Los preparativos van a toda marcha en las entrañas del estadio. Mientras unos trabajadores pintan, otros pegan una alfombra a una base y uno de los coordinadores del espectáculo inaugural da indicaciones para colocar el equipo que necesitan tener en las pasarelas de hierro del techo.
A pesar de ese lógico ajetreo, el interior del estadio Único Ciudad de La Plata impacta a primera vista. El orgullo de los platenses se nota cuando hablan del escenario e incluyen una frase que en otro lugar sonaría extraña. “Es techado” resaltan y con razón, porque aunque en muchos otros países hay gran cantidad de estadios así, en Argentina resulta una rareza. Su cubierta de lonas, en realidad, no es un techo completo, pues hay un gran espacio vacío en el medio, pero la complicada trama de barras que la sostienen da esa sensación desde adentro.
La pantalla gigante Multiled de cuatro caras, que se encuentra sobre el centro del campo, le da el toque más moderno al estadio junto a su cubierta. El beneficio de poder ver el partido de cerca, al no existir pista olímpica, no genera problemas de invasión al terreno gracias a las fosas que rodean el rectángulo de juego. Y la grama, estropeada por la falta de sol y el retiro de los paneles para un concierto de U2, ya ha sido reemplazada por una nueva, que en La Plata esperan que finalmente se equipare en calidad al resto del estadio.
Argentina espera por su inauguración el viernes, y Venezuela por su estreno dos días después, en un estadio que promete ser único.
(Nota escrita para la edición 29/6 de El Nacional)
