Jonay Hernández, ex compañero en España, lo había advertido tres días antes del juego contra Bolivia: "Julio Álvarez va a ayudar mucho a la selección en los cobros con pelota detenida". Apenas le dieron la titularidad y la responsabilidad de ejecutar tiros de esquina, el volante no dejó mal parado a su amigo con esa elogiosa referencia. Su centro a la cabeza de Oswaldo Vizcarrondo permitió que Venezuela consiguiera un importante triunfo.
En el fútbol, hay códigos y Álvarez los respeta. En la Vinotinto, César González y Juan Arango son los principales encargados de las jugadas de táctica fija. Pero en los días antes del choque en Pueblo Nuevo, Álvarez recibió la asignación en los corners. "Que yo cobre los corners permite que Juan vaya al área y lo aprovechamos, porque va muy bien de cabeza. Tratamos de encontrar lo que sea mejor para el equipo, y en este caso, como yo estaba en al alineación, pues pude hacerlo. En esa jugada del gol me tocaba a mí y estoy contento por haber podido aportar", explicó Álvarez, vía telefónica desde España.
El volante del Numancia es un especialista también en los tiros libres y penales, pero en esas jugadas todavía tendrá que esperar que sus compañeros o el cuerpo técnico den luz verde. "Me gustaría también patearlos, pero con el tiempo se irá viendo. La selección no es como un club, en el que tienes muchas oportunidades, así que no puedes llegar y encargarte. Están César y Juan para eso, y uno debe respetar la experiencia y veteranía de los que están. Ellos tienen esa responsabilidad, y uno trata de adaptarse al grupo, no puedo pretender que sea al revés y que el grupo se adapte a mí. Pero en lo que pueda ayudar, lo haré", afirmó.
La jugada. En el gol de Vizcarrondo, la fuerza y precisión del centro de Álvarez en una jugada preparada para esa parte del área permitió que la reacción del portero Carlos Arias fuese inútil. "En la semana practicamos esa jugada y resultó. Salió muy bien, debía enviar el balón al primer palo y bloqueaban dos jugadores para que quedaran libres Juan y Vizca. Mi labor era colocarla ahí", explicó.
Álvarez reveló que su misión era apuntar bien hacia el primer palo; la de sus compañeros, llegar a la zona. "No puedes prever exactamente quién va a llegar, sólo darle la oportunidad para que anote. Así que el centro era para uno de los dos (Arango o Vizcarrondo), y llegó Vizca. De eso se trata. En el fútbol actual, estas jugadas son decisivas con frecuencia y para eso los tenemos a ellos, a Amorebieta. Ojalá sigamos teniendo oportunidades para hacerlas", dijo.
Álvarez también elogió a Marcos Mathías, el asistente del técnico César Farías que suele encargarse de pulir estas jugadas: "Trabajamos muy bien y ciertamente Marcos es parte importante de eso, por ser quien ajusta los detalles para que salgan bien. Gracias a ese trabajo, lo estamos logrando".
(Nota escrita para la edición 19/11 de El Nacional)