domingo, 20 de mayo de 2012

Los dioses deben estar locos


La voluntad muchas veces no quiere saber de lógica, y Didier Drogba es todo voluntad. Al Chelsea, su equipo, se le había negado la oportunidad de ser campeón, muy a pesar de su brillante trayectoria y la de sus compañeros de la vieja guardia londinense, John Terry y Frank Lampard.
Y ayer en Múnich, desafiaron la lógica una vez más y se aferraron a su sufrimiento. Con un gol agónico forzaron la prórroga, con un penal atajado enviaron la final a penales, y con las manos de Petr Cech y el pie derecho de Drogba inscribieron su nombre en la historia.

Chelsea escoge esta vía, sabe jugar al límite y, sobre todo, sabe sufrir. Como lo hicieron en octavos al remontar un 3-1 contra Napoli; en cuartos cuando Benfica los arrollaba al final; o en semifinales cuando Barcelona podría haber ganado de mil maneras distintas.
Pero los dioses del fútbol no querían favorecer a quien jugara bonito. No, fueron los mortales imperfectos pero convencidos quienes se rebelaron contra las leyes que dicen que los alemanes ganan en penales.

En el inicio del juego, el guión esperado se cumplió al pie de la letra. La apuesta de ambos era clara y las consecuencias también. Si Bayern anotaba temprano, jugaría el partido en sus términos, obligaría al club inglés a salir a buscar el resultado, a jugar contra su recién descubierta naturaleza defensiva bajo la guía de Roberto Di Matteo. Si Chelsea, en cambio, lograba mantener el cero durante mucho tiempo, llevaría el encuentro a su dominio, el de la desesperación rival.
Ganó Chelsea esa lucha, también gracias a la ineficiencia de Mario Gómez a la hora de definir las jugadas, aunque tampoco sus compañeros ofrecieron mucha ayuda. 20 tiros de esquina tampoco sirvieron de mucho. Y así Múnich empezaba a temer lo peor.


La segunda parte ofreció aburrimiento hasta que la recta final tomó un giro distinto, un final de vértigo. Thomas Müller cabeceó un centro que llegó desde la izquierda y el balón pasó entre la cabeza de Petr Cech y el travesaño para que entrara al minuto 83 y se soltara la euforia en el Allianz Arena. El único detalle es que al frente tienen al Chelsea, el equipo que sabe sufrir y hacer sufrir. Un córner fue todo lo que necesitó este equipo inglés, cuya efectividad en esta Champions rayó en lo absurdo en toda la segunda fase. Ese centro fue todo lo que requirió Drogba, el luchador incansable, para igualar el partido al minuto 88.

Era difícil para el local asimilar el golpe, pero si comenzaba bien la prórroga podría espantar a los fantasmas. Una falta de Drogba a Franck Ribery en el área le dio la excusa. Arjen Robben llegó al punto penal, pero así como le ocurrió en un partido clave contra el Borussia Dortmund en la Bundesliga, falló en el momento equivocado. Cech atajó, silenció al estadio y empezó también a crear la historia secundaria entre los héroes del Chelsea, detrás de Drogba. Porque esa jugada le bastó a los londinenses para forzar los penales y a los locales para sentir que habría tragedia en casa. Robben terminó la prórroga desconsolado, en el suelo, y era evidente que así no podía patear en la ronda decisiva.

Manuel Neuer, el héroe contra Real Madrid en los penales, le atajó el primero a Juan Mata. Pero Cech estuvo mejor aún. Adivinó los cinco tiros y desvió dos para servir la escena a Drogba. El marfileño, como tenía que ser, fue el responsable de anotar el gol para la historia, el que le da al Chelsea su primera Liga de Campeones y a la “vieja guardia” azul una recompensa por tantos años de esfuerzo. Ah, claro, y a Múnich le dio una razón para beber por el despecho, en una noche en la que el invitado se robó la fiesta.

Júbilo azul
Drogba soltó sus emociones: “Otra vez fue alucinante, un partido loco. He estado ocho años aquí, cerca y lejos de la copa, y finalmente la ganamos. Es la mejor sensación de mi vida”. Frank Lampard dijo: “Nos tocaba. Después de tanto perder en alguna debíamos ganar”. Juan Mata afirmó: “Nos esforzamos. En algunos partidos podíamos jugar mejor, en otros no, pero siempre creímos que podíamos”. Fernando Torres confesó: “Cuando Robben falló el penal dijimos que era nuestra oportunidad”.

Ficha técnica

Bayern (1):
Neuer; Lahm, Tymoshchuk, Boateng, Contento; Kroos, Schweinsteiger; Robben, Müller (Van Buyten, 87), Ribery (Olic, 97); y Gómez. DT: Jupp Heynckes.

Chelsea (1):
Cech; Bosingwa, Cahill, Luiz, Cole; Mikel, Lampard; Kalou (Torres, 84), Mata, Bertrand (Malouda, 73); y Drogba. DT: Roberto Di Matteo.

Goles: 1-0, m.83, Müller (B) –cabezazo al piso y luego contra el travesaño-; 1-1, m.88, Drogba –frentazo en el primer palo tras un córner-.
Penales: 1-0, Lahm (B) –gol-; 1-0, Mata (C) –tapado-; 2-0, Gómez (B) - gol-; 2-1, Luiz (C) –gol-; 3-1, Neuer (B)-gol-; 3-2, Lampard (C) –gol-; 3-2, Olic (B) –tapado-; 3-3, Cole (C) –gol-; 3-3, Schwensteiger (B) –tapado y al palo-; 3-4, Drogba (C) –gol-.
Amonestaciones: Schweinsteiger (B); Drogba, Luiz, Cole, Torres (C).
Árbitro: Pedro Proença (Portugal).
Estadio: Arena de Múnich, Alemania.
(Nota escrita para la edición 20/5 de El Nacional)