domingo, 20 de mayo de 2012

Allianz Arena tomó el testigo del Olímpico


En 2006, el Allianza Arena recibió el partido inaugural del Mundial de Alemania entre la selección anfitriona y Costa Rica, y posteriormente fue la sede de la semifinal Francia-Portugal. Dos de los grandes partidos de ese torneo, en el total de seis que le fueron asignados. Todo un honor para un escenario que apenas había sido inaugurado un año antes.
Múnich siempre había sido un lugar privilegiado para organizar eventos deportivos. Aquí se habían jugado tres finales de la Copa de Campeones de Europa, así como los Juegos Olímpicos de 1972 y dos encuentros de la Eurocopa de 1988, entre ellos la gran final. Pero el mítico estadio Olímpico ya no podía seguir adaptándose a las nuevas exigencias. Se requería un lugar más grande, moderno.

Llegó entonces el Allianz Arena, una joya arquitectónica que rápidamente pasó a convertirse en ícono por su particular forma y su iluminada cubierta exterior, que puede cambiar de colores según el encuentro que se dispute.
En 2006, muy pronto, le llegó su hora cumbre con los mencionados partidos del Mundial. Y ahora, en 2012, le tocó otro honor tradicional para esta ciudad, una final de la Liga de Campeones. El Bayern Munich-Chelsea de ayer fue el primer partido por el gran título europeo que se jugó en Múnich desde 1997, cuando el Borussia Dortmund venció a Juventus. Ese juego se escenificó también en el estadio Olímpico, que ahora se encarga de recibir tareas de menor exigencia como la final de la Champions League femenina (el jueves) y también el partido de estrellas con notables ex jugadores, que se realizó ayer al mediodía.

Pero para las grandes asignaciones ahora está el Allianz Arena, digno heredero de la tradición muniquesa de ser una sede importante. Curiosamente, para estas dos grandes competiciones que ha recibido (el Mundial 2006 y la final de ayer), el estadio ha debido resignar su nombre corporativo por asuntos publicitarios. Pero poco importa. Al ver esa cubierta, ya icónica, todos saben dónde está la acción de los grandes eventos.

Datos de la final
El campo del Allianz Arena mide 65 metros de ancho por 105 de largo. Su capacidad varía ligeramente según las exigencias del evento que organice (en grandes partidos, por la cantidad de medios de comunicación que asisten, algunos asientos de público son utilizados para la prensa), pero en la final de la Liga de Campeones, disputada ayer, se asignaron 62.500 asientos para el público. 17.500 entradas se entregaron a cada finalista para vender entre sus aficionados. El resto las distribuyó UEFA en ventas en todo el mundo y paquetes corporativos.
(Nota escrita para la edición 20/5 de El Nacional)