A pesar de tener solo 23 años de edad, el nombre de Jonathan Copete ha sonado desde hace varias campañas en el fútbol venezolano, aunque nunca con tanta fuerza como ahora. El goleador del Zamora llegó al país en 2005, procedente del Almagro de Argentina, y vivió una época de triunfos y sufrimientos con Trujillanos, con descensos a la segunda división y retornos a primera, e incluso una pasantía en la categoría de plata con otro cuadro, Atlético Trujillo.
Ahora, sin embargo, goza del reconocimiento por sus goles, tanto por la cantidad (9, colíder artillero del Clausura) como por la calidad, pues ha deslumbrado con un tanto de mediacancha al Mineros y varios globitos cortos por encima del portero.
“Se me están dando las oportunidades de conseguir goles importantes. Ojalá sigan llegando”, dijo con entusiasmo el atacante colombiano, que no se atreve a calificar a este Clausura como el mejor torneo de su carrera: “Creo que todavía puedo tener un mejor torneo, puedo dar más”.
Sobre su habilidad para lograr goles espectaculares, prefiere explicarlos como un pintor describiría el origen de una gran obra: “Son momentos de inspiración”.
Acerca de los tantos en los que pica el balón, acotó: “Lo decido en plena jugada. Pero sí, ya me han salido varios así”.
Sorpresivamente, no considera al gol de mediacancha contra Mineros como el más impresionante de su portafolio: “Ese de Cachamay fue un golazo que disfruté mucho, pero lo curioso es que hice uno así en segunda división, contra Centro Italo, y fue casi desde el mismo lugar pero más hacia el ángulo y con el arquero volando a buscar el balón, así que por eso creo que ése fue mejor. Pero igual son dos grandes goles. Me dio mucha alegría poder anotarlos”.
Dupla con pasado. Su compatriota Juan Vélez es el socio en el ataque zamorano, y la dupla le ha sacado provecho al pasado que comparten. “Con Vélez coincidí en segunda división en el Atlético Trujillo. Eso ayudó a conocernos mejor y por eso, al trabajar juntos otra vez en Zamora, ha sido una ventaja. La diferencia es que en aquella época yo era un volante por la banda y él sí estaba en el área”, contó Copete.
Para su explosión definitiva en esta campaña, el caleño también ha contado con la ayuda de un gran goleador. Ruberth Morán, asistente del técnico Chuy Vera, le ha dado consejos valiosos. “El cuerpo técnico me pide manejo de balón y toque, también que a veces me abra más hacia la banda izquierda para crear espacios y llegadas por ahí. Lo principal es que me piden que juegue con alegría”, dijo.
“Con Ruberth he trabajado el control y la orientación, me insiste en que me perfile bien al recibir para quedar bien ubicado para encarar el arco, y eso me ha ayudado mucho”, explicó Copete.
Después de seis años en Venezuela, su relación con el país es fuerte: “Cada seis meses voy a Cali, pero aquí me identifico y hay un sentimiento venezolano. No tengo la nacionalidad, pero mi esposa y mi hija son de aquí, de Valera. Tengo un gran agradecimiento hacia el país porque me abrieron las puertas”.
Y como ha quedado demostrado en el Clausura, Copete sigue pateando bien ante cada puerta que le abren.
(Nota escrita para la edición 20/4 de El Nacional)