domingo, 1 de septiembre de 2013

El aficionado también lucha por ir a Brasil

Poder ir a un Mundial de fútbol es un sueño hecho realidad, no sólo para los jugadores que participan sino para prácticamente todos los que los rodean, en especial cada aficionado en las tribunas que, antes de poder sentarse allí, también debió competir y ganarse un puesto.
Así lo requiere la forma en la que FIFA dispone de las entradas y la excesiva demanda global de tickets, lo que confirma a este torneo como el evento deportivo más importante del mundo.

El 20 de agosto comenzó el proceso de venta de entradas para Brasil 2014, y en Venezuela muchos aficionados esperan poder cumplir con dos sueños a la ver: estar en un Mundial y poder ver a la Vinotinto en esta edición.
Si asistir a un Mundial suele resultar complicado y costoso, para el venezolano común es muchísimo más difícil. FIFA establece que la compra se realice a través de su portal web y estas transacciones son reguladas en Venezuela por el sistema de control cambiario.

Para tener en cuenta la dificultad de comprar entradas, debe saber que el ticket más barato para un cliente internacional cuesta 90 dólares. Los boletos con descuento sólo aplican para los residentes en Brasil.
Con 400 dólares como límite en el cupo electrónico de Cadivi, las posibilidades para el consumidor se reducen notablemente. Además, las condiciones de venta establecen que el portador de la tarjeta de crédito es quien debe realizar la compra y el retiro de las entradas en el país sede. Aunque la compra por transferencia bancaria es una alternativa ofrecida, la oferta en puntos de venta es reducida y sólo se puede hacer en la parte final del proceso y en el país anfitrión.

Etapas para la venta. En el que comenzó el 20 de agosto, FIFA recibe todas las solicitudes para cada partido sin privilegiar el orden en el que sean pedidas y luego efectúa un sorteo para determinar quiénes obtendrán los boletos. La desventaja de elegir en este momento es no saber cuáles equipos jugarán en cada partido; es una apuestas a ciegas.

A partir del 5 de noviembre, se efectúa la primera fase de compra por orden de solicitudes: se favorece a quien llega primero y la compra se hace efectiva de manera inmediata. En diciembre se realizará el sorteo del Mundial y entonces cambiará el panorama para los consumidores: cada partido de la fase de grupos tendrá a los protagonistas asignados.

El proceso repite sus dos primeras fases y luego hay un período de venta de última hora en el que una parte de los boletos se podrá comprar en puntos de venta en Brasil. Independientemente del momento en el que se intente comprar los boletos, existen tres tipos de entradas: por partido específico, por sede y por selección. Esta última es la mejor opción para aquellos venezolanos que deseen ver a la Vinotinto si el equipo finalmente consigue su anhelado cupo en la máxima cita.

El testimonio de la experiencia. Enrique Alvarado es uno de los venezolanos que ya tiene planes para ir a Brasil el próximo año. Esta ha sido su rutina en los últimos años y puede aportar consejos a quienes deseen aventurarse por primera vez en 2014. "Este será mi sexto Mundial", afirma con orgullo. "Y para poder hacerlo tengo mi propia estrategia logística, porque si no lo hago así, no hay forma ni dinero que valga para poder asistir".
Alvarado admite que no es tarea fácil ni económica. "Es complicado. Nosotros somos un grupo de amigos que nos ponemos de acuerdo siempre para hacer el viaje y lo primero que hacemos es comprar los pasajes. Esa es la primera recomendación que les hago a quienes quieran ir a estos eventos y más todavía si se trata de Brasil. Y deben hacerlo porque si esperan, luego podrían tener las entradas pero no van a tener como llegar a la sede del partido a tiempo", explica.

Alvarado elimina varios obstáculos en su rutina de cada cuatro años: no escoge ni semifinales ni final ("son complicados, económicamente prohibitivos y luego de ir a la final de Estados Unidos 1994, decidí olvidarme de esos juegos y verlos tranquilo en casa") y compra en la primera etapa a ciegas.
"Disfruto la turbulencia que genera un Mundial. Así que no es tan importante quién juega. Basta ver el ambiente que crean las barras de fanáticos de los holandeses, los argentinos, los brasileños, los mexicanos, los ingleses. Lo importante es poder asistir a los partidos, así que establezco mi itinerario de una sede a otra y lo cumplo, así me asignen el boleto o no. Pero casi siempre lo aprueban", comenta.


"Tengo mi sistema, pido 3 o 4 partidos y mi esposa los otros. Nunca es bueno que uno solo pida 7 partidos, porque entonces FIFA no te aprueba todos", dice. Confiesa que la única manera de solicitar tantos partidos, siendo venezolano, es tener una cuenta fuera del país. Si se usa Cadivi, la apuesta debe ser muchísimo más modesta. "Claro, porque dos o tres días ya es buena parte del cupo Cadivi, que si lo usa, debe hacer entonces un viaje corto, una semana o algo así".
Su principal consejo es uno muy lógico en cualquier plan turístico: compre temprano. "Lo antes posible, porque en Brasil ya aumentaron todo. Un hotel que cobraba 200 dólares por noche, ahora pide 400 para el Mundial. Igual ocurre con los vuelos desde Venezuela y los traslados internos en Brasil. Que reserven hasta los restaurantes donde van a comer si pueden, porque las ciudades sede en un Mundial colapsan durante el torneo", asegura.

Alvarado, como el resto de los venezolanos, espera que la Vinotinto pueda finalmente ir a Brasil 2014. Si eso ocurre, sabe que la demanda de entradas, vuelos y hoteles será increíble en el país y cree que ya aparecerán ofertas que satisfagan esas solicitudes. "Ojalá suceda. Y al menos en cuantos a los vuelos, seguro que habrá empresas que colocarán vuelos charter para llevar a los fanáticos desde acá. En otros países ocurre así. Esa sería la manera de hacerlo".

Otra forma de llegar. Recurrir a las agencias de viajes puede ser otra solución para los venezolanos, pero será más costosa aún. En Venezuela, una de las que ofrece este servicio es Grand Prix Tours que funciona como intermediario de Match Hospitality, el proveedor de paquetes VIP de la FIFA.
El cliente tiene las mismas tres opciones de entrada por esta vía, y además cuenta con servicio especial en las áreas de hospitalidad del estadio, según la categoría adquirida. Además, se puede comprar el paquete con las entradas solamente o agregar hospedaje y traslados. La entrada más barata por esta vía cuesta 700 dólares y es por un solo partido. Hay paquetes de varios choques que van desde 4.000 dólares hasta 40.000 dólares, dependiendo de la cantidad de juegos, la sede y la categoría.

"Hay varias formas de pago, pero la principal es por transferencia en cuentas bancarias del exterior, porque somos intermediarios de Match. Si el paquete incluye hospedajes y traslados, ese monto puede cubrirse con el cupo Cadivi o con pago en bolívares, pero las entradas sí son exclusivamente en dólares a través de Match. Nosotros hacemos la solicitud y ellos responden sobre la disponibilidad", explica Asdrúbal Acuña, funcionario de Grand Prix Tours.

"Las entradas para la final se agotaron. Costaban alrededor de 3.800 dólares", informa Acuña, quien sin embargo ha visto la demanda que ha tenido el evento en el país. "La venta ha ido muy bien acá", asegura.
Ir al Mundial parece un sueño, sobre todo si los costos y las limitaciones en el sistema cambiario son factores a tomar en cuenta. Pero si la Vinotinto clasifica, demandará que más venezolanos sean soñadores e intenten superar las adversidades para llegar, junto con la selección, a Brasil.
(Nota escrita para la edición 1/9 de El Nacional)