jueves, 26 de enero de 2012

El goleador que atiende en el banco

La historia del Mirandés, el segundo equipo en la historia de la Copa del Rey que alcanza las semifinales perteneciendo a la Segunda División B, es de película. Pero que su goleador y máximo artillero de la copa en este momento, Pablo Infante, tenga que apurar el paso en las carreteras para cumplir con su trabajo diurno en un banco, resulta increíble.
Infante es, lógicamente, un héroe para la afición en Miranda de Ebro. Pero también se ha convertido en la historia peculiar de esta edición copera por el esfuerzo extra que hace.
En un reportaje en video que realizó AS para su portal a comienzos de año, el jugador de 31 años de edad cuenta con gracia cómo hace para cumplir con su doble trabajo. Su día empieza en Quincoces de Yuso, un pueblo de 300 habitantes. Allí dirige la sucursal de un banco y atiende clientes.
"Desde las 7:30 de la mañana hasta las 3:00 de la tarde. Luego debo salir rápido y recorrer 50 kilómetros hasta Miranda para estar en las prácticas del equipo", confesó el atacante y extremo.
Tras el partido de ida contra Espanyol en Barcelona, Infante tuvo que regresar en su vehículo 600 kilómetros durante la noche, mientras sus compañeros descansaban, para poder estar en la oficina a la mañana siguiente.
Y el martes apenas pudo festejar en el campo, como le confesó a EFE: "Los compañeros se quedaron a cenar y habrán tomado alguna que otra copa. Yo me tuve que marchar porque tenía que trabajar por la mañana y no quedaba otra que descansar un poquito para afrontar el día en condiciones".
(Nota escrita para la edición 26/1 de El Nacional)