El ministro del Deporte, Héctor Rodríguez, volvió a traer a colación la intención del Gobierno de cambiar los colores, pero en la Federación Venezolana de Fútbol se debió recordar la respuesta anterior: no es posible ahora y no es un proceso sencillo tampoco. Ni siquiera sería una medida popular entre los seguidores del fútbol.
“Una cosa es usar un mono tricolor, que ya lo hemos hecho, y otra cambiar el uniforme con el que se juega en el campo. Llevamos más de 60 años usando el vinotinto y así seguimos registrados en FIFA, no se puede”, explicó Laureano González, vicepresidente de la FVF.
“Si en algún momento se decidiera cambiarlo, tendríamos que hacer la solicitud a FIFA, y pedirle permiso a Colombia y Ecuador, que ya usan esos colores. Hace muchos años Colombia tuvo que solicitarle ese favor a Ecuador. Y en caso de lograrlo, al jugar contra esas selecciones, no podríamos usar el tricolor”, agregó.
Hasta 2014, al menos
La petición, sin embargo, ya había sido escuchada. “Le explicamos esto al ministerio y acordamos no discutir este asunto hasta 2014. Para este ciclo, hasta el Mundial de Brasil, estamos registrados con el vinotinto en todas las selecciones de fútbol, y no se puede cambiar. No se trata sólo de acuerdos comerciales con Adidas y otras marcas, sino de un ciclo completo. No podemos cambiar el color de una selección y dejar a las otras con vinotinto. Ahora, el mono tricolor, claro que lo podemos usar”, afirmó.
La pertinencia de la medida también entra en discusión. “Si en 2014 se decidiera cambiar, habría que argumentarlo. Pero no veo la necesidad de cambiar y tener que jugar con los colores de la bandera. En el fútbol hay otros casos como el de Italia, que juega de azul, y Holanda, que tiene el naranja, y sus banderas no lo llevan. Sin entrar a discutir el tema de la identidad creada con el color”, comentó.
González afirma que en la FVF no se cierran al diálogo y al debate, pero deja claro que hasta 2014 resultará inútil entrar en cualquier polémica, sin importar que unos se aferren a la intención de producir un cambio o que otros tomen la bandera de la tradición en defensa de un color.
