Salomón Rondón y Miku pueden formar una sociedad que le traiga muchas alegrías a Venezuela. Lo han empezado a hacer como dupla de ataque en la selección y ayer, en la liga española, se unieron para escribir un capítulo inédito.
Fue la primera vez que dos jugadores que representan a la Vinotinto se enfrentaron en la primera división de España, y no quisieron dejar la anécdota allí. Miku marcó al minuto 8 el 1-0 para el Getafe y Rondón cerró el encuentro con el gol del empate 2-2 para Málaga al 90+5 para marcar también la primera ocasión que dos venezolanos anotan en un mismo choque de ese circuito.
“Estoy muy contento por ser parte de la historia junto a Salomón”, afirmó Miku desde España, a través de su representante de prensa. “Después del partido hablamos e intercambiamos camisetas”, dejó saber el atacante del Getafe, que llegó a 6 goles en la liga por 8 de Rondón. Ambos se acercan al tope establecido por Juan Arango en la campaña 2007-08 con 12 goles.
Antes del encuentro, Salomón Rondón había bromeado con que le desearía mala suerte a Miku, porque el Málaga necesitaba con mayor urgencia los tres puntos. Pero su compañero de selección tuvo todo lo contrario en su jugada de gol, apenas en el inicio del juego, cuando un centro que no pudo despejar bien el portero Arnau le rebotó en el cuerpo y entró al arco. “Son las jugadas en las que hay que estar atento y buscar la pelota”, expresó Fedor.
Luego fue Adrián Colunga, convertido ahora en socio de Miku, quien colocó el 2-0 que parecía encaminar la victoria visitante en La Rosaleda.
“La asociación con Colunga está resultando muy bien, nos sentimos cómodos jugando juntos arriba y lo más importante es que estamos haciendo goles los dos”, dijo Miku.
Pero en el segundo tiempo, Getafe se confió y no logró liquidar el encuentro. Un tiro penal de Julio Baptista colocó el descuento 2-1 y entonces Salomón Rondón pasó a ser el centro de atención. Tuvo un par de ocasiones para igualar, la más clara al minuto 86 cuando remató alto un buen centro al corazón del área, pero el goleador no se desesperó.
En el último minuto del descuento, Sebastián Fernández bajó un centro con el pecho para darle una asistencia perfecta a Rondón, que colocó su corto disparo pegado al poste izquierdo para desatar la celebración del Málaga.
Su alegría contrastó con la rabia de su amigo. “Terminé algo molesto porque teníamos los tres puntos en el bolsillo y se nos escaparon por no saber cerrar el partido”, dijo Miku.
Una vez concluido todo, el encuentro entre los dos venezolanos y esas camisetas que se entregaron fueron la mejor forma de recordar que sí hubo un ganador en el partido: Venezuela.
(Nota escrita para la edición 14/2 de El Nacional)