lunes, 17 de diciembre de 2012

"Ningún país sede tendrá el espíritu de celebración de Brasil"



Brasil 2014 será un Mundial diferente y emocionante. Esa es la expectativa de todos los amantes del fútbol en el planeta y la exigencia que siente Ricardo Trade al frente del Comité Organizador Local del evento.
Y ya hay muestras de la fuerza del entusiasmo de los aficionados brasileños que le darán un toque especial al torneo. “Si hay un estadio en el que no nos tenemos que preocupar por su finalización es el de Sao Paulo, que será la casa del Corinthians. Hay miembros de la barra de ese equipo que hacen vigilia prácticamente en el sitio de construcción. Y les dicen a los trabajadores que en cualquier otra ciudad pueden hacer huelga o demorar las labores. Pero que en Sao Paulo no”, relató Trade como anécdota.

El ex integrante de la selección de balonmano de su país se desempeña hoy como director ejecutivo de operaciones y competiciones (CEO) de la Copa del Mundo y tiene a su cargo también la Copa Confederaciones del próximo año. Visitó Venezuela invitado por la empresa GDI y la Universidad Metropolitana para dictar una conferencia en el Diplomado de Gerencia Deportiva FIFA/CIES, y al concluir su ponencia atendió la solicitud para esta entrevista.

A pesar de los regaños iniciales de FIFA por el retraso en el arranque del proyecto, Brasil ha empezado a responder, cuenta con un staff de FIFA de 25 personas que se instaló en su país para garantizar el correcto desarrollo de los preparativos y Trade se anima con el espectáculo que podrán ofrecer.
En la vecina Venezuela, le acompañan en su ilusión. Será el primer Mundial que estará tan cerca y quizás también el primero en el que la Vinotinto pueda participar, si se mantiene en la zona de clasificación en la que se encuentra en este instante.

– Por ser Brasil un país tan futbolero y festivo, las expectativas para el Mundial son altas. ¿Les genera una presión adicional?
– Genera presión, pero es importante y es buena. Tenemos condiciones de hacer un evento muy bonito, muy bien organizado, pero sin duda ningún país va a tener el espíritu de celebración que tendremos nosotros. Si juntamos la capacidad administrativa y organizativa con el ánimo festivo del pueblo brasileño, y acogemos bien a todos los extranjeros que vendrán, entonces vamos a tener un Mundial bien bonito. Debemos tener muchos aciertos porque sabemos que por ser un país latinoamericano siempre hay desconfianza, pero es buena esa presión porque nos hace trabajar con mayor voluntad.

– En Alemania y en Suráfrica se consolidó la idea del Fan Fest. ¿Cómo será la experiencia del aficionado en esas concentraciones en Brasil?
– Bueno, ese proyecto no lo manejará el Comité Organizador Local, sino que lo hará FIFA directamente con las ciudades sede y con la televisora Globo, pero influirá lógicamente en nuestra planificación por la logística de transporte y seguridad. Creo que va a ser un éxito. Sabemos que los estadios no serán sólo para los brasileños, porque habrá muchos extranjeros que comprarán entradas, y que muchos otros estarán en el Fan Fest para vivir la experiencia y ver los partidos, pero claro que esto nos llevará a tomar medidas en otros aspectos alrededor del evento. Estamos hablando de probablemente 50 mil personas reunidas en cada ciudad.

– ¿Las exigencias de FIFA para el acondicionamiento de los estadios y la experiencia de este Mundial podrían ayudar a empezar a cambiar el comportamiento de los aficionados en Brasil y en la región?
– Esperemos que sí, es algo que debemos aprovechar, estamos a tiempo de cambiar. Para Brasil va a ser un punto de quiebre fundamental en el comportamiento de las barras, para que se pueda llevar a la familia al estadio. Lograr eso es un sueño para Brasil porque queremos dar el trato adecuado a quienes asisten a los partidos y ojalá eso se traslade luego a la Copa Libertadores y a todos los miembros de la Conmebol. Voy a ser sincero, no llevo a mi hijo a los estadios porque en algunos momentos tengo miedo y eso debe cambiar.

– Brasil comenzó este proceso con demoras. ¿Cree que influyó en su caso que no hubo una competencia con otros países de Suramérica por la sede?
– Antes FIFA no contemplaba la elección de las sedes con tanto tiempo de antelación, pero eso ha cambiado con las escogencias de Rusia y Qatar, que tendrán más tiempo de preparación, creo que es un cambio de filosofía que ayudará a los organizadores. Es cierto que comenzamos tarde pero con la ayuda de personal de FIFA que ahora vive en nuestro país, podemos cambiar esto a tiempo, estamos dentro del cronograma.

– ¿Y ahora que se han recuperado, están satisfechos con el proceso?
– Sí y estamos más tranquilos. El secretario general de FIFA nos visita cada 40 días, recorremos y revisamos los estadios, y estamos trabajando muy bien en todos los detalles. Estamos muy contentos y contamos con gran participación de las ciudades en la planificación del torneo.

– Venezuela tiene una gran opción de clasificar al Mundial. Es un sueño para el país y de lograrse, con seguridad muchos aficionados viajarán. ¿Han pensado ustedes en esa afluencia de venezolanos durante el torneo?
– Claro que sí. Está en el cuarto puesto de la tabla, si el Mundial fuese hoy estaría clasificado, son señales de que la Vinotinto está en un camino correcto y para los venezolanos sería muy importante porque además están muy cerca de la sede esta vez, podrían apoyar a su equipo. Sé que están creciendo y recuerdo que le ganaron a Brasil 2-0 en 2008, en Boston. No me olvido de eso.


Muchos beneficios
En la presentación del proyecto, Trade destacó los beneficios que en diferentes áreas tendrá su país con la organización de la Copa Confederaciones y el Mundial. En el renglón calificado como intangibles enumeró “orgullo, identidad, celebración y poder de los trabajadores”. En aspectos deportivos están “estadios modernos, servicios, gramados, nuevo concepto y seguridad”. En imagen y visibilidad apuntó “turismo, marca Brasil, romper estereotipos”, mientras que en infraestructura consideró “aeropuertos, movilidad urbana y tecnología”.



Énfasis ecológico
El plan de cada estadio se realiza bajo el concepto de sostenibilidad que FIFA ha empezado a solicitar a los organizadores y que hará obligatorio a partir del Mundial Rusia 2018. En Brasil, el tema ecológico no se queda en la imagen de la mascota, sino que se verá en el manejo de recursos para los escenarios: uso de aguas pluviales, plantas de energía en los estadios y reutilización de materiales de los estadios demolidos. FIFA también requiere que los estadios tengan un propósito para sostenerse, “que no sean elefantes blancos”, dijo Trade. Así que las sedes en Brasil que no tengan grandes aficiones en la liga local convertirán a los nuevos estadios en escenarios multiuso para conciertos y demás eventos.
 
Violencia en casa
El bochorno de la final de la Copa Sudamericana en Morumbí esta semana es precisamente lo que Trade quiere erradicar y cambiar en Brasil. La ventaja en los torneos de FIFA es que el dispositivo de seguridad que exige el organismo elimina las incertidumbres, como bien se pudo constatar en Suráfrica. En la Copa Confederaciones y en el Mundial no hay tolerancia con la conducta violenta y Trade mostró el procedimiento que tendrán en las tribunas con los hinchas que incurran incluso incurran en ofensas verbales (serán advertidos y luego retirados si se mantienen alterados). Los nuevos estadios no tendrán pista olímpica, factor que incrementará la importancia de la prevención y el control.

La Cifra

450

Son los millones de dólares que otorgó FIFA a Brasil para acometer los trabajos de organización de los dos torneos en 2013 y 2014, una cifra que Trade admite que tuvieron que hacer rendir cuándo decidieron postular a seis sedes, en lugar del plan original de cinco, para la Copa Confederaciones. “FIFA aprobó entonces las seis sedes, pero se mantuvo el mismo monto así que tenemos que aprovechar bien los recursos”, dijo.
(Nota escrita para la edición del 17/12 de El Nacional)