domingo, 17 de abril de 2011

El segundo round tendrá menos morbo

El 14 de noviembre del año pasado, en el estadio Brígido Iriarte, el encuentro entre Real Esppor y Caracas respondió a las expectativas creadas meses antes por ser el primer enfrentamiento del cuadro rojo contra su ex técnico, Noel Sanvicente. La afición caraquista rindió tributo a su antiguo ídolo apenas lo vio salir al campo, pero luego disfrutó la victoria tan necesaria para que su equipo se mantuviera en la lucha por el título. El Esppor, en cambio, sufrió la derrota por algo más que el orgullo herido, porque en ese instante se empezó a tambalear en su posición privilegiada en la tabla y eventualmente terminaría cediendo ante Táchira en esa pelea por el primer lugar en las últimas dos jornadas.
Hoy la situación antes del encuentro es al revés, como no duda en acotar Sanvicente: “Hoy por hoy, ellos están por encima de nosotros. En el Apertura pasado, nosotros estábamos encima de ellos. Ellos vienen en mejor momento, con la tristeza de quedar eliminados en la Copa Libertadores, pero van a querer recuperarse para lo que viene. Y nosotros somos nuestros peores enemigos, por las lesiones que tenemos”.
Aquel fue también el primer choque entre Sanvicente y su compadre, José Manuel Rey, pero el central salió del Caracas en diciembre en medio del proceso de renovación que llevó a cabo la directiva y el cuerpo técnico, y cuando volvió a enfrentar a “Chita” en este Clausura lo hizo con el uniforme de Mineros.
En esa tarde de noviembre, el otro motivo por el cual se creó morbo fue el primer duelo entre Sanvicente y su sucesor en el cargo en el conjunto rojo, Ceferino Bencomo.
La popularidad del ex lateral derecho no era grande entre las barras caraquistas, que todavía le cantaban en esos días a su antiguo técnico, con el que vivieron gloriosas jornadas.
Pero eso también ha cambiado. El excelente desempeño en el torneo Clausura y la buena actuación en la Copa Libertadores, en la que se quedó a un punto de los octavos de final tras caer en la última fecha, tuvo un efecto. Contra Vélez ya no se vio la leyenda contra Bencomo, tampoco se repitieron los cánticos nostálgicos para Sanvicente o los agresivos contra la directiva. Las aguas volvieron a su cauce y las barras acogieron al nuevo Caracas y a su timonel.
Este martes, habrá un segundo round entre las dos escuadras capitalinas, esta vez en el Olímpico. La situación, como recordó “Chita”, es totalmente diferente. Caracas necesita repetir la victoria contra los blancos para poder seguirle el paso al sorprendente Zamora. Al Esppor se le irá la vida en superar a los rojos, más por utilidad que por honor o revancha. Un triunfo les permitiría seguir aspirando a destronar a este mismo rival del tope de la tabla acumulada e intentar conseguir el cupo al repechaje de la Copa Libertadores 2012, tomando en cuenta que la posibilidad de ganar el Clausura para los blancos es realmente remota.
No quedan rastros de animosidad entre bandos. Sanvicente lo dejó claro. “El roce que hubo en un momento ya pasó. Tengo amigos en la directiva, en el equipo, entre los técnicos, jugadores y la afición. Por eso no veo como algo especial enfrentarme al Caracas una o dos veces al año. Para mí es especial cuando me encuentro a los aficionados en la calle o a otros amigos del Caracas. Ese cariño por el equipo y el recuerdo de lo que se logró allí se da día a día, no solo en un partido”. Para Bencomo, igualmente, no habrá tiempo para pensar en el morbo del entorno. Sacarse el duro golpe de la eliminación copera y poder superar el difícil tramo final del Clausura será suficiente motivación.
Sí, habrá menos morbo, pero también es cierto que habrá mayor urgencia por un resultado.
(Columna escrita para la edición 17/4 de El Nacional)