Lino Alonso es la mano derecha del seleccionador César Farías, la voz de la experiencia en el cuerpo técnico vinotinto y el vínculo histórico entre los combinados juveniles del pasado y el presente, aunque su cargo sólo diga asistente técnico. Por eso su opinión es crucial.
Antes de comenzar el hexagonal que se disputa actualmente en Puerto Ordaz, el técnico de la Sub 20, Marcos Mathías, admitió que entre las bondades de esta nueva camada estaba el potencial ofensivo.
Después de sumar victorias contundentes con marcadores 5-0, 4-1 y 2-0 en sus tres primeros compromisos, es claro que las ambiciones de clasificar a un segundo Mundial juvenil consecutivo tienen asidero.
Para Alonso es una muestra de lo que el grupo puede hacer y una confirmación del trabajo hecho hasta ahora. “Esta es la recta final de la preparación del equipo. Buscamos acrecentar su confianza, conseguir solidez en el juego y con eso poder lograr otra clasificación a un Mundial”, dijo Alonso.
“Lo hecho en el torneo es un reflejo de ese trabajo que se viene haciendo desde hace casi dos años con esta generación. El hexagonal nos dio la posibilidad de ver al equipo en régimen de competencia y poder saber si estábamos en el camino correcto o si había que corregir. Por lo que se ha visto, estamos en el camino”, comentó.
En todo sentido, el torneo ha sido un éxito en opinión de Alonso: “En lo organizativo también, porque prueba que Venezuela tiene crédito como anfitrión al venir todos estos países, que han tenido acá un trato excelente”.
Arsenal de ataque. A pesar de la penosa baja de Fernando Aristeguieta, la presencia de José Reyes, Daniel Febles, Alexander González, José Ali Meza, Jesús Lugo, Josef Martínez, Yohandry Orozco y otros más, valida la esperanza de que esta Vinotinto sea un equipo con poder goleador. Alonso coincide con Mathías en considerar la ofensiva una fortaleza de esta camada y por eso han tratado de encauzar ese caudal. “Hoy tenemos jugadores para escoger en la zona ofensiva y por eso queremos fomentar la agresividad en el ataque”, expresó Alonso.
“El equipo tiene muchas opciones entre los mediocampistas ofensivos y los delanteros. La idea es poder darles oportunidades a todos para crear una sana competencia por los lugares. Queremos que participen más y en cada partido ves que tenemos siempre cuatro o cinco jugadores llegando al área”, agregó.
Alonso reconoció que el torneo les está dejando conclusiones. “De varios esquemas que se habían trabajado, el 4-2-2-2 con volantes que suben por las bandas, ha sido con el que mejor nos ha ido hasta ahora. Defensivamente, no hemos hecho casi cambios, salvo el obligado por la lesión de Juan Pablo Villarroel. La intención es consolidar ese bloque defensivo con los mismos jugadores”, explicó.
Con ventajas. Aunque sea odioso comparar a esta generación con la anterior que clasificó a Egipto 2009, Alonso no tiene problemas en hacerlo, porque ve ventajas en esta camada: “Este equipo está más profesionalizado. Los jugadores llevan más tiempo insertados en el sistema competitivo de la liga venezolana. En lo futbolístico, son más versátiles, puedes adaptarlos mejor a diferentes ideas o funciones”.
Con esa confianza en estos jóvenes, no le preocupa la mayor dificultad del grupo que tendrá en el Suramericano 2011 en Perú.
Rumbo a Ecuador. Antes de viajar a Arequipa (2.380 metros) en enero para buscar uno de los cuatro boletos al Mundial de Colombia, Venezuela empezará a prepararse para jugar en altura. Alonso informó que Quito es una buena posibilidad para comenzar. “Es probable que vayamos a un torneo de selecciones en Ecuador entre finales de noviembre y principios de diciembre. Luego seguiremos con esa adaptación, porque concentramos al equipo con tiempo”, aseguró.
Orozco como figura y capitán. Entre todos los jugadores de esta selección Sub 20, Yohandry Orozco despunta como estrella y líder del combinado, por ser el único en haber disputado ya el Mundial anterior en Egipto y por el acelerado crecimiento que ha tenido con el Zulia y la selección de mayores.
Alonso, sin embargo, cree que el volante zurdo asimila bien esta responsabilidad y sabe cómo manejarla para no convertirla en una distracción: “Es figura, claro, en este torneo se ha visto, pero Yohandry ha entendido su rol y sabe que en el campo le resulta mejor ser un jugador de equipo. Tendrá siempre esa exigencia, pero sabe mantener ese bajo perfil de protagonismo, porque entiende que la idea que deseamos mantener es que el equipo es lo primordial, no un solo jugador, y que si la selección gana, todos los jugadores ganan”.
(Nota escrita para la edición 26/10 de El Nacional)