En San Cristóbal, poco antes de iniciar la Copa América Venezuela 2007, Richard Páez tomó la decisión sobre el último corte que tenía que hacer en la preselección para entregar la lista definitiva de 22 jugadores que estarían en el torneo. Los dos últimos marginados fueron dos casos polémicos por diferentes razones: Rafael Dudamel y Miku Fedor.
Esas decisiones suelen ser difíciles, especialmente cuando se trata de los últimos cortes, y es probable que el actual seleccionador, César Farías, también encuentre la misma complicación al tener que analizar esos últimos cupos cuando elabora su lista de 22, bien sea que haga uno o varios cortes paulatinos desde la preselección de 30 o todos al final.
Para empezar, el técnico debe pensar bien en qué necesita en cada línea para el torneo. La distribución de jugadores puede ser la básica, dos por posición, o puede empezar a jugar con el número de defensas o volantes, sobre todo si cuenta con jugadores polivalentes como Franklin Lucena, Gabriel Cichero y otros más, que pueden asumir varias funciones y ahorrar puestos en una línea específica.
Por ejemplo, en aquel momento Páez tenía que dejar a un portero en reserva y Renny Vega era su titular. Javier Toyo y Dudamel pelearon por ese puesto durante toda la etapa de preparación, el primero con la ventaja del buen momento que vivía con el Caracas, y el segundo con toda la experiencia a cuestas, en busca de su quinta Copa América.
Páez prefirió a Toyo y Dudamel tomó con mucho dolor la mala noticia. Había argumentos para mantener a uno o a otro, pero en el caso de Toyo era aún más claro que sería el suplente de Vega. Con Dudamel, Páez había tenido grandes momentos, pero en esa ocasión prefirió la opción joven con mayor futuro.
En el ataque, ocurrió lo contrario: la juventud perdió. Miku tenía grandes ilusiones de jugar su primera copa, pero Páez prefirió resolver las dudas que tenía en esa línea con jugadores de mayor recorrido. Giancarlo Maldonado era el titular fijo, pero no tenía un socio definido. "Cafú" Arismendi era visto por Páez como un amuleto de segundo tiempo, y realmente lo fue contra Perú en aquella gloriosa victoria. José Torrealba no estaba al tope en su forma física y así perdió su principal chance de ser titular. Así que Fernando De Ornelas, con algunas participaciones destacadas en los amistosos, terminó por llevarse el puesto aunque luego no tuvo una buena copa.
Apenas dejó a Miku al margen, Páez admitió que contaría muy pronto con el joven en la eliminatoria y que sería un jugador importante. En Colombia, apenas en la tercera fecha del premundial en ese mismo año, Miku ya era titular en El Campín.
El 27 de junio será la fecha límite este año para entregar la lista, y cuando se acerque el momento para Farías, habrá casos así. El Miku de esta ocasión podría ser Yohandry Orozco, con un futuro inmenso sin la experiencia de otros. Farías tendría que sopesar si las urgencias en posiciones específicas o la abundancia de opciones lo obligan a posponer el estreno del zuliano en una lista copera. Pero para ser honestos, Orozco parece superar cualquier duda con su gran talento.
Igualmente, el DT podría verse forzado a escoger entre experimentados como Giancarlo Maldonado o Daniel Arismendi en el ataque, o tener que decidir el acompañante de Renny Vega entre Leo Morales, un veterano de su confianza, o alguien con posibilidades de futuro como Dani Hernández.
Serán decisiones que mezclarán gustos, necesidades y criterios específicos para el hoy y el mañana, y ya Farías ha anticipado que habrá polémica y debate sobre si llevó a los correctos. Lo bueno es que habrá, nuevamente, mucho material para poder escoger.
(Columna escrita para la edición 3/4 de El Nacional)