miércoles, 25 de junio de 2014

Postales desde Brasil (X): Mitos y verdades de Brasil 2014



CUIABÁ
Antes de venir a Brasil las dudas crecían en torno a la correcta organización y realización del Mundial, y los problemas que se habían reseñado en los medios de comunicación en torno a las demoras, inconvenientes, protestas y demás dolores de cabeza que tuvo el país anfitrión en el camino a esta Copa del Mundo eran argumentos fuertes para mantener esa incertidumbre.
Sin embargo, una vez iniciado el torneo, se ha podido ver que no todo es tan negativo como parecía. Y entre esas dudas que se disiparon y los problemas que se confirmaron se puede hacer un breve balance de los mitos y verdades de este Mundial hasta ahora.

Mitos

Las manifestaciones públicas afectarán la copa
Para nada, hasta el momento han sido hechos aislados en algunas ciudades, principalmente Sao Paulo, y no han obstaculizado el desarrollo normal del torneo. FIFA había tomado nota en la Copa Confederaciones, cuando tampoco lograron interrumpir el evento, y con una seguridad reforzada como se esperaba en una Copa del Mundo y un ambiente festivo, repleto de turistas, era mucho más difícil que las protestas pudieran dejar una marca en este mes. El Mundial es algo con lo que es casi imposible competir en cuanto a la atención que atrae.

Los estadios no estarán a tiempo
Esto depende principalmente de su definición de “terminado”. El apuro en la finalización de las obras dejó detalles que no afectan la realización de un encuentro, pero que bajo otra evaluación más estricta no podrían dejarse pasar. En Cuiabá, por ejemplo, quedaron cabillas expuestas en la parte alta del muro de cierre de la tribuna norte. La mayoría de los detalles en otras ciudades tiene que ver con los alrededores del estadio, obras de paisajismo y, sobre todo, trabajos para facilitar el acceso y salida a los estadios. Muchas de las obras que no se pudieron completar a tiempo fueron proyectos de vialidad y transporte, que quedarán para una posterior culminación, pero que habrían hecho todo más sencillo durante el Mundial y le habrían dado una mejor nota a Brasil como organizador. Pero bueno, al final los estadios pudieron servir para su propósito.

El ambiente de un Mundial en Brasil supera a cualquier otro
Desde el punto de vista del brasileño, sí. Si lo considera desde la perspectiva del visitante casual que vino a disfrutar de un país muy atractivo en cuanto al turismo, también. Pero realmente, fuera de ciertas ciudades o incluso zonas de esas ciudades, el Mundial no ha sido el gran festival futbolero en la medida, quizás exagerada, que muchos suponían. El brasileño no se involucró tanto en la Copa del Mundo como se esperaba, con la excepción de los momentos en los que juega su selección, ahí sí se puede evidenciar un fenómeno inigualable. Pero la principal falta en cuanto al ambiente de festival futbolero ha sido la dificultad de muchos extranjeros para poder llegar a Brasil, por las distancias y por los elevados costos de hospedaje, boletos de avión, además de las escasas opciones de traslados internos.


Verdades

No será la “Copa de las Copas” porque Brasil dejará cosas que desear como organizador
"La Copa de las Copas". Así lo pronosticaba el Gobierno brasileño y de acuerdo a lo expresado en puntos anteriores sobre la planificación y el ambiente, es claro que no lo será. Sumado al caso de la invasión chilena de la sala de prensa del Maracaná, la escasez de voluntarios traductores en zonas diferentes al estadio (hoteles, estaciones de trenes, autobuses o aeropuertos) y en general, una subestimación de las necesidades del turista no suramericano, es claro que Brasil no estará en el tope de los anfitriones del torneo.
Alemania 2006, además, dejó la vara muy alta en cuanto a cómo se debe organizar un Mundial (con la ventaja añadida de la ubicación geográfica que permitió el fácil desplazamiento de hinchas europeos). Sin embargo, Brasil 2014 sí podrá ser recordada entre las mejores copas de la historia por algo que no podía planificar nadie: el espectáculo deportivo. La cantidad de goles, de sorpresas y el buen fútbol desplegado pueden hacer olvidar todos los otros pequeños detalles.

Copacabana será una locura
La zona playera más famosa de Río de Janeiro no defraudó y hasta superó las expectativas. Todo el Mundial confluyó allí: las principales cadenas de televisión colocaron estudios con vista a la playa, se instaló un centro de medios y el Fan Fest, las celebridades se hospedaron en la zona, los aficionados que no consiguieron hotel durmieron en la playa, es la zona más segura para disfrutar de la vida nocturna. Copacabana lo ofrecía todo y nadie quiso arriesgarse con otra opción: en el Mundial, era el lugar donde había que estar.

Será un Mundial suramericano
Desde cualquier punto de vista ha sido así. El rendimiento deportivo ya lo demuestra, pero también la avalancha de aficionados de Argentina, Colombia y Chile, entre otras. La posibilidad de cruzar una frontera en auto permite movilizaciones de este tipo y el ambiente se presta para la expresividad del suramericano y también para su menor exigencia y particular facilidad para perdonar los pequeños problemas, especialmente cuando se trata del mayor evento del deporte en el mundo.