- Venezuela. El valor de ser local no se puede subestimar. En Puerto La Cruz, Venezuela tumbó la última barrera histórica contra los rivales de la región y ahora empieza a construir su camino hacia Brasil 2014 con la misma renta de la eliminatoria anterior tras la primera doble jornada: tres puntos. La gran diferencia es que esta vez las unidades llegaron por una victoria contra Argentina en casa y no contra Ecuador en Quito, y aunque valgan lo mismo, la motivación que ofrece esta victoria es mucho mayor. La clave para clasificar es ser fuertes en casa, conseguir la mayor cantidad de puntos allí donde tendrás las mejores condiciones posibles. Es una verdad sencilla e irrefutable, lo han dicho y todavía dicen la mayoría de los que compiten por esos boletos, incluyendo a Lionel Messi anoche al hacer revisión de lo mal que les fue contra la Vinotinto. Para los venezolanos, ese fue el obstáculo en los dos premundiales pasados: derrotas dolorosas en el hogar. Ahora, con este triunfo como bandera, tendrán más razones para confiar en poder conseguir la mayor parte de los 21 puntos que restan por disputarse en casa y “robar” todo lo que puedan afuera.
- Más Vinotinto. Había dos argumentos fuertes para la apuesta que hizo César Farías con la doble convocatoria. En Quito, intentar repetir lo que funcionó en el premundial pasado contra Bolivia: adaptación a la altura como solo se puede hacer con un grupo que esté disponible con tiempo de antelación (algo imposible de hacer con el grupo élite de la Vinotinto, con tantos legionarios). Y en Puerto La Cruz, tener a un grupo descansado (ventaja sobre Argentina, que vendría de jugar y viajar después de abrir en su casa) y preparado para dar todo en un choque y no dos. La primera apuesta no funcionó, la segunda salió de maravilla. Si usted estuvo de acuerdo, ganó una y perdió otra. Si no estuvo de acuerdo, también ganó una y perdió otra, como la selección. Porque los dos partidos se jugaron condicionados por esa convocatoria. Ah, y aunque la nómina mantiene la base del equipo de la Copa América y el último premundial, empezó a recoger pronto los dividendos de adiciones como Fernando Amorebieta, Julio Álvarez y Frank Feltscher en plena eliminatoria.
- Chile: Claudio Borghi puede cambiar a cualquiera en su once, pero nunca a Valdivia. En esta versión "Borghiana" de Chile, de menor vértigo que la de Bielsa, el genio y la visión del "Mago" son factores esenciales.
- Argentina: Sufre unos altibajos emocionales impropios de una selección de su categoría, todavía sorprendida por su propia incapacidad para encontrar una propuesta futbolística. En la Copa América se llenaron de dudas, luego golearon a Chile en esta primera fecha de la eliminatoria y asumieron que todo lo demás había sido un mal sueño. La Vinotinto los despertó de verdad, y si quieren ir a Brasil 2014 van a tener que fajarse como uno más del gran montón que es esta eliminatoria suramericana ahora.
- Bolivia: Si a usted le piden que saque a una selección de esta carrera a Brasil 2014, dirá Bolivia. Y estaré de acuerdo, y muchos más también. No es por las dos derrotas de arranque, sino porque no hay nada qué hacer con este combinado. Su mejor figura son los 3.600 metros de altura de La Paz, y ella sola no puede ganar los partidos. Ni a Messi le pueden pedir tanto. No surgen jugadores que llamen la atención y lo más cercano a eso, que era Marcelo Martins hace unos años, hoy parece una promesa incumplida, un talento que se estancó en Europa al no encontrar continuidad. Y lo peor es que perder puntos contra ellos, en La Paz o como local, le dolerá más a cualquier rival por saber esto: ese puede ser el desliz que cueste el boleto.
- Perú: Esta selección mejora y crece, como lo empezó a demostrar en la Copa América, pero creo que será la gran incógnita del premundial a cada paso. Capaces de liquidar a cualquiera con el cuarteto ofensivo formado por Guerrero, Pizarro, Farfán y Vargas, también son capaces de perderse en un partido por largos ratos.
- Curiosidades: ¿No sería bueno tener un modelo de pelota para todos los juegos de la eliminatoria, en vez de ver balones distintos en cada sede?
- Paraguay: Aquel cuadro guaraní que deslumbró al comienzo de la eliminatoria pasada, con un giro en su juego y un perfil muy ofensivo, de ataque demoledor, definitivamente quedó lejos en el recuerdo ya. Gerardo Martino se dio por vencido, porque tanto el cambio como el retroceso ocurrieron bajo su mando, y ahora habrá que ver si Arce encuentra otra fórmula. Hoy su ofensiva no atemoriza y a menos que vuelvan a ser aquella versión algo más antigua, de férrea defensa y que ganaba 1-0, va a tener que luchar mucho para seguir clasificando a los Mundiales. Cómo le hace falta Cabañas...
- Ecuador: Buen equipo en casa, mucho más errático fuera de ella. Si hay una selección que necesita sacar todos los puntos como local, es esta. El problema es que es capaz de hacerlo. Así ha clasificado antes al Mundial.
- Uruguay: Arrancó como el favorito de todos, por su estupendo presente y por el merecido título en la Copa América. No hay razones para contradecir eso. Pero me pregunto cuánto peso podría tener un eventual declive de Diego Forlán, crack, figura y corazón indiscutible de este gran combinado. Por ahora, no tienen razones para preocuparse, Forlán no se detiene y si sigue así, al menos por tres años más, Uruguay irá al Mundial a ser otra vez protagonista.
- Colombia: Poco importan las razones que haya tenido Leonel Álvarez para dejar en el banco de Colombia a Falcao en La Paz (en una doble jornada en la que Colombia tenía un solo partido al igual que Ecuador y los demás, dos). Todo lo que necesita saber alguien sobre Falcao lo puede ver en la forma en la que midió sus pasos en el contragolpe final contra Bolivia y cómo definió la jugada del gol decisivo. Una panela de hielo en el momento más apremiante.