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Dos días antes de comenzar el Mundial de Alemania 2006, Alí Cañas confesaba en Würzburg, pequeña ciudad alemana cercana a Nuremberg, que tenía ansiedad. El merideño era el asistente técnico de Ghana, el primer venezolano en formar parte de una selección en un Mundial, y al conversar en el hotel dejaba conocer que sentía ese orgullo, a pesar de su carácter humilde, y que quería llegar a la final.
Cuatro años después, a 30 días de un nuevo Mundial, Cañas tampoco tiene problemas en confesar algo: “Me da nostalgia, porque recuerdo ahora todo lo que estábamos viviendo en aquel momento de la preparación, lo que significó el Mundial para todos”.
El actual técnico del Monagas estuvo incluso a la espera de una posible oferta de Costa de Marfil al técnico Ratomir Dujkovic, ex seleccionador de la Vinotinto que lo llevó a Ghana.
Igual aquella experiencia le dejó suficiente para compartir. “El Mundial representa mucho, es una culminación de un esfuerzo para los jugadores, que ven cumplirse un sueño allí. Para mí también lo fue, porque sabía que en el corto plazo no lo iba a poder hacer con mi selección, así que ser el único venezolano en un cuerpo técnico fue muy gratificante. Fue especial poder asumir esa responsabilidad”, comentó.
Guarda con especial cariño “la credencial, porque es el testigo material y el registro del cargo tuve en una selección en un Mundial; y la medalla que nos entregaron por haber clasificado a octavos de final, porque recuerda el sacrificio, el logro. Es la prueba de que no fuimos sólo a participar, sino a tener éxito”.
Cañas rememoró: “Los jugadores manejan sus emociones con más naturalidad, porque la mayoría juega en grandes ligas europeas. Yo, en cambio, sí tuve una mezcla de ansiedad y emoción en esos días antes del Mundial, pero una vez que pasas el momento, te enfocas completamente en el trabajo”.
Hace cuatro años, Cañas se preparaba para el gran reto: “El 15 de mayo fuimos a Austria a una etapa de trabajo. Teníamos a todo el grupo, excepto a tres que tenían permiso: Essien, Appiah y Muntari. Era un buen equipo, de no habernos cruzado con Brasil en octavos, habríamos llegado lejos”.
Al analizar lo que puede suceder en Suráfrica, Cañas insiste, como aseguró en Alemania, que en la primera fecha las selecciones juegan a no perder. “Es así, porque necesitas sumar algo, mientras que una derrota te pone cerca de la eliminación. Excepto países como Brasil, Alemania, Holanda, Francia o Argentina, que siempre salen a matar”, dijo.
Sus favoritos
Cañas destaca a Alemania, Brasil e Italia como “los de siempre” e incluye a España y Holanda. “España es la que más ha cambiado, ya debe salir de esa sombra en los Mundiales. Tiene un gran equipo y debe pasar fácil a los octavos. Y Holanda creo que volverá a ser protagonista como antes”, afirmó.
Sobre los africanos, pronosticó: “Creo que pasarán dos: Costa de Marfil (por encima de Portugal) y Ghana. A Suráfrica no la veo bien, aunque no se puede subestimar el factor de ser local, ese apoyo de 60 o 70 mil personas”.
Sobre un posible campeón, sólo dijo: “Habrá que ver cómo se cruzan los grandes, porque pasará la mayoría”.
El incidente con Ratomir y Ronaldo
Alí Cañas pudo dirigir también un partido, al menos 45 minutos. “Al terminar el entretiempo contra Brasil, Ratomir (Dujkovic, DT) estaba molesto. Le dije que se calmara y me dijo que no iba a hacer nada. Pero apareció Ronaldo y venía cerca el árbitro, entonces Ratomir le dijo a Ronaldo que si le podía dar su camiseta. Ronaldo se sorprendió, pero Ratomir le aclaró, “no es para mí, es para el árbitro, para que se la termine de poner. Lo dijo con mucha cortesía, pero igual lo expulsaron”, recordó Cañas.
El merideño tomó las riendas: “Ratomir me pidió que siguiéramos presionando, que le dijera a los muchachos que trataran de explotar más las bandas. ‘Si conseguimos un gol, remontamos. Si hay algún cambio, yo busco cómo avisarte’, me dijo”.