jueves, 24 de febrero de 2011

Yohandry Orozco: "Debo tener paciencia para jugar"


“Me la paso con los brasileños porque hablan español. Voy pegado a todos lados con ellos”, admitió Yohandry Orozco. Al volante no le importa mucho no saber pedir comida en alemán, estar en un hotel o ser “adoptado” por el cuarteto brasileño del Wolfsburgo. Pero sí le importa no poder entrar al campo todavía.
“Desde hace rato quiero entrar, estoy desesperado por jugar. Pero sé que debo tener paciencia, seguir trabajando y esperar el momento preciso”, dijo el volante ofensivo, vía telefónica.
Orozco llegó a Alemania hace tres semanas como uno de los cinco fichajes de invierno del Wolfsburgo y ha sido el único que no ha podido estrenarse, pues aún espera con ansias su primera convocatoria.
“Me toca esperar. Justo hoy (ayer) habló conmigo el asistente técnico del equipo y me dijo que estuviera tranquilo, que contaban conmigo y que no me apurara”, contó el marabino.
A sus 19 años de edad, es comprensible que su entusiasmo le gane a la paciencia. Mientras tanto, trata de sacarle el mayor provecho a las prácticas. “Ya me estoy adaptando a la forma de trabajar de los alemanes y a su estilo de juego, que es pa’lante. Físicamente estoy muy bien y eso ayuda”, dijo.
Explicó que en las prácticas lo han usado como mediocampista en varias posiciones, y que hasta lo han probado como lateral. “Me probaron como lateral izquierdo. No es mi puesto, pero uno intenta adaptarse a eso para poder jugar”, explicó.

Nueva vida. La baja temperatura en Alemania ha sido una prueba para el zuliano. “Hay mucho frío, pero ya me he ido acostumbrando. Mi papá no”, dijo con humor el joven, que está acompañado desde la primera semana del mes por Sadys Orozco, su padre.
Con sus colegas venezolanos mantiene contacto: “Tomás Rincón (Hamburgo) me visitó cuando llegué, estuvo aquí en el hotel. Y a Juan Arango (Gladbach) lo llamé y hablamos, y desde entonces nos mandamos mensajes de vez en cuando”.
Desde que llegó, vive en un hotel, pero pronto se mudará. “La semana que viene me deben dar la casa y podré instalarme. Lo que pasa es que no habían conseguido una hasta ahora”, indicó.
Poco a poco, Orozco trata de integrarse a su nuevo ambiente: “Voy siempre a los mismos lugares, el centro de la ciudad y un centro comercial”. Sus amigos son los brasileños del club. “A Diego lo veía jugar en la televisión, es una gran figura, y también conocía a Josué y Grafite. A Cicero no, no sabía donde jugaba y lo vine a conocer aquí”, contó.
El idioma lo estudia con dedicación: “Todos los días tengo clases de alemán en el estadio. A la una de la tarde estudio y a las tres empieza la práctica. Todavía no sé pedir una comida, pero sí doy los saludos y los buenos días”, confesó entre risas.
Pronto espera poder decir: “Yo debuté en la Bundesliga".
(Nota escrita para la edición 24/2 de El Nacional)