lunes, 16 de abril de 2012

Manuel Llorens: "Farías planifica el manejo emocional al igual que la táctica o el trabajo físico"

Los estados emocionales influyen en el rendimiento individual y colectivo, y en el fútbol, quizás más que en cualquier otro deporte de equipo, puede ser decisivo en muchas ocasiones.
"Cuando se habla de motivación, con una selección como la Vinotinto ya no resulta complicado porque se ha convertido en algo anhelado por el jugador. Tiene mucho reconocimiento externo y eso tiene un valor paralelo para el jugador en lo material, le permite ser visto y le abre puertas. En lo simbólico también, no es difícil motivar si vas a competir en escenarios históricos y en partidos soñados, como enfrentarse con Uruguay en el Centenario, por ejemplo", afirmó Manuel Llorens, psicólogo de la Vinotinto.

"Antes, cuando empecé a trabajar con los combinados juveniles en 1995, la situación era muy distinta. No había motivación para estar, en algunos casos rechazaban la convocatoria y uno intentaba hacerles entender que era una carrera en la que podrían tener muchos beneficios. Hoy, la tarea es otra", agregó.
Desde que César Farías asumió el cargo de seleccionador, Llorens se incorporó a su cuerpo técnico. El rol del psicólogo en la selección ya tenía validez, era reconocido, pero el progreso de la Vinotinto seguía cambiando el enfoque. Si antes se intentó convencer al jugador de sus posibilidades de pelear de tú a tú con los grandes de Suramérica, acostumbrarlo a la idea de pelear por un cupo al Mundial, ahora la meta tenía diferentes exigencias.

"Más que motivación, lo que se busca es la regulación emocional. Primero se identifica el estado emocional del grupo y luego vemos los estados que consideramos nos van a ser útiles en los partidos. Determinamos si se debe bajar el nivel de activación o aumentarlo, según sea el caso. Es estar atentos, poder conversar con los jugadores, escucharlos, y luego hay muchas estrategias para lograrlo", describió.

Líderes distintos. En todo grupo, los líderes influyen en el estado emocional. En la Vinotinto, Juan Arango y César Farías, las referencias dentro y fuera del campo, tienen personalidades distintas que pueden ser aprovechadas según la ocasión. Además, no están solos en la tarea.
"Si esos líderes están sintonizados, están calmados, lo transmiten al resto de los compañeros, dan buen pie para la regulación del grupo. Con los jugadores de experiencia ocurre porque se saben manejar en escenarios como en los que competimos en el premundial", dijo Llorens.

"Si el grupo ve entusiasmado y a la vez calmado a Juan, eso ayuda. Igual que a Renny Vega, Giancarlo Maldonado, ellos representan mucho", añadió. En el caso de Arango, hay una responsabilidad mayor desde que asumió la capitanía del equipo, asignada por Farías al llegar a la selección.
Llorens destacó su estabilidad emocional, un punto que previamente han hecho notar jugadores como Renny Vega y Tomás Rincón al esbozar un perfil del maracayero. "La gente ha empezado a conocer mejor a Juan. Por su carácter, sus virtudes en este aspecto no son las más evidentes, pero la experiencia, el reconocimiento que tiene en el campo y su consistencia le permiten tener una estabilidad emocional que es importante. Se mantiene siempre en estado competitivo, maneja con calma los distintos escenarios, le transmite tranquilidad al grupo y asume responsabilidades", detalló el psicólogo.

Arango, además, considera que esta eliminatoria es su última oportunidad de ir a un Mundial, y eso ha aumentado su ambición y motivación. "Juan ha transmitido al grupo su deseo de estar en un Mundial, y también es cierto que con el tiempo ha aprendido cosas que tienen que ver con su rol como capitán. En Europa visita con frecuencia a sus compañeros, los apoya. Es una influencia positiva", aseguró Llorens, quien también valora el aporte de otras figuras clave: "Alejandro Moreno y Giancarlo son importantes. Miku es muy expresivo también. Maestrico González ha ganado experiencia, Tomás Rincón tiene un peso y es una voz importante en el equipo. Oswaldo Vizcarrondo está siempre muy centrado. En todas las líneas hay jugadores influyentes en el ánimo del equipo".

Farías es el origen. La necesidad de control y planificación de Farías no deja a un lado el manejo emocional del grupo. Por el contrario, es parte central de su proceso de preparación. "César es muy hábil en este terreno y le da mucho peso en sus consideraciones. Cuando se organiza para una concentración de la Vinotinto, así como planifica el trabajo físico, táctico y técnico del grupo, también tiene pensado los temas que necesita tocar en lo emocional. Sabemos que es algo a tratar y que César le dé esa consideración, lo hace más fácil para mí", reveló Llorens.


La fuerte personalidad de Farías y el control que ejerce sobre la selección también tienen mucho que ver con el manejo emocional del grupo que pueden lograr. "César le presta mucha atención a estos temas y sabe cuándo retar a un jugador si necesita activarlo o cuándo ayudar a calmarlo. Lo maneja bien y es importante por ser el líder del grupo".
Que Farías asuma el control de este aspecto, es visto de forma positiva por Llorens: "Es la intervención más efectiva, la de él o los jugadores. Porque siempre que el psicólogo actúa está trayendo un elemento externo, así que es mucho mejor si las herramientas están incorporadas en el grupo.

César facilita la labor considerablemente porque no tengo que estarlo convenciendo de que este trabajo es importante o mostrarle algo que no está pendiente de ver. Aunque casi siempre estamos en la misma página, siempre estamos conversando y revisando. Discutimos cómo mover los hilos emocionales del grupo".
El psicólogo también cuida el mensaje en charlas individuales, en las que encuentra respuestas y reacciones de los jugadores. "Siempre hay un balance de personalidades que funciona, pero igual trato de conversar con jugadores clave en el equipo y transmitirles lo que quiere el técnico. Eso también ayuda a escuchar y conocer cosas que no ve tan fácilmente el cuerpo técnico".

Farías es un personaje emocional también, en ocasiones irascible, en ocasiones muy aplomado. Pero Llorens considera que también cuida este detalle a la hora de comunicarse con sus pupilos: "Aunque sea vehemente en su expresión, está consciente de su estado emocional y si tiene que dar algún mensaje, se retira a un sitio a ordenar sus ideas, las palabras que va a usar y lograr el estado anímico necesario para transmitir bien la idea a sus jugadores".
En una lucha por dominar todos los factores posibles de competencia, ejercer el control mental ­en el mejor sentido de la frase- se convierte en un medio más para el fin deseado por todos: ganar.


La prensa y el entorno

En la planificación que realiza Farías antes de una concentración, el factor emocional también determina la logística. El cuerpo técnico considera que la máxima privacidad es sinónimo de éxito. "No es sólo por la prensa, es todo lo externo, fanáticos, gente, todo. Hemos comprobado que cuando el equipo está aislado, es más potente la concentración, porque no tienes gente subiendo a las habitaciones a tocar las puertas, se respetan las zonas de intimidad del grupo, el espacio para el descanso. Es un beneficio", afirmó Llorens.

Una labor grupal
Aunque Farías es la voz de mando, se apoya mucho en las opiniones de su cuerpo técnico. "Casi en todos los aspectos hablamos mucho entre todos. Transmitimos impresiones sobre el grupo y lo que consideramos que vamos a necesitar. Guacharaca (Baena), por ejemplo, habla de manera más directa con los arqueros, Marcos Mathías es más cercano a los defensas en los ejercicios, y eso ayuda a estar atentos en el manejo emocional. Si César necesita actuar, toma la batuta, o utilizamos cosas que puedo traer yo. Con los materiales audiovisuales solemos intentar evocar estados emocionales, recuerdos que favorezcan o alertar sobre algo", relató.

Materiales y recursos
Uno de los materiales para motivar que más usa el cuerpo técnico son tarjetas individuales similares a una barajita con una foto del jugador, un mensaje en forma de una frase famosa y tips para el partido a disputar. "Todavía lo usamos en cada partido oficial. La idea es no repetir en exceso, mantener frescos los recursos. Como son cosas muy puntuales y no nos vemos con tanta frecuencia, se logra. También usamos mucho apoyo audiovisual, pero el recurso más efectivo es tener un cuerpo técnico responsable, que hace ver a los jugadores que la exigencia no es un discurso, sino que es real, que no son cuentos".
(Nota escrita para la edición 16/4 de El Nacional)