martes, 5 de abril de 2011

Chuy Vera explicó la fórmula del buen fútbol del Zamora

Chuy Vera mantiene el mismo gusto: el fútbol que buscaba hacer cuando era un mediocampista de gran clase, el que disfrutaba al ver televisión y el que soñaba ver en práctica como técnico.
Con Estudiantes inició el camino y ahora en el Zamora refleja esas ideas en el campo para el deleite de los aficionados. Así, el equipo llegó al primer lugar en el Clausura y es el sorpresivo candidato al título. Su primera frase al hablar del estilo es "buen fútbol", pero con cada pregunta específica, Vera va detallando los principios fundamentales de lo que busca. "Suena bien en teoría, pero lo difícil es ponerlo en práctica", acotó al entrar en materia.

La propuesta general. Vera empieza por algo primordial: la técnica. "En Venezuela hay problemas de formación. Yo tenía deficiencias, y en el camino uno buscó superarlas en los equipos y la selección. Caracas es el único equipo que puede formar a su talento como quiere, los demás no. Así que trato de hacer que el jugador desaprenda algunas cosas y empiece a entender otras", dijo.
Así, Chuy enunció sus primeros mandamientos: "Tocar la pelota, a ras de piso, pero no tenerla tanto en los pies. Hay que hacer que la pelota ruede siempre".
Implementarlo no es sencillo: "Tienes que tener credibilidad con los jugadores y mantener la idea, incluso si pierdes, porque si le pides al jugador que haga eso y luego lo regañas si se equivoca al intentarlo, no sirve. Y tampoco vale que le digas "tócala" y que en el partido le digas "tírala". La base es que él crea en eso. Debes darle tranquilidad, no pegarle cinco gritos. Tampoco adularlos, solo hablar con respeto".

Movimientos. La posesión es solo un factor. "Al tener la pelota tienes que ser productivo también. Para eso necesitamos jugadores verticales, como Jesús Meza, Jonathan Copete o los laterales (que en el actual esquema de Vera son carrileros en un 3-4-1-2). Tienes que tocar la pelota, pero si al hacerlo no te mueves, no consigues espacios", explicó.
"Trabajamos con triangulación. Que cada pase tenga una opción horizontal y dos verticales. No es teórico, ni puras palabras, tienes que practicarlo en la cancha. En este torneo hemos podido ser el equipo más goleador. Claro, no siempre puedes y por eso el jugador debe manejar los tiempos del partido", afirmó.

Salida y decisiones. Le agrada una salida limpia con el portero y la defensa, tratando de no dividir en exceso las pelotas: "Es la idea, y tiene que ver con las formas de entrenamiento. Yo no entendía porque los porteros se unían a la sesión táctica los jueves. Ellos también deben entender la idea, porque en ocasiones deben funcionar como un central más".
Aunque sea la principal alternativa, no es la única: "Hay que estar claros en que no siempre se puede. A Fabio Cannavaro lo vi en Madrid y le tocaba reventar balones. Si un equipo te presiona, a veces te toca salir largo, pero la intención es darle opciones al jugador para que lea el partido y tome decisiones. Yo no soy rígido en lo que propongo, no debe ser cómo dice el entrenador exactamente. Incluso, no me gusta que mis charlas sean un monólogo. El jugador debe participar y entender".

Para defender.
Vera prefiere defenderse con la pelota, pero cuando no la tiene, hay fórmulas. "Defender más arriba, es la idea", soltó, y luego confesó: "Eso no lo manejé desde un principio, porque al jugador no puedes meterle todos los conceptos nuevos de una vez, porque entonces conviertes eso en una ensalada. En Estudiantes había adelantado trabajo, pero al llegar a Zamora tuve que empezar de nuevo".
En el Clausura sí lo consiguió: "Al principio no podía hacer eso aquí, presionar arriba, adelantar líneas. Pero cuando entendieron eso, mejoramos. Lo hemos utilizado en este semestre. Ahora saben que se puede defender desde la primera zona. Igual si ves que no te funciona un día, te ajustas. Ellos entienden ya cuando hay que abrir y cerrar espacios. Pero todo eso lo logras en las prácticas, haciendo que vean la razón de cada ejercicio".

Formación y gustos.
Vera se formó en Venezuela, pero viajó a México, Argentina y España para superarse. Del Barcelona tomó ejemplos. "Fui porque era el equipo del momento, con Frank Rijkaard como técnico.  Pero también me han gustado el Madrid de Zidane, el Milan de Gullit, el Barcelona de Romario y, por supuesto, el que dirige Guardiola. También el Udinese de ahora. Me gusta el buen fútbol" afirmó entre risas.
"Con Barcelona estuve 25 días, y hubo una fecha FIFA, entonces Guardiola se unió a Rijkaard y estuve con los dos. Luego volví a coincidir con Guardiola", recordó. Aquí tiene una referencia: "Richard Páez, en Estudiantes y la selección. Cuando está en Mérida nos reunimos y hablamos de estas cosas, de conceptos. Es una influencia, aunque también lo han sido otros técnicos".

Cuando Chuy era jugador
Vera era un líder y un jugador de temperamento. En 2001, Ratomir Dujkovic dejó de ser el DT de Estudiantes y acusó a Vera de encabezar un motín. Chuy afirmó que hay un principio que sigue en el trato con sus pupilos: "El jugador tiene que exigir respeto. Se los he dicho, no deben dejarse maltratar por ningún técnico, ni siquiera yo. Antes que todo están los valores humanos, por eso mis principales ejemplos son mi mamá y mi abuela. Me gusta ser un amigo. Ellos me dicen Chuy, algunos incluso me llaman hermano. Sí tuve técnicos que me decían que ellos no eran un `fulano’. Solo los jovencitos me dicen profesor, les da pena, entonces los dejo".

La motivación

Vera ha tenido que lidiar con deudas en Estudiantes y Zamora, así que prácticamente tiene un postgrado en cómo motivar a grupos en crisis: "Es difícil, pero lo que hemos buscado es que los entrenamientos sean el momento más agradable. Después les toca ir a la casa y enfrentar la dura realidad, pero lo cierto es que para salir de esa situación negativa, la mejor solución es seguir trabajando y lograr cosas. Al principio, esa angustia era gran parte del día a día. Uno los apoya y busca que no decaigan. A veces el bajón lo tenía yo, y ellos me levantaban. Es recíproco y todo esto se ha podido hacer porque hay un grupo muy noble".
(Nota escrita para la edición 5/4 de El Nacional)