lunes, 26 de noviembre de 2012

Arango bajo la mirada de Páez

No es común que un jugador alcance el mejor nivel de su carrera a los 32 años de edad, pero ese es el caso del capitán de la Vinotinto, Juan Arango.
Para muchos, el zurdo vive una especie de segunda juventud. Los recuerdos de su etapa fenomenal con la selección entre 2002 y 2006, cuando pasó del fútbol mexicano a la exigente liga española y brilló con el Mallorca, parecían haber quedado grabados en la mente de los espectadores como la era dorada de Arango.


Sin embargo, lo que ha hecho en los últimos dos años con el Borussia Mönchengladbach y la selección ha obligado a recordar cuán valioso ha sido para el país, al punto de ser reconocido como el mejor jugador de la historia de Venezuela.
Debutó en la selección de la mano del fallecido José Omar Pastoriza y se convirtió en capitán con la llegada de César Farías al cargo. Pero durante 6 años fue dirigido por Richard Páez en esa etapa especial en la que la Vinotinto y Arango se dieron a conocer al mundo. Una relación de mutuo beneficio de la cual Páez habla en esta entrevista.

Segundo aire. "Creo que esta es la versión más exitosa de Juan que hemos visto. Lo ha logrado con madurez, tranquilidad y serenidad en su ambiente profesional", afirma Páez, convencido de que este momento es el mejor en la carrera del volante.
Curiosamente, no lo considera un segundo aire o un retorno a sus mejores días. Y esta es la razón: "Creo que es simplemente una evolución y atribuyo su mejoría a la madurez que alcanzó. En el plano profesional, las experiencias que ha acumulado en diferentes países y los retos que ha enfrentado le dieron esa jerarquía e impulsaron más cambios en su juego. Pero el talento siempre estuvo ahí, desde joven, y lo mostró".

Arango-dependencia. No es coincidencia que el término haya aparecido en la prensa y entre los aficionados en las dos mejores etapas de la carrera del capitán. Páez, sin embargo, opina que ahora es más acentuada. "Pienso que hoy se puede notar algo más de Arango-dependencia por el nivel en el que está desarrollando su juego. Él es fundamental para la selección. Creo que en mi época teníamos un grupo más compacto, incluso antes de que él surgiera como una de las figuras, y también porque hoy en día su pegada ha mejorado mucho más".

Zurda de oro. En España y en Alemania, Arango ha demostrado que es uno de los mejores cobradores de tiros libres del planeta. Hoy se encuentra en su mejor momento también en esa faceta. "Su pegada ha mejorado tanto en los tiros libres como en los disparos en movimiento", afirma Páez, quien fue testigo en la Vinotinto de la costumbre del volante de quedarse tras el entrenamiento para practicar los cobros de falta, una rutina que mantiene todavía.
"Eso se le veía desde joven y era un talento natural que ha podido perfeccionar. Ese golpeo, esa sensibilidad para conseguir el impacto preciso en la pelota. Para mí es uno de los mejores pateadores del mundo, sin duda".

domingo, 18 de noviembre de 2012

Una liga de fantasía

La crisis del Lara no ha terminado. Una desbandada es previsible y también justificable. Ver a sus principales jugadores y al técnico Eduardo Saragó en otros conjuntos en el torneo Clausura se presenta como el escenario más lógico.
En cierto modo, la situación se asemeja a una que puede ocurrir en una liga de fantasía. Quien haya jugado alguna de estas simulaciones, especialmente las de beisbol, puede conocer el ejemplo: un dueño de equipo deja de preocuparse por su conjunto virtual, no realiza movimientos, pierde el interés y el resto de los participantes le reclama que si no va a continuar, debe liberar a sus jugadores para que el resto pueda aprovechar ese talento. Si accede, entonces se presenta una gran rebatiña.

En diciembre, Lara podría ser ese equipo que provoque una subasta. Muchos otros podrían reforzarse con esas figuras que anhelarán estabilidad. Pero esta serie de acontecimientos, aunque lógicos en estas circunstancias, son un absurdo para cualquier liga que pretenda ser respetable.
Durante la huelga del Lara, los demás conjuntos parecieron más preocupados en criticar o quedarse en un costado, observando el espectáculo. Es obvio y repetitivo, pero los planteles del fútbol venezolano no se perciben como socios. Son rivales, dentro y fuera de las canchas. La desgracia de otro es la felicidad propia. Si un campeón desaparece, los demás piensan "bueno, ahora me toca a mí ganar". Nadie reclama condiciones para consolidar a la liga porque esas mismas condiciones podrían atentar contra sus intereses.

Laureano González, vicepresidente de la FVF, admitió con honestidad que solicitar garantías de pago a los conjuntos antes de comenzar un torneo era inviable. Que el monto que realmente podrían asegurar era tan bajo que los principales jugadores tendrían que irse del país. Y esto también pone el reflector sobre los futbolistas. Durante muchos años, Caracas tuvo una ventaja en el mercado: era el único que garantizaba el pago. Eso para los jugadores representaba algo valioso. Hasta que comenzaron a aparecer las ofertas escandalosas. Unión Atlético Maracaibo en su momento lo hizo. Mineros y Lara son los ejemplos recientes. Pero muchos otros conjuntos también pagan sueldos que nada tienen que ver con su realidad.
Pedir a los jugadores que rebajen sus salarios es inútil, ellos aceptarán las mejores ofertas y esas dependen de los conjuntos, que son los responsables de haber inflado el mercado, porque saben que sus ingresos no se corresponden con sueldos de 180.000 bolívares.

Si ofrecen menos y el talento se va del país, como presagia González, entonces que así sea. Al menos los jugadores tendrán una mejor oportunidad de cobrar el dinero que se les promete y los clubes se verán obligados a formar talento. Que la liga baje más su nivel será directa consecuencia del mal manejo de los equipos que la integran. Será un reflejo fiel de lo que han cosechado. Hoy, aunque haya jugadores de gran calidad, no se puede hablar bien de esta liga. Un canal de televisión, un patrocinante, no debe ver con orgullo como su marca está asociada con estas palabras: deuda, huelga, suspensión, violencia.

Al hablar de las posibles consecuencias de exigir garantías a los equipos y provocar, de acuerdo con sus palabras, una emigración masiva de talento, González afirmó: "Es una realidad que se tendrá que asumir en su momento".

En su momento. Por ahora, con promesas falsas de salarios, el autoengaño de muchas "canteras", la fingida preocupación por el campeonato como un producto y la dependencia de los resultados de las elecciones de gobernadores, es cada vez más claro que esta es una liga de fantasía.
(Columna escrita para la edición 18/11 de El Nacional)

lunes, 12 de noviembre de 2012

El valor de la camiseta en un gesto deportivo

Un gesto tan simple y noble como el intercambio de camisetas en el fútbol ha llegado a dividir opiniones. Un acto de fair play, de cortesía profesional, es considerado a veces una señal de sumisión frente al enemigo o de "amistad" con el odiado rival.
El más reciente malentendido involucró en España al venezolano Andrés Túñez, criticado por algunos por acordar con Lionel Messi el cambio de franelas en el entretiempo. Esto a pesar de que en el partido, Túñez dejó la piel en su intento por frenar al argentino.

En ocasiones, los aficionados, e incluso el periodismo, ven de mala manera esta dinámica. Aprecian que hay momentos impropios y hasta marcan diferencias si se trata de un partido de selecciones o si es entre enconados rivales. Puede haber excepciones, pero para el jugador, el origen del gesto es siempre el mismo.
"Es un intercambio, un recuerdo particular de una vivencia, pero no significa subestimar tu camiseta o sobreestimar al rival, los jugadores no lo vemos así.

Quizás para el aficionado o para el periodista parezca distinto, pero es porque lo ven con pasión", afirmó Ruberth Morán, otrora goleador de la Vinotinto y actual miembro del cuerpo técnico de Estudiantes de Mérida.
Morán aporta su experiencia para discutir este tópico y deja claro que en el campo no se ve con el mismo recelo esa amabilidad entre bandos. "Es como entregar banderines antes del partido. Ahí también están los colores del equipo, pero es simplemente un gesto".

Morán se refiere a la polémica con Túñez y recuerda una anterior con Gabriel Cichero y el mismo Messi ­en el choque entre Venezuela y Argentina en Puerto La Cruz­ para refutar cualquier argumento negativo: "Lo de Túñez no me parece incorrecto, porque seguro en el mano a mano siempre entró fuerte, es un profesional. Gabriel, por ejemplo, cambió camisetas con Messi también y fue porque se encontraron antes en el avión, conversaron y desde ahí lo habían acordado. Lo cumplieron en el partido, se buscaron y cambiaron".

Messi causa problemas. En los últimos años, en su condición de mejor jugador del mundo, Messi ha originado mayores controversias. Un árbitro le solicitó una foto en un partido eliminatorio con Argentina y dos jugadores del Bayer Leverkusen se pelearon por el derecho a solicitarle su camiseta en un choque de Liga de Campeones, hecho en el cual lo realmente lamentable es el pleito entre compañeros y no el intercambio.
Sin embargo, hasta Messi tiene a quién pedirle una camiseta. El crack del Barcelona ha admitido durante su carrera que su compatriota Pablo Aimar fue su ídolo y una gran influencia y por eso ha disfrutado los momentos en los que ha compartido con él. En la actual edición de la Liga de Campeones, Messi chocó con el Benfica de Aimar y volvió a realizar el intercambio con su antiguo ídolo, un gesto que sigue halagando a Aimar.

Etiqueta para un intercambio. No existe un manual para este ritual futbolístico, aunque Ruberth Morán hace referencia a lo que pudo vivir en su carrera. "Es un momento para compartir después del juego, cuando saludas y conversas. Pero no es un acto de sumisión, para nada".
Reconocer ese talento en el antagonista es parte importante del ritual del cambio de camisetas. "Sí, lo haces casi siempre con un jugador que consideras una referencia. Es una señal de respeto mutuo y de admiración entre jugadores".

Ese respeto también se gana en el roce directo de un juego. "Suele pasar que intercambias con el rival con el que tuviste un duelo en los partidos", acotó Morán, y por eso es que resulta común ver el gesto entre defensas y delanteros.
Muchas veces ni siquiera el recuerdo es para el jugador. "A veces el cambio es para hacerle un regalo a alguien. Una vez cambié con el central de Ecuador, (Iván) Hurtado, cuando les hice dos goles en San Cristóbal, y le regalé esa camisa a un amigo ecuatoriano que vive acá en Venezuela".
Entre los legionarios nativos se ha creado también la rutina de obsequiarse las camisetas cuando se enfrentan afuera.

La Vinotinto se revaloriza. Para el jugador venezolano hasta esa peculiar situación cambió con los éxitos. "Nos ganamos el respeto de los rivales y entonces nos empezaron a ver de otra manera", contó Morán.
Para los técnicos de la Vinotinto también. El argentino José Omar Pastoriza apartó a David McIntosh luego de que lo viera con la camiseta del brasileño Ronaldo en el entretiempo de un choque premundialista. Un malentendido del que Morán fue testigo: "Ronaldo fue quien lo buscó para darle la camiseta, se la dio para evitar una represalia porque McIntosh estaba molesto".