domingo, 28 de agosto de 2011

Cuentas claras conservan amistosos

Un día la afición venezolana se maravilla ante la posibilidad de recibir a la campeona del mundo, España, en el país y al día siguiente se extraña cuando conoce que Guinea será el rival en otro partido de fogueo.
En el complicado negocio de los encuentros amistosos, nada es demasiado raro o curioso. Y hay que tener en cuenta siempre lo primero: es un negocio.
Hace cinco años, Brasil cobraba un millón de dólares para aceptar jugar un encuentro de fogueo. Venezuela, en medio de su auge, dejó pasar oportunidades como esa por considerar demasiado alto el monto. El poderoso puede imponer sus condiciones y por eso Brasil, Argentina, España y otras selecciones de la clase alta del fútbol mundial muchas veces se aventuran a jugar partidos en tierras exóticas contra combinados de poca monta que sí están dispuestos a entregar ese dinero. Ni siquiera la federación del país tiene que hacerlo, porque si es buen negocio, habrá empresas que se encargarán.
"Con España fue así, el dinero lo pagó la empresa que lo organizó (Evenpro). Ellos recibieron el pago y Venezuela también recibe un `caché’, un monto por jugar", explicó Serafín Boutureira. La prensa española reportó que en ese amistoso de junio de este año, los campeones habría recibido dos millones de euros.
Los encuentros en suelo neutral también responden a esta dinámica. El choque contra Argentina en Calcuta es otro ejemplo. "También lo organiza una empresa y tanto Argentina como nosotros recibimos un monto", confirmó Boutureira.
El auge de su fútbol le ha permitido a Venezuela convertir su necesidad de foguearse en una posibilidad de lucro y no en un gasto obligatorio. Las gobernaciones se disputan ahora la organización de un encuentro en el país y las autoridades de la Federación Venezolana de Fútbol y el propio seleccionador César Farías han admitido que el criterio principal para decidir las sedes de los amistosos en Venezuela en los últimos años ha sido la facilidad que ofrecen, en términos logísticos y económicos, los mandatarios regionales.
Y si las empresas se unen al negocio de los amistosos y el público responde al asistir en masa, entonces es lógico que se vean mejores contrincantes en la agenda. Más allá de preguntarse si debería ser así, lo necesario es entender que es así.

Asunto de conveniencia. El factor económico, sin embargo, no es el único en consideración. La imagen y el prestigio también juegan su papel.
El diario brasileño Folha de Sao Paulo publicó en la portada de deportes de su edición del 12 de agosto una foto del presidente de Gabón, en una abierta crítica al giro que dio la federación de su país en las decisiones sobre los amistosos que disputaría el scratch.
"Gabón. La selección cambia amistosos contra potencias por juegos contra equipos de escaso nivel", afirmó el rotativo, con la selección africana como ejemplo.
El anfitrión del próximo Mundial no vive horas de alegría. Su actuación en la Copa América fue criticada y su nuevo técnico, Mano Menezes, ha tenido un año complicado. "Desde que Mano asumió, la selección acumula derrotas contra Argentina, Francia y Alemania, aparte de un empate con Holanda", detalló Folha de Sao Paulo, que agregó: "Brasil ya no jugará contra España e Italia, como llegó a ser anunciado por la federación durante la Copa América". El diario informó que la nueva planificación tenía a Egipto, México o Costa Rica, y Gabón entre las opciones de finales de año.
Todo esto sin incluir a Venezuela, que era su rival para el 6 de septiembre en un amistoso que declinó Brasil por la misma razón que todo lo antes expuesto por Folha de Sao Paulo: imagen. El pentacampeón mundial poco tiene que ganar en ese sentido si vence a Venezuela, pero sí mucho que perder. Contra España e Italia, las probabilidades de seguir sumando derrotas este año son altas, y en un momento en el que desean impulsar el entusiasmo por el Mundial de 2014 no conviene. Pero la imagen también tiene que ver con otros aspectos.
El ranking FIFA varía según estos resultados. Si un técnico o una selección desean cuidar este valor, se escogerán encuentros de menor riesgo. Y la venta de jugadores también se nutre de estos choques. Los jugadores que se muestran en la selección, en especial los más jóvenes, suben su cotización en el mercado al sumar internacionalidades.

Cuestión de fechas. Otro factor relevante para saber con quién jugará cada selección es el calendario. Para las potencias, las opciones abundan. Para selecciones como Venezuela, incluso esta versión superada en los últimos 10 años, no tanto.
Si una opción se cae o si la federación tarda demasiado en concretar un partido, la ventana se empieza a cerrar. Y queda entonces Guinea, por ejemplo. La negativa de Brasil para el 6 de septiembre ocasionó esa complicación que llevó a la FVF a pasar del scratch a Nueva Zelanda, a Camerún y a Guinea, en poco tiempo.

Contactos relevantes. En ocasiones, las conversaciones para llegar a un acuerdo se establecen entre federaciones. Pero los verdaderos encargados de llenar el calendario internacional FIFA son los agentes de partidos. Son como agentes de jugadores, solo que lidian con federaciones y piensan en contratos mucho más cortos.
"Es un mundo aparte. Los agentes de partidos necesitan otra licencia completamente diferente a la que tenemos nosotros", afirmó Pablo Martínez, representante de jugadores. Y en el portal de FIFA puede encontrar la diferencia. La lista de agentes y la reglamentación para ellos son distintas y se dividen según su objetivo: jugadores o partidos. Venezuela es parte de ese proceso. "Las negociaciones las hacemos siempre a través de un agente de partidos. También contactamos a veces a las federaciones, hay relaciones que sirven para negociarlos, pero siempre se terminan haciendo a través del agente", explicó Boutureira.
Estos agentes pertenecen también a empresas, que pueden tener conexiones con conglomerados mediáticos, ligas profesionales y personalidades del fútbol. Y es que nada es demasiado raro o curioso cuando se trata de un negocio como éste.
(Nota escrita para la edición 28/8 de El Nacional)