Ruberth Morán fue el símbolo de gol del mejor Estudiantes de Mérida y de la época de mayor brillo de la Vinotinto. Aunque las lesiones en una rodilla forzaron su retiro en marzo de 2009, el ex delantero encontró una manera de seguir disfrutando del fútbol, casi sin pausa.
Se unió al cuerpo técnico de Chuy Vera en Estudiantes y luego lo siguió hasta Barinas. Hoy, junto al asistente Juan Carlos Babío, comandan a un Zamora que no solo es el puntero del torneo Clausura, sino que enamora con su juego. Un fútbol que sigue emocionando a Morán como si todavía estuviera en el campo.
"Yo me sigo sintiendo futbolista, no me he quitado la camiseta. Sigo sintiéndome como un jugador más. Incluso a veces lo hago, cuando tengo que mostrar alguna corrección a los muchachos y ejecuto el ejemplo directamente", admite sin pena el merideño.
Su corazón sigue allí, pero tras casi dos años como asistente técnico, ya se ha obligado a pensar como entrenador. "La principal diferencia es la impotencia de no poder resolver las cosas dentro de la cancha.
Por eso tratamos de solventar cualquier problema en la semana, les damos los consejos e instrucciones necesarias para que ellos resuelvan los partidos. A la final, terminamos disfrutándolo y aplaudiendo, porque ellos nos deleitan con su fútbol. Juegan muy bien", dijo Morán.
A pesar de la modestia, buena parte del crédito es de Vera, Morán y Babío. "Buscamos el buen fútbol, y eso para nosotros significa hacerlo a base de toques, juego en conjunto y manejo. Eso da la vistosidad y la amplitud para hacerlo efectivo", afirmó.
Comenzó a prepararse como entrenador en el camino, justo después de su retiro. "Había empezado a estudiar por internet antes de tomar la oferta de Chuy, pero luego he ido haciendo los cursos y ya tengo las credenciales. Ahora estoy finiquitando algunos asuntos para ver si voy a hacer cursos y visitas a Europa".
Conexión merideña. Esa inspiración en un estilo de juego la comparten especialmente Vera y Morán, desde que brillaron con Estudiantes. "La mejor etapa de mi vida con clubes la tuve en Estudiantes con Richard Páez, especialmente en 1999. Los resultados así lo avalan, aparte de lo que disfruté en la cancha. Desde entonces, Chuy y yo estamos muy apegados a esa filosofía y aún mantenemos ciertos nexos con Richard y lo que nos enseñó. Si tomas en cuenta también la época que viví en la selección con él, que originó lo que es la selección hoy, es lógico que tengamos el estilo paecista, con la adición de nuestros toques personales", expresó.
Su buena relación con Vera, desde que eran jugadores, le ayuda hoy en día. "Antes de oficializar mi retiro, me hizo la oferta de acompañarlo en Estudiantes. Lo hice y luego, aunque estuve separado un tiempo por compromisos personales, me uní otra vez en Zamora. La conexión con él es la misma de cuando jugábamos. Y junto a Babío, compartimos una misma visión y hay consenso en cada decisión", aseguró.
También comparten la fe y otros valores. "Siempre anteponemos a cualquier circunstancia nuestra creencia en Dios. Nos hemos consolidado como grupo, porque buscamos que los muchachos tengan un liderazgo positivo, no solo en el campo, sino en su comunidad o su edificio. Y lo han logrado, hoy son ídolos de la ciudad, son respetados y queridos".
Aporte en las dos áreas. Como ex delantero, Morán puede ofrecer mucha ayuda a Juan Vélez, Jonathan Copete, Jesús Meza y demás piezas ofensivas del Zamora. Pero no es lo único: "Claro que hago aportes a la ofensiva, es mi especialidad, pero también a la defensa le doy instrucciones. Sé cuáles son los posibles errores que ellos pueden cometer, porque eran las cosas que yo aprovechaba de los rivales cuando jugaba. Pienso como un delantero y les digo cómo evitarlo".
(Nota escrita para la edición 14/4 de El Nacional)
jueves, 14 de abril de 2011
Ruberth Morán: "Sigo sintiéndome como un jugador más"
Etiquetas:
chuy vera,
richard páez,
Ruberth Morán,
zamora