domingo, 28 de agosto de 2011

Miku: "Me alegra poder comenzar la liga"

Miku quiere vivir una temporada de ensueño con Getafe. Después de disfrutar con Venezuela en una Copa América que quedó marcada en la historia, es lógica su motivación.
Pero el delantero no se deja llevar por la emoción, pues sabe que le toca competir por un puesto con un goleador como Dani Güiza, convencer al nuevo técnico, Luis García, y tratar de evitar la angustia de la cercanía del descenso que le tocó vivir en la campaña pasada. Sobre esos temas y acerca de los nuevos convocados de la Vinotinto habló el atacante, via telefónica, desde España.

­¿Es un comienzo extraño de liga, luego de tener que esperar por la resolución de la huelga y arrancar con la segunda fecha?
No importaba realmente cuántas jornadas se perdieran, sino llegar a un pacto. La huelga era necesaria, se hizo en defensa de los intereses de todos los jugadores y para garantizar las condiciones adecuadas en diferentes categorías. Con los años que tengo acá en España y luego de haberme formado en divisiones inferiores, conozco a muchos futbolistas en segunda división B y en tercera, entonces sé las dificultades que estaban pasando.

­ ¿Crees que lograron un buen acuerdo?
Creo que lo fue, aunque no se lograron todos los puntos que se pedían, por lo menos dimos un paso muy importante para los jugadores. Estamos contentos por eso ­ ¿Cómo viviste estos días de espera? ­ De verdad, menos mal que ya podemos jugar, porque estábamos aburridos. Solo paramos en los entrenamientos por dos días nada más, y con eso no se pierde mucho, pero ya teníamos las ganas de comenzar la temporada. Me alegra poder empezar.

­ ¿Para los jugadores de la Vinotinto hay mayor motivación a la hora de arrancar esta campaña con sus clubes después de completar una gran Copa América?
La Copa América fue una inyección grande de moral para todos los que estamos en la selección y ahora eso te lleva a querer empujar en tu equipo, pero sabemos que en ese sentido, volvemos a partir de cero, porque ahora empiezas una competencia individual con otros.

­ ¿Tienes metas particulares para este año?
No me gusta ponerme cifras de goles a alcanzar, porque luego si no llegas, sientes que has fracasado, pero siempre es importante mejorar lo anterior, tanto en lo personal como en los objetivos del grupo. Creo que lo principal es que Getafe no vuelva a sufrir como el año pasado.

­ ¿Sientes que la llegada de Dani Güiza es competencia directa para ti, bajo la mirada también de otro técnico, o ustedes dos podrían hacer dupla?
Todo es posible. Güiza es un jugador contrastado y querrá tener un buen año para volver a ser figura del equipo como en épocas anteriores. Y ciertamente competimos por la posición como delantero, pero también hemos compartido en el mismo equipo en los entrenamientos, así que es una opción también y nos hemos entendido.

­¿Crees que ayude a Güiza el hecho de haber sido goleador de la liga?
El fútbol no tiene memoria, quizás el aficionado sí, pero será el día a día el que diga quién va a jugar.

­ Fernando Amorebieta, Julio Álvarez y Andrés Túñez, por nombrar solo los que juegan en España y que tú conoces, aceptaron unirse ahora a la Vinotinto. ¿Cuál es tu opinión?
Prefiero no hablar del tema. Tengo mi opinión personal, pero prefiero guardármela.

­ Los debes conocer, al menos por haberte enfrentado a algunos.
­ Sí, los conozco bien, eso sí, los he enfrentado.

­ La llegada de ellos y otros más en este nuevo llamado amplía el grupo para la eliminatoria y crea mayor competencia
La competencia ya existía. El profesor (César) Farías tuvo dificultades para elegir a los convocados para la Copa América por esa razón y siempre ha existido una competencia sana por los puestos.

­ ¿Listo entonces para comenzar la temporada?
Sí, con ganas. Pensé que llegaría cansado por haber disputado la copa, pero no, estoy muy bien físicamente.
(Nota escrita para la edición 28/8 de El Nacional)

Cuentas claras conservan amistosos

Un día la afición venezolana se maravilla ante la posibilidad de recibir a la campeona del mundo, España, en el país y al día siguiente se extraña cuando conoce que Guinea será el rival en otro partido de fogueo.
En el complicado negocio de los encuentros amistosos, nada es demasiado raro o curioso. Y hay que tener en cuenta siempre lo primero: es un negocio.
Hace cinco años, Brasil cobraba un millón de dólares para aceptar jugar un encuentro de fogueo. Venezuela, en medio de su auge, dejó pasar oportunidades como esa por considerar demasiado alto el monto. El poderoso puede imponer sus condiciones y por eso Brasil, Argentina, España y otras selecciones de la clase alta del fútbol mundial muchas veces se aventuran a jugar partidos en tierras exóticas contra combinados de poca monta que sí están dispuestos a entregar ese dinero. Ni siquiera la federación del país tiene que hacerlo, porque si es buen negocio, habrá empresas que se encargarán.
"Con España fue así, el dinero lo pagó la empresa que lo organizó (Evenpro). Ellos recibieron el pago y Venezuela también recibe un `caché’, un monto por jugar", explicó Serafín Boutureira. La prensa española reportó que en ese amistoso de junio de este año, los campeones habría recibido dos millones de euros.
Los encuentros en suelo neutral también responden a esta dinámica. El choque contra Argentina en Calcuta es otro ejemplo. "También lo organiza una empresa y tanto Argentina como nosotros recibimos un monto", confirmó Boutureira.
El auge de su fútbol le ha permitido a Venezuela convertir su necesidad de foguearse en una posibilidad de lucro y no en un gasto obligatorio. Las gobernaciones se disputan ahora la organización de un encuentro en el país y las autoridades de la Federación Venezolana de Fútbol y el propio seleccionador César Farías han admitido que el criterio principal para decidir las sedes de los amistosos en Venezuela en los últimos años ha sido la facilidad que ofrecen, en términos logísticos y económicos, los mandatarios regionales.
Y si las empresas se unen al negocio de los amistosos y el público responde al asistir en masa, entonces es lógico que se vean mejores contrincantes en la agenda. Más allá de preguntarse si debería ser así, lo necesario es entender que es así.

Asunto de conveniencia. El factor económico, sin embargo, no es el único en consideración. La imagen y el prestigio también juegan su papel.
El diario brasileño Folha de Sao Paulo publicó en la portada de deportes de su edición del 12 de agosto una foto del presidente de Gabón, en una abierta crítica al giro que dio la federación de su país en las decisiones sobre los amistosos que disputaría el scratch.
"Gabón. La selección cambia amistosos contra potencias por juegos contra equipos de escaso nivel", afirmó el rotativo, con la selección africana como ejemplo.
El anfitrión del próximo Mundial no vive horas de alegría. Su actuación en la Copa América fue criticada y su nuevo técnico, Mano Menezes, ha tenido un año complicado. "Desde que Mano asumió, la selección acumula derrotas contra Argentina, Francia y Alemania, aparte de un empate con Holanda", detalló Folha de Sao Paulo, que agregó: "Brasil ya no jugará contra España e Italia, como llegó a ser anunciado por la federación durante la Copa América". El diario informó que la nueva planificación tenía a Egipto, México o Costa Rica, y Gabón entre las opciones de finales de año.
Todo esto sin incluir a Venezuela, que era su rival para el 6 de septiembre en un amistoso que declinó Brasil por la misma razón que todo lo antes expuesto por Folha de Sao Paulo: imagen. El pentacampeón mundial poco tiene que ganar en ese sentido si vence a Venezuela, pero sí mucho que perder. Contra España e Italia, las probabilidades de seguir sumando derrotas este año son altas, y en un momento en el que desean impulsar el entusiasmo por el Mundial de 2014 no conviene. Pero la imagen también tiene que ver con otros aspectos.
El ranking FIFA varía según estos resultados. Si un técnico o una selección desean cuidar este valor, se escogerán encuentros de menor riesgo. Y la venta de jugadores también se nutre de estos choques. Los jugadores que se muestran en la selección, en especial los más jóvenes, suben su cotización en el mercado al sumar internacionalidades.

Cuestión de fechas. Otro factor relevante para saber con quién jugará cada selección es el calendario. Para las potencias, las opciones abundan. Para selecciones como Venezuela, incluso esta versión superada en los últimos 10 años, no tanto.
Si una opción se cae o si la federación tarda demasiado en concretar un partido, la ventana se empieza a cerrar. Y queda entonces Guinea, por ejemplo. La negativa de Brasil para el 6 de septiembre ocasionó esa complicación que llevó a la FVF a pasar del scratch a Nueva Zelanda, a Camerún y a Guinea, en poco tiempo.

Contactos relevantes. En ocasiones, las conversaciones para llegar a un acuerdo se establecen entre federaciones. Pero los verdaderos encargados de llenar el calendario internacional FIFA son los agentes de partidos. Son como agentes de jugadores, solo que lidian con federaciones y piensan en contratos mucho más cortos.
"Es un mundo aparte. Los agentes de partidos necesitan otra licencia completamente diferente a la que tenemos nosotros", afirmó Pablo Martínez, representante de jugadores. Y en el portal de FIFA puede encontrar la diferencia. La lista de agentes y la reglamentación para ellos son distintas y se dividen según su objetivo: jugadores o partidos. Venezuela es parte de ese proceso. "Las negociaciones las hacemos siempre a través de un agente de partidos. También contactamos a veces a las federaciones, hay relaciones que sirven para negociarlos, pero siempre se terminan haciendo a través del agente", explicó Boutureira.
Estos agentes pertenecen también a empresas, que pueden tener conexiones con conglomerados mediáticos, ligas profesionales y personalidades del fútbol. Y es que nada es demasiado raro o curioso cuando se trata de un negocio como éste.
(Nota escrita para la edición 28/8 de El Nacional)

viernes, 26 de agosto de 2011

Chuy Vera: "No vamos a cambiar la esencia del fútbol que nos gusta"


El campeón comienza la temporada con dos empates y una derrota, y de pronto, la promesa de una gran era, bajo el mando del técnico que ofrece un fútbol de alto vuelo, parece romperse para la afición.
“Es parte de la cultura de la inmediatez que hay aquí, de la desesperación por los resultados”, alertó Chuy Vera, el nuevo estratega del Deportivo Táchira y promotor de un fútbol atractivo que en estos tres primeros choques con el aurinegro no ha producido triunfos.
El empate sin goles con Zamora desató la ira de algunos aficionados en San Cristóbal. “Hubo abucheos, pero no vi que me tiraran objetos como se ha dicho. En todo caso fue un grupo nada más. Entiendo que Táchira ha ganado solo 3 de los últimos 15 partidos y eso genera preocupación en los aficionados, pero eso viene desde antes y en el poco tiempo que tiene nuestro cuerpo técnico, estamos haciendo las cosas como creemos que se deben hacer. En lugar de preocuparnos, debemos hacer ajustes”, explicó.
Vera se compromete a cumplir su promesa en el Táchira: “Lo primero es tener confianza en lo que estamos haciendo, no desesperarse. Cada partido veo a Táchira mejor desde aquel inicio contra Lara que no fue positivo, para nada. Falta algo de la verticalidad que busco, tenemos que ser más directos hacia el arco, pero en la tenencia de la pelota, que es la base del fútbol que me agrada, estamos bien”.
Agregó: “Estoy claro en que los resultados quitan y ponen a los técnicos, es así aquí en San Cristóbal y en cualquier otra parte del mundo. Pero lo que si es seguro es que no vamos a cambiar la esencia del fútbol que nos gusta, ese que logramos imponer en Estudiantes y Zamora, y que buscamos aquí en Táchira. Ahora, los dirigentes serán los que decidan el tiempo que tendremos para conseguirlo”.
Vera conoce bien cómo se vive el fútbol en la zona y ofrece un ejemplo como moraleja. “La presión es algo con lo que se convive, la tuve desde que era jugador. Lo malo es cuando se convierte en algo que evita que crezcan jugadores como Laureano Jaimes y otros más. En Táchira siempre me gustó Edgar Pérez Greco, fue un jugador que quise llevar a mis equipos. Pero aquí creo que no lo valoraron lo suficiente, por ese afán de conseguir resultados y buscar jugadores de afuera para lograrlo, y entonces se fue”.
Vera intentará que a él no le suceda lo mismo.
(Nota escrita para la edición 26/8 de El Nacional)

El éxito no nubla la vista de Saragó

Eduardo Saragó se resiste a hablar de la posibilidad de un título con Lara, su nuevo equipo. Incluso después de arrollar al Real Esppor 4-0. “No me voy a dejar llevar por estos resultados nada más”, advierte el estratega. Pero Saragó entiende, por supuesto, que las importantes contrataciones del Lara y su propia llegada al conjunto son razones para verlos como candidatos.
“Contra el Esppor estuvimos más cerca del nivel que yo quiero; en los dos partidos anteriores, no. Sabía que al empezar la temporada íbamos a estar bien físicamente, pero lo futbolístico solo lo puedes ver realmente en la competencia oficial y en eso todavía estamos mejorando”, afirmó el DT.
“Esperábamos un partido muy difícil contra un gran rival. Así que ganarlo de esa manera es muy bueno, si tienes en cuenta esos factores, pero al final vale tres puntos igual, no te dan más”, dijo.
Dos victorias y un empate confirman el potencial de este reforzado Lara. Saragó, cauteloso, pone el freno: “Pensar en el título va a ser difícil porque son muchas cosas nuevas para todos en el equipo y creo que lo consideramos en realidad a partir del segundo semestre. Ahora, si llega la oportunidad en este torneo, bienvenido sea, ojalá, pero prefiero ver el trabajo a plazos más largos”.
El domingo, Saragó tendrá enfrente a un rival que también ha tenido un gran inicio y que, más importante aún, conoce muy bien: su ex conjunto, Petare. “Tengo muy bonitos recuerdos con el equipo y un gran agradecimiento a todos sus jugadores. Pero va a ser otro partido más, contra un buen conjunto”, finalizó.
(Nota escrita para la edición 26/8 de El Nacional)

lunes, 22 de agosto de 2011

El Camp Nou es la casa del culto a Messi

En Cataluña saben que es una leyenda viviente, quizás por eso aprovechan para hacerle saber su gratitud a tiempo y no cuando esté retirado o ya ni siquiera esté en este mundo para recordar sus hazañas.
Una de las imágenes más impactante que dejó el triunfo del Barcelona en la Supercopa (más allá de la ridícula agresión de José Mourinho a Tito Vilanova) fue la reverencia de casi 100 mil personas a Lionel Messi, en pleno partido. Desde la tribuna principal del Camp Nou se podía apreciar bien el gesto multitudinario: los dos brazos extendidos y el movimiento de inclinación del cuerpo hacia adelante. Repetitivo. Una coreografía alegre acompañada de un sencillo canto: "Meeeeeesi, Meeeeeesi".
Con un partido como el que jugó el argentino, cuesta encontrar exageración en el gesto de una afición agradecida. Messi liquidó a un Real Madrid que venía en alza y que bien podía haber ganado la serie. Y el rosarino lo hizo 10 días después de haber terminado sus vacaciones, sin haber participado en los encuentros de fogueo ni haber hecho pretemporada con el equipo.
"Con Messi no se puede. Vino en chancletas e hizo dos goles", dijo Gerard Piqué en referencia al poco tiempo que necesitó el zurdo para olvidar sus vacaciones playeras y empezar a dejar su huella en la nueva temporada. Pero resulta que el gesto del Camp Nou no fue inspiración de un día. "Ya esa reverencia la hacen en todos los partidos que define Messi", explicó un aficionado culé. Lejos de quitarle valor a la acción, lo aumenta. El zurdo no solo se siente adorado en casa, sino que se siente en obligación de retribuir tal cariño. Sus festejos, además, se hacen más vehementes de acuerdo a la importancia del momento.
De sus celebraciones cortas y grupales, en abrazo colectivo con sus compañeros, ha pasado también a señales para el público mucho más enérgicas y con matices de complicidad. En Wembley, en la final de la Liga de Campeones de este año, pateó un micrófono de campo y la valla contra la que se apoyó. Fue en parte en desahogo por un final de temporada con una breve sequía y también una manera de responder a la energía del público que viajó a apoyarlos. En el Camp Nou, el pasado miércoles, esa fuerza se volvió a notar en sus gestos, en especial en su segundo gol. Con el puño lanzado al aire, dando vueltas, arengando al público y con alguna grosería también, ejemplificó el orgullo del equipo, de su afición, en poder derrotar una vez más al enemigo de siempre.

Sin rencor. Que Xavi o Andrés Iniesta no hayan ganado el Balón de Oro de la FIFA el año pasado es culpa de Messi. Los dos españoles, símbolos del fútbol azulgrana, tuvieron que ceder el protagonismo, por enésima vez, al argentino. Y lejos de guardarle rencor, en Barcelona prefirieron rendirle tributo a esta leyenda viviente, por más que les habría enorgullecido tener a Xavi o Iniesta en el lugar de honor.
En el museo del Barcelona, dentro de las instalaciones del Camp Nou, el club exhibe con orgullo los dos trofeos Balón de Oro otorgados a Messi. Durante el recorrido, un visitante curioso comentó al ver la sección dedicada a este galardón, en la que se muestra a otros ganadores que han militado en el Barcelona. "Mira, la mayoría son brasileños o al menos extranjeros. Prácticamente no hay españoles". La guía del tour, algo apenada, utilizó una excusa singular: "Bueno, Messi es casi catalán para nosotros". Una muestra más del cariño que le tienen al mejor jugador del mundo.
(Nota escrita para la edición 21/8 de El Nacional)

El quinto elemento de Mourinho

Gran parte de la dinámica actual del fútbol en el mundo tiene que ver con lo que se dice antes y después de los partidos, mucho más que en ninguna otra época. No hay declaración que no se reproduzca fácilmente por diferentes medios o que llegue a lejanos rincones del planeta en segundos, si levanta el suficiente interés.
En Venezuela, el seleccionador César Farías levantó una polvareda al decir que los jugadores del campeonato nacional no estaban para jugar los 90 minutos con la selección, al ritmo de juego que ha impuesto, y a partir de ahí numerosas reacciones de la prensa y otros técnicos han generado un debate en el país.
Ni hablar entonces de las repercusiones que tiene en el mundo un BarcelonaReal Madrid, más cuando suceden hechos como la tángana del partido de vuelta por la Supercopa en el Camp Nou. José Mourinho causó tanto o más estupor con sus palabras burlonas y su actitud desentendida al ser inquirido por su agresión contra Tito Vilanova que por la propia acción en sí. Las palabras más repetidas luego del partido no vinieron del héroe del encuentro, Lionel Messi, o del debutante premiado, Cesc Fábregas, sino de Gerard Piqué, quien dijo: "Mourinho está destrozando el fútbol español. El culpable lo tienen allá en Madrid".
El central acusó al entrenador de los merengues de generar ese ambiente violento reciente en los encuentros entre estos dos enemigos. Y aunque no tenga razón, porque para pelear se necesitan dos, sí es cierto que Mourinho ha sido el origen de la tensión exagerada que se ha creado alrededor de estos partidos. Nada más ver los periódicos de las dos ciudades, días antes de un partido, y el más desprevenido pensaría que se trata de una guerra por la ocupación de un territorio.
Que los medios de comunicación se aprovechan de esto es tema tratado hasta la saciedad, pero en los últimos años los técnicos y jugadores han pasado a jugar también con este factor. Y esa es la explicación de porqué Mourinho es el origen de la exasperación que acompaña a cada clásico en los años recientes, mucho mayor a la que de por sí acompaña a un partido entre dos rivales históricos. Al portugués le interesa siempre jugar los partidos fuera de la cancha y con sus declaraciones intenta condicionar a los árbitros, al rival y a sus propios jugadores. Es parte de su método, tan integral como los otros aspectos que desea desarrollar en el grupo que maneja.
Una conversación con el comentarista argentino Juan Pablo Varsky antes del partido resultó curiosa en este sentido. Admirador como muchos de la metodología y sapiencia del técnico portugués, al igual que de la ideología del técnico catalán, Varsky quiso restarle importancia al carácter y las declaraciones de Mourinho y de Josep Guardiola.
"A mí no interesa tanto lo que dicen Guardiola y Mourinho, sino lo que logran dentro de la cancha. Y en eso, no son tan distintos", afirmó el analista.
Pero dos días después del partido, al repasar lo sucedido, Varsky encontró que era muy complicado obviar esa parte y señaló en un programa de TV que lo que había logrado Mourinho con la mejoría del juego del Real Madrid en el receso entre temporadas lo había deshecho con los pies con sus desafortunadas acciones y palabras.
Técnica, táctica, condición física, psicología. Mourinho explica que no deben separarse los cuatro al desarrollar el trabajo de un equipo. Pero se le olvidó apuntar su quinto elemento: dialéctica. 
(Columna escrita para la edición 21/8 de El Nacional)

domingo, 14 de agosto de 2011

La Vinotinto cambió hace 10 años

A veces cuesta recordar algo que sucedió hace 10 años. A Ruberth Morán no le pasa. Al menos no con algo que ocurrió hace exactamente una década atrás, el 14 de agosto de 2001.
En el Pachencho Romero de Maracaibo, Venezuela venció 2-0 a Uruguay y comenzó, sin saberlo en ese momento, una etapa que hasta hoy disfrutan todos los venezolanos que aman el fútbol.
Hay varias razones para que Morán recuerde muy bien aquel día, con lujo de detalles incluso. Muchas razones. La primera es sencilla. "Tengo el video de ese partido. Y lo he visto muchas veces. Después de todo lo que me tocó vivir, ese video tiene importancia para mí", afirma el merideño, hoy asistente técnico del Deportivo Táchira, pero en aquel momento delantero de una Vinotinto que pasaría a depender por un buen tiempo de sus goles.
Aquel triunfo fue el inicio del "boom" vinotinto. Fue el comienzo de una racha, todavía no superada hoy, de cuatro victorias seguidas en una eliminatoria. Fue el despertar de un país en una pasión que no era conocida. Fue la obligatoria corrección a aquellos que pensaban que para celebrar un triunfo en este deporte había que usar otra camiseta.
Para Morán fue todavía más que eso. "En lo personal fue un momento muy importante. Había pasado ocho meses parado por una lesión de ligamento cruzado en la rodilla derecha y ese era mi primer partido oficial de retorno a las canchas. Me había perdido el Clausura y la Copa América, que me dolió mucho. Ese triunfo me marcó, fue un segundo aire, el renacimiento de mi carrera", recuerda Morán. Otra de las razones por las que cada tanto tiempo oprime "play" y se transporta a aquel instante de su vida.

La ruptura. No era un buen momento para la Vinotinto. La eliminatoria entraba en su recta final, no había posibilidad alguna de pelear por un cupo a Corea-Japón 2002, pero esa era la norma, la costumbre eterna.
Ya era el mejor premundial de Venezuela, sólo porque había sumado un triunfo en 10 partidos bajo la dirección del técnico José Omar Pastoriza y empató con Colombia con el nuevo entrenador, Richard Páez, antes de jugar una Copa América en Colombia que terminó en decepción.
"Esa victoria fue un punto de ruptura con lo que se estaba viviendo en el ciclo de Richard, que había creado muchas expectativas. Y ese fue el partido que confirmó el trabajo y representó uno de los primeros triunfos históricos de la selección", cuenta Morán.
Años después, Páez revelaría que antes de ese encuentro les pidió a sus jugadores lo que nunca se atrevía a solicitar. Esa vez no quería que jugaran bien necesariamente; prefería que ganaran porque de lo contrario tenía la certeza de que sería despedido.
"Fue así, lo hablamos", recuerda Ruberth. "Justamente en la Copa América se creó ese ambiente en contra de él y por eso para mí era tan importante responder, porque a esa presión se sumó la polémica de mi convocatoria, porque yo no estaba jugando. Confió en mí como lo había hecho en otros días en Estudiantes de Mérida y tenía que pagarle esa confianza", afirma.
Pero ningún triunfo es solitario, menos en el fútbol. Y Morán encontró la misma inspiración en los ojos de sus compañeros ese día. "El grupo se convenció de salir a ganar. Dijimos ¿Por qué no? ¿Por qué no les vamos a ganar a estos uruguayos? Salimos a hacer lo nuestro y aunque no fue uno de nuestros mejores partidos de ese ciclo, en cuanto al fútbol que jugamos, sí tuvimos bastantes ráfagas de ese buen fútbol que luego sería nuestra identidad", rememora.
"En los días previos había escepticismo, claro, pero incluso esos comentarios nos dieron fortaleza, fue importantísimo convertir esa presión en algo positivo", relata Morán.
Antes de ese día, Venezuela apenas había celebrado tres triunfos en eliminatorias en su historia, dos ante Bolivia y uno contra Ecuador. Pero como dijo Morán, ¿por qué no contra los uruguayos? Y luego contra los chilenos en Santiago, y los peruanos y los paraguayos en San Cristóbal. Cuatro en tres meses, cuando antes la selección había podido sumar solamente tres en 34 años.
"Fue un golpe anímico muy bueno. Nos dio seguridad, hizo creer a la gente en la idea que se tenía, la idea de la que hablaba Richard. Ese triunfo contra Uruguay marcó la historia y a partir de ahí se identificó a la selección como la Vinotinto. La gente se empezó a incluir en esto", afirma con orgullo.

El partido. Morán repasa las jugadas importantes de aquel encuentro y ofrece detalles que siguen frescos en su memoria. "Claro que lo recuerdo bien. Comenzamos ese partido con varias ocasiones de gol. Yo pegué un tiro en el larguero en una jugada en la que recibo un buen pase de Juan (Arango)", cuenta.
En el segundo tiempo, llega el tanto esperado. La ventaja 1-0 con anotación del merideño. "Recibí el balón de Cari Cari Noriega y le pegué cruzado. Si ves la celebración, después de la euforia te das cuenta de que fue hasta rabiosa por todas las oportunidades que antes no se habían podido concretar en el partido. Creo que hasta en eso cambiamos como equipo. Desde entonces nuestras celebraciones fueron distintas".
Otra de las razones que el ex jugador tiene para recordar este partido fue que ese gol llevaba una dedicatoria emotiva y familiar. "Fue para mi hermana, Dahiana Paola Araujo. Cumplía 15 años ese día y por ser un momento tan especial en la vida de una mujer fue muy bonito poder ofrecerle ese gol y el triunfo", afirma.
Luego de ese tanto, Venezuela demostró que también había aprendido a mantener una ventaja. "Se sufrió después, pero fue un partido bien jugado. Y Rafa (Dudamel) también hizo su trabajo", repasa Morán.
Dudamel, precisamente, ofreció la primera de varias emociones fuertes en ese final del encuentro. En el primer minuto de descuento, tapó un disparo que parecía colocar el empate de Uruguay en la pizarra. En realidad, fue la antesala de dos grandes alegrías: el segundo gol vinotinto y el festejo del triunfo. "Dudamel le había sacado un gran tiro libre a (Álvaro) Recoba. Y después fue una locura. Una gran jugada que termina en un disparo de Giovanny Pérez y ahí llegó `Pequeño’ (Alexander Rondón) a meterla y cerrar el partido", recordó el ex atacante.
Hoy, si quiere imitarlo y revivir esos momentos, sólo tiene que buscar el resumen del juego en You Tube. Pero para Morán, cada segundo de ese partido amerita un repaso. Tiene todas las razones posibles: "En momentos difíciles de mi vida, lo veo. Me pasó, por ejemplo, en los días posteriores a mi retiro, que fueron duros. Es algo que me ha servido de inspiración durante mi carrera".
Ese gol y ese triunfo también inspiraron a muchos otros más. 10 años después, podemos dar fe de ello.

Morán le entregó el 18 a Arango
El objeto más preciado que conserva Ruberth Morán de aquel triunfo contra Uruguay es también el origen de una anécdota interesante. "Guardo la camiseta de ese partido, con el número 18", apunta Morán, a sabiendas de que ese no es el dorsal con el que se le recuerda en la selección.
"Esa fue otra cosa que empezó a cambiar con ese partido", revela. "En esa época hicimos un convenio interno de empezar a mantener también los números con los que jugábamos, de crear de esa forma también una identidad en nosotros al tener números fijos".
Venezuela venció a Chile en la siguiente fecha y entonces se produjo el cambio definitivo de dorsales. Contra Perú y Paraguay, la mayoría pasó a utilizar los números con los que se le reconocería en los siguientes años. Morán ya no lucía el 18, sino el 16 con el que se le asoció por el resto de su trayectoria vinotinto. Juan Arango, que usaba el 10 en ese momento al no encontrarse su dueño, Gabriel Urdaneta, retomó el 18, un número que había empleado en algunos juegos y que terminó de hacer suyo.
"Arango y yo hicimos ese cambio. Él me lo solicitó, yo no tenía problemas y pasé a utilizar el 16. Otros también decidieron usar otros números y quedarse con ellos".

 
(Nota escrita para la edición 14/8 de El Nacional)

domingo, 7 de agosto de 2011

La copa se vivió en Bélgica y de madrugada


"Voy a ser sincero, lo de Paraguay me molestó. Es más, todavía estoy arrecho y me disculpas la palabra. Va a ser feo cuando nos encontremos en la eliminatoria", confesó Ronald Vargas. "Pasé de ser jugador a un aficionado más. Me iba a la cama a las cinco de la mañana acá en Bélgica y muchas veces no podía terminar de dormir por la emoción de los partidos", admitió Jesús Gómez.
Esos sentimientos y muchos más despertó la Copa América en Vargas y Gómez, dos jugadores que además tuvieron que superar el dolor de no poder estar allí con sus amigos, por haber sufrido lesiones que los marginaron de cualquier posibilidad de entrar a la convocatoria del seleccionador César Farías.
Ambos llegaron a nuevos clubes en Bélgica, están en un proceso de rehabilitación y tuvieron que vivir a distancia las incidencias de la copa. Los dos son volantes ofensivos y deben regresar a la acción en octubre, cuando la eliminatoria comenzará. Y, lógicamente, se ilusionan con ese retorno para aspirar a la máxima conquista: el Mundial Brasil 2014.
Las coincidencias entre Vargas y "Pulga" llegaron hasta la solución que debieron conseguir en julio para ser testigos de la hazaña de la Vinotinto en Argentina. "Aquí en Bélgica tuve que comprar un paquete televisivo para poder observar todos los partidos. Algunos los veía a las 9 de la noche, pero la mayoría me tocó verlos en la madrugada, a pesar de tener que entrenarme a la mañana siguiente. Era difícil, pero valió la pena", contó Vargas.
"Me pasó igual que a Ronald. Toda la copa la vi en Bélgica, pero como no pasaban los juegos, tuve que comprar ese paquete también", dijo Gómez.
Los jugadores no estuvieron solos en sus noches en vela siguiendo a la selección. "Los vi todos con mi esposa", afirmó "Pulga". Pero en casa de Vargas, cada partido se convirtió en un acontecimiento: "Tengo un grupo de amigos venezolanos y nos reuníamos todos para los encuentros. Ya se iban directo a mi casa en cada juego".

Conflicto emocional. El inicio de la Copa América no fue sencillo para estos dos talentosos volantes por una simple razón. "En el primer partido, todo el mundo me mandó mensajes diciéndome que yo debía haber estado ahí. Lo sabía, pero lo había superado, pensaba que si había ocurrido así, era por algo. Pero con eso me lo recordaron. En eso soy un poco tonto, todavía me pegaba. Es extraño, me cuesta describir lo que sentí en ese momento", dijo Vargas en su desahogo.
Para Gómez fue similar la experiencia: "Los partidos los viví con verdadera emoción, pero al principio también con la tristeza de no poder estar ahí con el equipo".
Una vez superado ese pesar, la labor de la Vinotinto sólo produjo satisfacción. "Lo disfruté mucho. El partido que más me gustó fue la remontada para empatar con Paraguay.
¿Los dos goles del final los hicieron en cuánto? ¿Tres minutos? Fue el más emocionante, el más inesperado también", el más inesperado también", comentó Vargas, que canalizó la sensación de revancha que debe haber quedado entre sus compañeros.
"Los paraguayos fueron pedantes. Ya veníamos de perder con ellos la posibilidad de ir al Mundial y después se dan esas peleas, y ganan en penales. En serio, va a ser una guerra cuando nos volvamos a ver", añadió el guatireño.
Para Gómez, la victoria contra Chile en San Juan, que permitió llegar por primera vez a una semifinal, fue lo más memorable: "Fue en el que más grité, en el que más me emocioné, en el que me gustó más la actuación de Venezuela. Lograron vencer a una gran selección como Chile, que era candidato a ganar la copa".

Razones para el optimismo. Vargas consideró los numerosos puntos positivos que tuvo la selección en la Copa América. "Se trabajó mucho en el aspecto físico, se notó, igual que el trabajo de las líneas. La defensa fue sólida, sin importar lo que pasó en el último partido contra Perú. Renny (Vega) tuvo una excelente copa, me contenté mucho por él. Tomás (Rincón) fue una fiera. Robertico (Rosales) estuvo excelente. Dentro del alto nivel que tuvo la selección, para mí ellos fueron los mejores", dijo.
Gómez también dio rienda suelta a su entusiasmo: "Creo que este es el mejor plantel de la historia de Venezuela. Farías se dio el lujo de rotar a tantos jugadores durante el torneo porque hay mucho talento. Se vio personalidad y garra en el equipo, remontaron marcadores, en lo físico podían terminar los partidos mejor que los rivales. También se vio la mejoría en lo táctico".
Esa mejoría se podrá confirmar pronto en el premundial. "Eso queremos. El sueño de todo futbolista es jugar un Mundial. Y ganarlo también", expresó Vargas, mientras que Gómez afirmó: "La ilusión para la eliminatoria es grande. Creemos firmemente que podemos llegar a Brasil 2014".

Competencia entre creativos. Para Vargas y Gómez, la lucha será primero con ellos mismos y luego contra otros. En octubre se espera que ambos vuelvan a jugar en competencias oficiales, por lo que en la primera doble fecha eliminatoria, contra Ecuador y Argentina, no deben estar todavía de regreso en la Vinotinto. "Sí, creo que sería apenas para noviembre cuando podría volver. Necesito al menos un mes para ver cómo estoy y si debo ser convocado. Ojalá pueda estar pronto", comentó Vargas.
Gómez también fue sincero: "Lo principal es poder estar en óptimo estado y así ser llamado de nuevo. No es sencillo volver si no estás en un buen nivel".
Y una vez reincorporados, saben que la pelea por un puesto entre los mediocampistas ofensivos no será sencilla. "Para nada. Juan Arango y César González hicieron un excelente trabajo, con una labor defensiva que pedía cubrir espacios y tener mucho desgaste. Cada quien tiene su estilo, pero en la selección se vio que todos se adaptaron a lo que se les pedía. Si perdían una pelota, volvían rápido a su lugar para poder recuperarla. Cuando vuelva, debo adaptarme a eso y sé que puedo hacerlo. Estaré listo para cumplir con lo que pida el técnico", dijo "Ronita".
Gómez aceptó igualmente el reto: "Conozco cómo trabaja Farías y estoy seguro de poder cumplir. Luego, cada quien tiene sus habilidades y las demostrará. Pero sin duda, va a ser más complicado ganarse un puesto en esta selección, y más en la posición que juego. Creo que es la línea con más talento de todas. Por eso me siento privilegiado al ser tomado en cuenta".


El drama de los penales
Ver a Venezuela decidir su pase en penales fue insoportable para muchos. No era una sensación conocida para el aficionado vinotinto. Vargas admite que también le costó ver esa ronda: "Sé cómo los muchachos piensan y en muchas jugadas sabía que iban a hacer.
Así que, por momentos, fue incómodo verlos en el torneo porque los conozco. Y ese instante de los penales fue muy tenso, no es fácil, sabes que te está viendo todo el país. Me pongo en el puesto de Lucena, y no es sencillo. Esos momentos creo que los viví con tanta intensidad como ellos". 

Nuevos amigos en Bélgica
Vargas y Gómez ya empiezan a pensar en los enfrentamientos que tendrán con sus clubes, Anderlecht y Lierse, pero antes que eso estará la amistad que podrán consolidar en Bélgica como los únicos venezolanos de la liga. "Ahora con Ronald hablo con frecuencia. Antes no tanto, porque él estaba buscando un nuevo hogar y se estaba instalando. Pero ahora podremos vernos seguido, porque vamos a estar muy cerca, a 25 o 30 minutos de recorrido en carro", contó Gómez.

Como un periodista
Ronald Vargas confiesa que le tocó vivir otra experiencia nueva durante esta Copa América. El volante escribe una columna para el diario Líder, así que tuvo que ver los partidos con otra disposición y desde un punto de vista distinto. "Era diferente, tenía que anotar cosas para luego poder escribir. Me di cuenta que estando afuera uno también ve cosas y aprende. Era como tú, un periodista", dijo divertido.

(Nota escrita para la edición 7/8 de El Nacional)

Franklin Lucena: "Será bueno poder concentrarme en el Caracas"

Franklin Lucena ha aprendido a superar pronto los malos momentos. Lo hizo después de fallar el penal contra Paraguay en la semifinal de la Copa América y sabe que lo hará de nuevo ahora, cuando su ilusión de convertirse en otro legionario venezolano se cortó. Por el momento.
"Me llamaron de la Universidad de Chile para decirme que no me podrán firmar. Se reforzaron finalmente con un jugador del patio, así que ya es definitivo, me quedo en el Caracas. El lunes me reincorporo al equipo", afirmó el defensor y medio de contención vinotinto.
"Era el momento ideal para salir al extranjero, por lo que pudimos hacer en la Copa América, pero si no se dio, debo estar tranquilo. No pierdo la fe de jugar en el exterior y esperaré entonces por un mejor momento", expresó.
"Sí hubo contacto con River Plate, pero fue sólo interés del club y luego no hubo más nada. Y honestamente, prefiero concentrarme de una vez en el Caracas y dejar esto atrás porque han sido días de presión, de llamadas de todo el mundo.
Así que será bueno poder pensar en terminar las vacaciones y jugar de nuevo en el Caracas, que es un equipo en el que me siento muy bien", aseguró.
Lucena sabe que el reto con el cuadro capitalino será similar al que ya vivieron en la campaña pasada, cuando la nómina se renovó con jugadores jóvenes. "Sí, y esta vez no hay tantos refuerzos, así que se le está dando mayor confianza todavía a los jóvenes. Todos sabemos que va a ser un torneo muy parejo, y por eso los muchachos tendrán que aprovechar su momento", dijo.
Lucena será una de las figuras de experiencia que permanecerá en las filas rojas y tendrá la responsabilidad de ser un líder dentro de esta nueva versión del equipo. "Lo asumo con mucha humildad. Cuando yo llegué al equipo, había muchas figuras de jerarquía que me ayudaron y guiaron. Ahora seré yo quien ayude a los más jóvenes", admitió. Y los aficionados del Caracas respirarán más tranquilos.
(Nota escrita para la edición 7/8 de El Nacional)

El trampolín tiene límites

En 2004, cuando surgió el rumor de un posible fichaje de Juan Arango por el Mallorca de España, más de uno sonrió con sorna. No les parecía lógico, razonable.
Aquel Mallorca venía de tener campañas resaltantes, era equivalente en importancia al Villarreal o al Valencia de los últimos años, aunque el plantel luego se dedicó a pelear la permanencia y no metas valiosas.
Sin embargo, la pista que ofrecía la relación de Arango con Benito Floro, su anterior entrenador en México, hizo pensar que no era tan descabellado como muchos creían. La firma sí se concretó y el resto de la historia es conocida. No es un caso común, pero sí uno que debería recordarse con mayor frecuencia, sobre todo cuando ahora abundan los rumores, y cuando se adopta una posición cínica ante cualquier comentario acerca de posibles fichajes de venezolanos en el extranjero.
Con la rápida proliferación de sitios web dedicados al fútbol (y a los rumores de fichajes), resulta cada vez más complicado hablar de contrataciones de este tipo. Hay intereses, ofertas, rumores lanzados por los agentes o por los equipos, llamadas o simples mentiras. Y todo esto se ve multiplicado por la propia naturaleza del negocio del fútbol, muy distinto al comercio centralizado del beisbol (a través de MLB y su sistema de ligas menores) o al del baloncesto, mucho menos extendido que el fútbol en el mundo y con menos ligas de relevancia.
Es por eso que un día se escucha o se lee sobre el interés de un gran equipo en un venezolano, y al día siguiente el jugador firma con otro. ¿Contra quiénes compiten? Contra millones de jugadores en el mundo, que pueden salir de Togo o de Macedonia.
Otro factor presente en las negociaciones es la crisis del mercado. Uno de los agentes que representa a varias figuras venezolanas dijo: "No hay dinero en estos momentos". Y aunque siempre ha existido el estigma del venezolano al ser comparado con otros suramericanos, la selección ha ayudado a cambiar esa percepción en los últimos 10 años, al igual que campañas inolvidables como las que han realizado Caracas o Táchira en la Copa Libertadores. Pero ese trampolín tiene límites, incluso cuando ofrece oportunidades como las que abrió esta Copa América Argentina 2011. Mientras más y más venezolanos salen al exterior, gracias a esas vitrinas, la exigencia en esos nuevos destinos también crece.
Temporadas como las que tuvo Juan Arango en el Mallorca o la que acaba de completar Salomón Rondón en el Málaga son el siguiente paso que requiere la consolidación de los vinotintos en el extranjero.
Que Roberto Rosales, Tomás Rincón, Miku Fedor y otros ganen espacios en sus equipos y ligas es lo que permitirá que el salto sea completo hacia el nivel esperado, ese en el que un rumor sobre el interés del Real Madrid o el Manchester United no parecerá un cuento de camino para los más escépticos.
(Columna escrita para la edición 7/8 de El Nacional)