domingo, 7 de agosto de 2011

La copa se vivió en Bélgica y de madrugada


"Voy a ser sincero, lo de Paraguay me molestó. Es más, todavía estoy arrecho y me disculpas la palabra. Va a ser feo cuando nos encontremos en la eliminatoria", confesó Ronald Vargas. "Pasé de ser jugador a un aficionado más. Me iba a la cama a las cinco de la mañana acá en Bélgica y muchas veces no podía terminar de dormir por la emoción de los partidos", admitió Jesús Gómez.
Esos sentimientos y muchos más despertó la Copa América en Vargas y Gómez, dos jugadores que además tuvieron que superar el dolor de no poder estar allí con sus amigos, por haber sufrido lesiones que los marginaron de cualquier posibilidad de entrar a la convocatoria del seleccionador César Farías.
Ambos llegaron a nuevos clubes en Bélgica, están en un proceso de rehabilitación y tuvieron que vivir a distancia las incidencias de la copa. Los dos son volantes ofensivos y deben regresar a la acción en octubre, cuando la eliminatoria comenzará. Y, lógicamente, se ilusionan con ese retorno para aspirar a la máxima conquista: el Mundial Brasil 2014.
Las coincidencias entre Vargas y "Pulga" llegaron hasta la solución que debieron conseguir en julio para ser testigos de la hazaña de la Vinotinto en Argentina. "Aquí en Bélgica tuve que comprar un paquete televisivo para poder observar todos los partidos. Algunos los veía a las 9 de la noche, pero la mayoría me tocó verlos en la madrugada, a pesar de tener que entrenarme a la mañana siguiente. Era difícil, pero valió la pena", contó Vargas.
"Me pasó igual que a Ronald. Toda la copa la vi en Bélgica, pero como no pasaban los juegos, tuve que comprar ese paquete también", dijo Gómez.
Los jugadores no estuvieron solos en sus noches en vela siguiendo a la selección. "Los vi todos con mi esposa", afirmó "Pulga". Pero en casa de Vargas, cada partido se convirtió en un acontecimiento: "Tengo un grupo de amigos venezolanos y nos reuníamos todos para los encuentros. Ya se iban directo a mi casa en cada juego".

Conflicto emocional. El inicio de la Copa América no fue sencillo para estos dos talentosos volantes por una simple razón. "En el primer partido, todo el mundo me mandó mensajes diciéndome que yo debía haber estado ahí. Lo sabía, pero lo había superado, pensaba que si había ocurrido así, era por algo. Pero con eso me lo recordaron. En eso soy un poco tonto, todavía me pegaba. Es extraño, me cuesta describir lo que sentí en ese momento", dijo Vargas en su desahogo.
Para Gómez fue similar la experiencia: "Los partidos los viví con verdadera emoción, pero al principio también con la tristeza de no poder estar ahí con el equipo".
Una vez superado ese pesar, la labor de la Vinotinto sólo produjo satisfacción. "Lo disfruté mucho. El partido que más me gustó fue la remontada para empatar con Paraguay.
¿Los dos goles del final los hicieron en cuánto? ¿Tres minutos? Fue el más emocionante, el más inesperado también", el más inesperado también", comentó Vargas, que canalizó la sensación de revancha que debe haber quedado entre sus compañeros.
"Los paraguayos fueron pedantes. Ya veníamos de perder con ellos la posibilidad de ir al Mundial y después se dan esas peleas, y ganan en penales. En serio, va a ser una guerra cuando nos volvamos a ver", añadió el guatireño.
Para Gómez, la victoria contra Chile en San Juan, que permitió llegar por primera vez a una semifinal, fue lo más memorable: "Fue en el que más grité, en el que más me emocioné, en el que me gustó más la actuación de Venezuela. Lograron vencer a una gran selección como Chile, que era candidato a ganar la copa".

Razones para el optimismo. Vargas consideró los numerosos puntos positivos que tuvo la selección en la Copa América. "Se trabajó mucho en el aspecto físico, se notó, igual que el trabajo de las líneas. La defensa fue sólida, sin importar lo que pasó en el último partido contra Perú. Renny (Vega) tuvo una excelente copa, me contenté mucho por él. Tomás (Rincón) fue una fiera. Robertico (Rosales) estuvo excelente. Dentro del alto nivel que tuvo la selección, para mí ellos fueron los mejores", dijo.
Gómez también dio rienda suelta a su entusiasmo: "Creo que este es el mejor plantel de la historia de Venezuela. Farías se dio el lujo de rotar a tantos jugadores durante el torneo porque hay mucho talento. Se vio personalidad y garra en el equipo, remontaron marcadores, en lo físico podían terminar los partidos mejor que los rivales. También se vio la mejoría en lo táctico".
Esa mejoría se podrá confirmar pronto en el premundial. "Eso queremos. El sueño de todo futbolista es jugar un Mundial. Y ganarlo también", expresó Vargas, mientras que Gómez afirmó: "La ilusión para la eliminatoria es grande. Creemos firmemente que podemos llegar a Brasil 2014".

Competencia entre creativos. Para Vargas y Gómez, la lucha será primero con ellos mismos y luego contra otros. En octubre se espera que ambos vuelvan a jugar en competencias oficiales, por lo que en la primera doble fecha eliminatoria, contra Ecuador y Argentina, no deben estar todavía de regreso en la Vinotinto. "Sí, creo que sería apenas para noviembre cuando podría volver. Necesito al menos un mes para ver cómo estoy y si debo ser convocado. Ojalá pueda estar pronto", comentó Vargas.
Gómez también fue sincero: "Lo principal es poder estar en óptimo estado y así ser llamado de nuevo. No es sencillo volver si no estás en un buen nivel".
Y una vez reincorporados, saben que la pelea por un puesto entre los mediocampistas ofensivos no será sencilla. "Para nada. Juan Arango y César González hicieron un excelente trabajo, con una labor defensiva que pedía cubrir espacios y tener mucho desgaste. Cada quien tiene su estilo, pero en la selección se vio que todos se adaptaron a lo que se les pedía. Si perdían una pelota, volvían rápido a su lugar para poder recuperarla. Cuando vuelva, debo adaptarme a eso y sé que puedo hacerlo. Estaré listo para cumplir con lo que pida el técnico", dijo "Ronita".
Gómez aceptó igualmente el reto: "Conozco cómo trabaja Farías y estoy seguro de poder cumplir. Luego, cada quien tiene sus habilidades y las demostrará. Pero sin duda, va a ser más complicado ganarse un puesto en esta selección, y más en la posición que juego. Creo que es la línea con más talento de todas. Por eso me siento privilegiado al ser tomado en cuenta".


El drama de los penales
Ver a Venezuela decidir su pase en penales fue insoportable para muchos. No era una sensación conocida para el aficionado vinotinto. Vargas admite que también le costó ver esa ronda: "Sé cómo los muchachos piensan y en muchas jugadas sabía que iban a hacer.
Así que, por momentos, fue incómodo verlos en el torneo porque los conozco. Y ese instante de los penales fue muy tenso, no es fácil, sabes que te está viendo todo el país. Me pongo en el puesto de Lucena, y no es sencillo. Esos momentos creo que los viví con tanta intensidad como ellos". 

Nuevos amigos en Bélgica
Vargas y Gómez ya empiezan a pensar en los enfrentamientos que tendrán con sus clubes, Anderlecht y Lierse, pero antes que eso estará la amistad que podrán consolidar en Bélgica como los únicos venezolanos de la liga. "Ahora con Ronald hablo con frecuencia. Antes no tanto, porque él estaba buscando un nuevo hogar y se estaba instalando. Pero ahora podremos vernos seguido, porque vamos a estar muy cerca, a 25 o 30 minutos de recorrido en carro", contó Gómez.

Como un periodista
Ronald Vargas confiesa que le tocó vivir otra experiencia nueva durante esta Copa América. El volante escribe una columna para el diario Líder, así que tuvo que ver los partidos con otra disposición y desde un punto de vista distinto. "Era diferente, tenía que anotar cosas para luego poder escribir. Me di cuenta que estando afuera uno también ve cosas y aprende. Era como tú, un periodista", dijo divertido.

(Nota escrita para la edición 7/8 de El Nacional)