ahora está en España con el Deportivo La Coruña, y José Peraza, del Caracas. Es un buen equipo en general, muy fuerte y ha trabajado desde hace tiempo. Ojalá nos vaya bien”, aseguró ilusionado.
Con Salomón de anfitrión. En Málaga, Añor contó con un anfitrión de lujo: Salomón Rondón, la nueva estrella de la ciudad. “Cuando llegué, las dos primeras semanas, Salomón me llevaba con él a todos lados para conocer y adaptarme. Me dejaba su tarjeta VIP para ver sus encuentros en el estadio. Ahora, claro, tenemos menos contacto, pero igual lo vi justo ahora antes de viajar”, relató.
“Es un ejemplo. Un venezolano en el Málaga dice mucho, y ahora yo intento destacar en la cantera también".
(Nota escrita para la edición 28/2 de El Nacional)